Colectivos vulnerables

Doble expediente a una residencia de Sant Andreu de la Barca por desatención a los ancianos

Las 'conselleries' de Treball y Drets Socials constatan una falta de personal que provoca que "los usuarios estén solos"

Vitalia Home, con otros cinco centros en Catalunya y previsión de abrir seis más, asegura que las deficiencias son "un problema puntual"

Residencia para gente mayor, Vitalia, en Sant Andreu de la Barca

Residencia para gente mayor, Vitalia, en Sant Andreu de la Barca / ANGEL GARCÍA

Elisenda Colell

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La Generalitat ha abierto dos expedientes sancionadores contra la empresa Vitalia Suite SLU, propiedad de un fondo de inversión, por desatención a los ancianos que viven en el geriátrico concertado que la empresa gestiona en Sant Andreu de la Barca (Baix Llobregat). Las 'conselleries' de Treball y Drets Socials han acreditado que se incumplen las ratios mínimas de personal y que ello repercute en la atención brindada.

"Estamos asfixiados. Es imposible tratar a los abuelos como se merecen... son bultos", cuentan los empleados. La empresa sostiene que es "un caso puntual" (a pesar de que las inspecciones se han realizado con dos meses de diferencia) y que las deficiencias señaladas han sido resueltas. Añaden que es un centro de "máxima calidad", avalado por encuestas de satisfacción que superan el 9 sobre diez de familiares, empleados y residentes. Los trabajadores lo niegan. "Seguimos igual y a ellos les sale a cuenta", lamentan.

Los informes de la Generalitat constatan ratios de un empleado por cada 20 ancianos, cuando la ley marca uno por cada 10

Por ley, cada cuidador en una residencia catalana puede atender, como máximo, a 10 ancianos. En la residencia Vitalia Home de Sant Andreu de la Barca, la ratio de gerocultores ha superado los 20 ancianos por empleado, según han acreditado los inspectores de la Generalitat. "Hay muchos días que a un solo trabajador le toca estar pendiente de 20 o 24 personas", asienten los empleados consultados por EL PERIÓDICO, que prefieren permanecer en el anonimato por miedo a represalias.

La empresa, propiedad del fondo de inversión Portobello, recibe 4,5 millones de euros de la Generalitat para gestionar este geriátrico concertado. Además de este centro, Vitalia Home tiene 4 residencias más en Catalunya (60 en toda España) y prevé abrir seis más en los próximos meses.

Los trabajadores denuncian que no alcanzan ni para acompañar a los ancianos al baño y que algunos se caen al intentar ir solos

Según cuentan los empleados, el centro se estructura en cuatro plantas, donde viven más de 200 ancianos, además de un centro de día con 20 plazas más. El hecho de que un solo profesional se tenga que hacer cargo de más de 20 personas, con elevados grados de dependencia, afecta directamente al cuidado de los mayores desde primera hora de la mañana. "Para ir rápido les levantamos de la cama a pulso, con el dolor de brazos y espalda que eso supone. Les lavamos cada dos días, pero hay días que no nos da tiempo de asear a todos los que tocan", explica una gerocultora desde el anonimato.

Caídas por intentar ir al baño

A las 10:30 horas, cuando deben terminar todas las duchas, toca desayunar en el comedor, que está en la planta inferior. "Es imposible dar de comer a 20 personas. No comen todo lo que sería necesario. Les das cuatro cucharadas y saltas a otro", revela una empleada. "Ves que se ensucian porque intentan comer solos, y no tienes tiempo de limpiarles", sigue.

Pero el trato más degradante se observa, según subrayan, a la hora de ir al baño. "No puedes estar pendiente de todas las personas que necesitan hacer pipí o caca", admiten. A menudo escuchan lamentos de desesperación de ancianos que piden que alguien les acompañe al baño. Algunos optan por ir solos ya que no pueden esperar. "Y se caen. Ha habido gente que ha caído en el baño o se ha ensuciado completamente porque no podían aguantarse más", lamentan.

Residencia para gente mayor, Vitalia, en Sant Andreu de la Barca

Residencia para gente mayor, Vitalia, en Sant Andreu de la Barca. / ANGEL GARCÍA

A nivel médico, los trabajadores relatan que hay tres enfermeras para los 220 ancianos. "Terminamos haciendo trabajos, como las curas de úlceras, que no nos corresponden y para los que no estamos capacitadas", sigue otra empleada. También denuncian falta de material básico, como toallas o pañales.

Comida en mal estado

Estos trabajadores también denuncian que la comida que se prepara en el centro está en mal estado. "Es incomestible, pero es que hay una limpiadora que se encarga de la comida, no tiene titulación", resume una empleada. Fuentes de la empresa lo niegan en rotundo, y aseguran que la comida pasa importantes controles de calidad. En una encuesta interna a 52 personas en este centro, fue valorado con más de un 9 sobre 10.

La situación crítica, según los empleados, también se extiende entre las empleadas de la limpieza. "Somos tres personas y tenemos que limpiarlo todo... camas donde se han cagado encima. No damos abasto, haces lo que se ve más y te vas pitando a otra cosa", confiesa una empleada a este diario. Con sueldos, añade, que no llegan a los 900 euros al mes.

Alimentos en mal estado en la residencia Vitalia de Sant Andreu de la Barca.

Alimentos en mal estado en la residencia Vitalia de Sant Andreu de la Barca. / EL PERIÓDICO

La situación que denuncian los trabajadores la han constatado las administraciones, después de visitar el centro en dos ocasiones. Los primeros fueron los inspectores de la Conselleria de Drets Socials. En su informe, del pasado 17 de agosto, explican que los trabajadores que estaban de vacaciones no se habían sustituido, y que los que quedaban "sufrían sobrecargas de trabajo". Las ratios de personal eran "insuficientes" dado el elevado número de dependientes que hay en el centro.

Los técnicos de la 'conselleria' presenciaron que en los turnos nocturnos faltaban uno o dos empleados de forma habitual, y que en el horario de comidas no había suficiente personal, incumpliendo la normativa catalana. En su informe, también describen cómo en el centro de día, donde debería haber dos auxiliares, solo había una persona, que a su vez estaba duchando a un residente. "Los usuarios están solos", concluye este documento que ha motivado que Drets Socials haya abierto un procedimiento sancionador contra la residencia.

Violencia y moratones

La segunda visita la hicieron técnicos Inspecció de Treball el pasado 20 de septiembre. En su informe del 7 de noviembre alertan de importantes "riesgos psicosociales" a los que están sometidos los trabajadores, evidenciando que no se suplen las vacantes por incapacidades, bajas o vacaciones.

El texto añade que "en el trato a los residentes y a los familiares" ha habido "situaciones conflictivas con uso de violencia". Vitalia replica que no sabe a qué se refiere esta frase: "No ha habido ningún caso de violencia". El delegado sindical de Comisiones Obreras, Fernando Álvarez, tiene otra versión. "Los ritmos de trabajo que estamos obligados a llevar nos obligan a trabajar así. A una anciana le salieron moratones y se culpó a una cuidadora. Per ella lo niega, hay una denuncia en curso", explica.

Situación "excepcional"

La empresa no niega lo que las dos inspecciones han detectado, pero lo rebajan. "Fue una situación excepcional que ocurrió en verano porque es muy difícil encontrar personal", explica un portavoz de Vitalia Home en Catalunya. Dicen que ya lo han remediado, que han contratado a seis trabajadores más desde entonces y que están analizando las cargas de trabajo de los empleados. "Eso no es cierto, el jueves y el viernes volvió a pasar: una empleada estaba con 14 residentes a su cargo", lamenta Álvarez. "En reuniones con el comité de empresa nos han dicho abiertamente que les sale a cuenta pagar la multa", denuncia el delegado sindical.

La empresa insiste en que el centro de Sant Andreu de la Barca corresponde a los máximos estandartes de calidad y que el buen funcionamiento del centro lo avalan las distintas encuestas de satisfacción que ha hecho la dirección. Según sus datos de 2022, 64 usuarios encuestados y 92 familiares dieron un 9,1 sobre 10 a la calidad del centro, mientras que 110 empleados lo valoraron con un 8,2. El servicio mejor valorado, el aseo y la higiene con un 9,4. El peor, la lavandería, con un 8,2.

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