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Los CAP se harán cargo de la atención sanitaria en las residencias catalanas

El 'conseller' de Drets Socials, Carles Campuzano, avanza en una entrevista en EL PERIÓDICO algunos cambios en los geriátricos catalanes

La residencia de ancianos La Pau (Barcelona), el pasado mayo.

La residencia de ancianos La Pau (Barcelona), el pasado mayo. / FERRAN NADEU

Elisenda Colell

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La atención sanitaria de las residencias ha sido un auténtico caballo de batalla de directores, trabajadores y propietarios de geriátricos catalanes frente a todas las administraciones. Una realidad que la pandemia del coronavirus terminó demostrando evidente: los ancianos de los geriátricos son los más vulnerables del sistema, pero a la vez, los que tienen acceso a menos recursos sanitarios. La falta de personal médico, especialmente de enfermeras, sólo hace que agudizar el problema. Varios expertos del sector ha reconocido a este diario que el problema termina colapsando los centros sanitarios de urgencia, especialmente los hospitales.

Ahora el nuevo 'conseller' de Drets Socials, Carles Campuzano, ha anunciado en una entrevista a EL PERIÓDICO que los centros de atención primaria (CAP) se encargarán de la atención sanitaria de los usuarios de las residencias catalanas. Una medida que el sector consideraba urgente e imprescindible.

La Generalitat lleva tiempo trabajando en cómo debe integrarse la atención social y sanitaria en Catalunya. Drets Socials y Salut son dos departamentos que trabajan de forma estanca, pero que comparten realidades, pacientes y, en algunos casos, duplican recursos o les faltan manos. En 2008 nació el plan de Programación Territorial de Recursos de Atención Social Especializada y Domiciliaria. Después crearon el Plan de Integración Social Sanitaria, que más adelante se reconvirtió en el Plan Interdepartamental de Atención y Interacción Social y Sanitaria (PIAISS).

Este 2022 el Govern ha creado una Agencia de Atención Integrada Social y Sanitaria. Y es esta agencia la que ya ha elaborado las primeras conclusiones, con medidas concretas a aplicarse, que los dos 'consellers', Campuzano y Manel Balcells, harán públicas en breve.

Asumir responsabilidades

El 'conseller' Campuzano ha avanzado a EL PERIÓDICO que los ambulatorios van a ser los responsables de la atención sanitaria de las personas que viven en residencias catalanas, ya sean de personas mayores o de personas con discapacidad. "Necesitamos que Salut asuma parte de su responsabilidad en el ámbito residencial", asume el 'conseller'. De hecho, explica que esta es una de las conclusiones extraídas de la tragedia del coronavirus en los geriátricos. "La gran debilidad del covid fue que nuestras residencias no estaban preparadas para abordar un problema de salud pública. Aquello fue excepcional, pero hace muchos años que necesitamos avanzar en este despliegue", explica.

Falta personal sanitario

A día de hoy la presencia de los médicos de la atención primaria depende de la voluntad de los médicos y está condicionado al colapso que viven los centros ambulatorios. Lo explicaban a este diario los sindicatos de los geriátricos y las patronales del sector. La presencia de médicos y enfermeras en los centros es testimonial, primero por las bajas ratios de atención marcadas en la ley (ya críticas y que llevan años congeladas), y segundo porque estos profesionales cobran mucho menos en las residencias respecto a un centro sanitario. También hay que decir que Catalunya es la primera comunidad en España que plantea este nuevo paradigma, una petición también trasladada por la Sociedad Española de Gerontología.

Efecto en los hospitales

Los cambios en la atención pueden tener consecuencias en el sistema hospitalario. Los expertos llevan años señalando que una atención médica preventiva y de proximidad evitaría muchas visitas e ingresos de urgencia en los hospitales catalanes, y puede desbloquear muchas camas. La falta de atención sanitaria lleva a que los centros residenciales terminen por acudir a las urgencias de los hospitales cuando los problemas de salud de los residentes se agudizan.

Sin embargo, también cabe destacar que este cambio se plantea a largo plazo. En tan solo 15 años, los mayores de 65 serán ya el 25% de la población, y en 2050 los octogenarios superarán la barrera del 10% de los catalanes. El sistema de cuidados, por lo tanto, deberá afrontar el hecho de que la población de mayores de 65 será ya en el 2035 un 42% más numerosa que en la actualidad. La falta de atención sanitaria en los geriátricos y el colapso hospitalario que conlleva sería mucho mayor a medida que avanza el envejecimiento demográfico.