CARRERA CONTRARRELOJ

Catalunya envía a Andalucía varias crías de quebrantahuesos antes de tiempo para salvarlas

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Julia Camacho

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¿Cómo compaginar las restricciones de movimiento derivados de la pandemia del coronavirus con los cuidados necesarios de la cría de una especie amenaza y en peligro de extinción? Esta fue la pregunta que a finales de la pasada semana asaltó a los técnicos del Centre de Recuperació de Fauna Vallcalent (Lleida) tras percatarse de las dificultades de sacar adelante a Ryan, una de las últimas crías de quebrantahuesos nacidas este año en las instalaciones de Torreferrusa (Barcelona). Por eso se puso en marcha una prolija operación, casi militar, con un único objetivo: trasladar al polluelo antes de que se decretara el posible confinamiento de Catalunya y garantizar su supervivencia. La operación se ha completado este jueves con el traslado de otras dos crías nacidas en Vallcalent.

Ryan, una cría de importancia genética por cuanto su ascendencia es 50% pirenaica, nació a comienzos de la semana pasada. Pero debido al éxito del programa de cría en cautividad este año en Catalunya, donde han prosperado otros cuatro polluelos este año, su traslado era inevitable, según explica Joan Alas, coordinador del centro de recuperación de especies catalán, ya que "en Catalunya no había ninguna pareja de quebrantahuesos adultos disponible para cuidar de este pollo". Y es que en cada nido sólo puede haber un polluelo, “dado que es una especie cainita, en la que el hermano mayor suele acabar con la vida del pequeño para garantizar su propia supervivencia”. En otros casos, cuando la pareja de individuos adultos lo acepta, se pueden poner dos polluelos, pero siempre con separación física entre ambos para evitar la lucha.

Plazos inviables por la cuarentena

A este escenario se sumó además la recomendación de los técnicos y expertos en esta especie para que los traslados se produzcan en torno a los diez días después del nacimiento, una vez que el polluelo ha crecido lo suficiente para el viaje pero antes de que se acostumbre a alimentarse por humanos y rechace el nido. Estos plazos, subraya Alas, se antojaban por tanto inviables ante las restricciones de movimiento que se empezaban ya a plantear desde las administraciones, especialmente ante la posibilidad de que esta región pudiera quedar incomunicada, tal y cómo solicitaba la Generalitat de Catalunya ante el aumento de casos. Por este motivo, los expertos del Centre de Recuperació de Fauna optaron por asegurar el traslado en esos primeros días de vida y evitar que más tarde fuera ya imposible su movimiento.

El problema surgió entonces por la dificultad de coordinar todos los permisos entre administraciones y efectuar el traslado en el escaso margen de tiempo antes de que se decretara el Estado de Alarma y la limitación de movimientos por la cuarentena. El viernes 13, el coordinador del Programa Europeo de Especies Amenazadas (EEP, European Endangered Species Programme) de Quebrantahuesos, responsable también de la reproducción de esta especie amenazada en el centro de Vallcalent, contactó con Andalucía para solicitar su colaboración en el traslado del polluelo hasta Guadalentín. Tras el visto bueno tanto de la Generalitat como la Junta de Andalucía para la operación, comenzó la organización del dispositivo entre los técnicos catalanes y andaluces, una carrera contra el reloj con todos los movimientos sincronizados.

El sábado 14, a las 8 de la mañana, salieron desde Cazorla y Torreferrusa cuatro técnicos (dos desde cada centro) y aproximadamente a las 12,30 horas, ambas expediciones se encontraron en la provincia de Valencia, cerca del límite con Albacete. En este punto intermedio, los profesionales del programa de cría de la Junta de Andalucía recibieron a Ryan manteniendo en todo momento las medidas sanitarias establecidas para minimizar las posibilidades de propagación del Covid-19.

Técnicos aislados

Según confirmaron desde la Junta de Andalucía, alrededor de las 17,30 horas, Ryan llegó al Centro de Cría de Guadalentín en perfectas condiciones, donde lo recibieron los dos técnicos que permanecen en estas instalaciones sin contacto con el exterior para evitar, en la medida de lo posible, que el virus pueda afectar al funcionamiento del programa de reproducción del quebrantahuesos que desarrolla la Consejería de Desarrollo Sostenible de Andalucía.

La previsión es que, a lo largo de esta semana, una de las parejas reproductoras del centro jiennense adopte a Ryan como un descendiente más, haciéndose cargo desde ese momento de su alimentación y educación en las habilidades que un quebrantahuesos adulto debe desarrollar para poder vivir en libertad.