Psicología

Las emociones se sienten en el cuerpo: cinco claves para volver a escucharlas

Nuestra parte racional impera en la vida cotidiana

Persona sintiendo su cuerpo

Persona sintiendo su cuerpo / 123rf

Ángel Rull

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Las emociones son fenómenos multidimensionales que desempeñan un papel crucial en nuestra supervivencia y bienestar. Estas respuestas emocionales, que pueden ser tanto positivas como negativas, influyen en nuestra manera de pensar, actuar y reaccionar ante diferentes situaciones. Por ejemplo, la alegría nos impulsa a buscar experiencias gratificantes, mientras que el miedo nos protege de potenciales peligros.

En el aspecto fisiológico, las emociones activan diversas respuestas en nuestro cuerpo. Cuando sentimos miedo, por ejemplo, nuestro corazón late más rápido y nuestras palmas se sudan, preparándonos para una respuesta de "lucha o huida". Por otro lado, la felicidad puede relajar nuestros músculos y hacernos sentir físicamente más ligeros y en paz.

Las emociones se sienten en el cuerpo

Nuestro cuerpo es un poderoso emisor de señales sobre nuestro estado emocional. Por ejemplo, cuando estamos tristes, podemos experimentar un peso en el pecho o una disminución en la energía física. La ansiedad, por su parte, puede manifestarse con un estómago revuelto o tensión muscular. Estas respuestas son un lenguaje corporal interno que nos habla de nuestras emociones.

Desafortunadamente, en la vida actual, es común desconectarse de estas señales. El constante bombardeo de estímulos y la cultura del "estar siempre ocupados" nos llevan a ignorar lo que nuestro cuerpo intenta comunicarnos. Esta desconexión puede llevar a una menor conciencia emocional y a dificultades en la gestión de nuestras emociones.

Reconectar con nuestro cuerpo implica reaprender a escuchar estas señales sutiles. Al hacerlo, podemos abrir una vía para entender mejor nuestras necesidades emocionales y responder a ellas de manera más efectiva. Es un proceso de redescubrimiento y alineación con nuestro ser emocional y físico.

¿Por qué dejamos de escuchar las emociones en el cuerpo?

La desconexión con nuestro cuerpo y las señales emocionales que este nos envía puede atribuirse a varios factores. Uno de ellos es el predominio de la mente sobre el cuerpo en nuestra cultura. Tendemos a valorar el pensamiento racional y desestimar las "meras" sensaciones físicas, lo que puede llevar a una desconexión de nuestras respuestas emocionales naturales.

Además, el estrés y el ritmo acelerado de la vida moderna contribuyen a esta desconexión. Estamos tan enfocados en nuestras tareas diarias y responsabilidades que a menudo ignoramos las señales de nuestro cuerpo hasta que se convierten en problemas más graves. Esta desconexión no solo afecta nuestra comprensión de las emociones, sino que también puede impactar negativamente en nuestra salud física y mental.

Otro factor relevante es la falta de educación emocional. Muchas personas nunca aprenden a identificar o expresar sus emociones de manera saludable. Esta falta de habilidades emocionales puede llevar a una desconexión más profunda, no solo de nuestras emociones sino también de las señales físicas asociadas a ellas.

Claves para volver a escuchar las emociones a través del cuerpo

Las respuestas corporales a las emociones no son meramente reacciones físicas; son parte integral de cómo experimentamos y comprendemos nuestras emociones. Al reconocer y entender estas señales corporales, podemos obtener una comprensión más profunda de nuestras emociones y de cómo estas nos afectan.

Sigue estas claves para volver a conectar con tus emociones a través del cuerpo:

1. Atención plena

Practicar la atención plena implica estar completamente presentes en el momento actual. Esto incluye prestar atención a nuestras sensaciones corporales, pensamientos y emociones sin juicio.

Al observar nuestras reacciones físicas (como la tensión muscular o la respiración), podemos empezar a entender mejor nuestras respuestas emocionales.

La atención plena nos permite reconocer y aceptar nuestras emociones, lo que es un paso crucial para manejarlas de manera efectiva.

2. Respiración consciente

La respiración consciente es una herramienta poderosa para calmar la mente y reconectar con el cuerpo. Al enfocarnos en nuestra respiración, podemos centrarnos en el momento presente y reducir la ansiedad.

La práctica regular de la respiración consciente facilita la identificación de las emociones y cómo estas se manifiestan en nuestro cuerpo.

Esta práctica también puede ayudar a regular las respuestas emocionales, proporcionando una sensación de calma y control.

3. Movimiento corporal

El movimiento físico, ya sea a través del ejercicio, el yoga, el baile o, incluso, caminatas tranquilas, es esencial para mantener una conexión saludable con nuestro cuerpo.

Estas actividades no solo liberan la tensión física, sino que también pueden ayudar a liberar emociones reprimidas o no reconocidas.

El movimiento consciente puede ser una forma de expresión emocional y un camino hacia una mayor conciencia de las señales corporales.

4. Diario emocional

Mantener un diario emocional puede ser una herramienta valiosa para explorar y comprender nuestras emociones. Al escribir sobre cómo nos sentimos y cómo estas emociones se manifiestan en el cuerpo, podemos desarrollar una mayor conciencia emocional.

Este proceso de reflexión puede revelar patrones en nuestras respuestas emocionales y físicas, ayudándonos a entender mejor nuestras reacciones.

La escritura también ofrece un espacio seguro para procesar emociones difíciles, facilitando una mejor gestión emocional.

5. Escucha activa del cuerpo

Aprender a escuchar activamente nuestro cuerpo significa prestar atención a las señales físicas que nos envía, sin importar cuán sutiles sean.

Esta práctica implica preguntarnos qué emociones pueden estar detrás de sensaciones como la tensión, el dolor o el malestar.

Al ser conscientes de estas señales, podemos tomar medidas proactivas para cuidar nuestras necesidades emocionales y físicas.

Como podemos ver, las emociones son una parte integral de nuestra experiencia humana y están profundamente enraizadas en nuestra fisiología. Al aprender a escuchar y comprender las señales que nuestro cuerpo nos envía, podemos mejorar nuestra salud emocional y física. Este proceso de reconexión requiere práctica y paciencia, pero los beneficios de una mayor conciencia emocional y corporal son invaluables. Recordemos que escuchar a nuestro cuerpo no es solo un acto de autocuidado, sino también un paso esencial hacia una vida más equilibrada y plena.

* Ángel Rull, psicólogo.