Psicología

Los seis hábitos de las personas que duermen bien

El descanso es imprescindible en la salud mental

Una persona durmiendo plácidamente

Una persona durmiendo plácidamente / 123RF

Ángel Rull

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El sueño es una parte fundamental de la vida humana, y su importancia no debe subestimarse. Dormir bien es esencial para mantener un estado de salud mental óptimo y un funcionamiento físico adecuado. Sin embargo, en la sociedad actual, los problemas de sueño son cada vez más comunes debido a la agitada vida moderna y a la exposición constante a dispositivos electrónicos.

¿Qué es realmente dormir bien?

Antes de abordar los hábitos de las personas que duermen bien, es importante comprender qué implica realmente dormir bien. El sueño de calidad es aquel que permite al individuo pasar por todas las etapas del ciclo de sueño, desde el sueño ligero hasta el sueño profundo y el sueño REM.

El ciclo del sueño consta de cinco etapas:

  • Fase 1: En esta etapa, el cuerpo se relaja y se prepara para el sueño. El sueño es ligero, y es fácil despertarse durante esta fase.
  • Fase 2: El cuerpo se prepara para el sueño profundo. El ritmo cardíaco y la temperatura corporal disminuyen.
  • Fases 3 y 4: Estas son las etapas del sueño profundo, durante las cuales el cuerpo se regenera y se recupera físicamente.
  • Fase REM: En esta etapa, la actividad cerebral es intensa, y es cuando ocurren los sueños más vívidos. Es esencial para la consolidación de la memoria y el procesamiento emocional.

Estas etapas son esenciales para la restauración del cuerpo y la mente, así como para el procesamiento de emociones y la consolidación de la memoria. Dormir bien significa también tener un sueño ininterrumpido y reparador, despertarse sintiéndose descansado y estar alerta durante el día. Si alguien experimenta dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos frecuentes o se despierta cansado, es probable que esté lidiando con problemas de sueño.

Los problemas de sueño en la sociedad actual

La sociedad moderna a menudo promueve hábitos de vida que pueden interferir con el sueño saludable. La exposición constante a la luz artificial, la sobreestimulación digital y el estrés crónico son factores que contribuyen a los problemas de sueño. Además, la falta de tiempo para el autocuidado y la mala gestión del tiempo también pueden afectar negativamente el sueño.

La luz artificial emitida por dispositivos electrónicos y las luces de la ciudad puede confundir al cuerpo y afectar la producción de melatonina, la hormona del sueño. Esto hace que conciliar el sueño sea más difícil.

La sobreestimulación digital en forma de redes sociales, videojuegos y televisión puede mantener a las personas despiertas hasta altas horas de la noche, interfiriendo con su capacidad para descansar.

El estrés crónico puede llevar a la rumiación mental constante, lo que hace que sea difícil desconectar y relajarse antes de dormir.

La mala gestión del tiempo a menudo resulta en un horario irregular de sueño, lo que dificulta la creación de una rutina de sueño consistente.

La falta de sueño crónica puede tener graves consecuencias para la salud mental y física. Puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, y también puede contribuir a problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión. Es fundamental abordar estos problemas y adoptar hábitos saludables de sueño para prevenir posibles complicaciones.

Los seis hábitos de las personas que duermen bien

A pesar de los problemas que enfrenta la sociedad moderna en cuanto al sueño, hay individuos que logran dormir bien de manera consistente. Estas personas suelen tener una mejor calidad de vida en general y disfrutan de una mayor salud mental y física.

Estos son los seis hábitos que suelen compartir las personas que duermen bien:

1. Establecen una rutina de sueño constante

Las personas que duermen bien tienden a acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular el reloj biológico interno y mejora la calidad del sueño. Es importante mantener una coherencia en los horarios de sueño, incluso en días libres.

Establecer una rutina de sueño consistente significa respetar un horario fijo, incluso los fines de semana. El cuerpo tiene un reloj biológico interno que regula el sueño, y seguir un horario regular puede ayudar a sincronizar este reloj, facilitando el proceso de conciliación del sueño. Al mantener un horario constante, el cuerpo se acostumbra a liberar melatonina en los momentos adecuados, lo que mejora la calidad del sueño.

2. Crean un ambiente propicio para el sueño

El entorno en el que dormimos juega un papel crucial en la calidad del sueño. Las personas que duermen bien suelen tener un dormitorio oscuro, tranquilo y fresco. Además, evitan el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse, ya que la luz azul de las pantallas puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.

Un ambiente propicio para el sueño implica más que simplemente apagar las luces. Para lograr un descanso óptimo, se deben tener en cuenta factores como la temperatura del dormitorio, la calidad del colchón y las almohadas, y la reducción de ruidos molestos. Además, evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse puede ayudar a reducir la exposición a la luz azul, lo que facilita la conciliación del sueño.

3. Hacen ejercicio regularmente

El ejercicio regular es beneficioso para el sueño, pero se debe evitar hacer ejercicio intenso justo antes de acostarse. Las personas que duermen bien suelen incorporar actividad física en su rutina diaria, pero la programan varias horas antes de dormir para permitir que su cuerpo se relaje antes de acostarse.

El ejercicio libera endorfinas, que pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, lo que a su vez puede mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, es importante evitar hacer ejercicio intenso al menos tres horas antes de acostarse, ya que esto puede aumentar la excitación y dificultar la conciliación del sueño. El ejercicio moderado, como caminar o hacer yoga, antes de acostarse puede ser beneficioso para algunas personas.

4. Mantienen una dieta equilibrada

Una dieta equilibrada y una alimentación adecuada también influyen en la calidad del sueño. Evitar comidas pesadas antes de acostarse y limitar el consumo de cafeína y alcohol en las horas previas al sueño puede ayudar a conciliar el sueño más fácilmente.

Comer en exceso o consumir alimentos ricos en grasa antes de acostarse puede causar malestar estomacal y dificultar la digestión, lo que puede interferir con la calidad del sueño. Además, la cafeína y el alcohol son estimulantes que pueden mantener a las personas despiertas. Es aconsejable evitar la cafeína al menos seis horas antes de acostarse y limitar el consumo de alcohol, ya que puede interrumpir el sueño REM.

5. Gestionan el estrés de manera efectiva

Las personas que duermen bien suelen tener estrategias para lidiar con el estrés de la vida cotidiana. La meditación, la respiración profunda y la práctica de la relajación son técnicas que pueden ayudar a reducir la ansiedad y facilitar el sueño.

El estrés crónico puede activar el sistema de respuesta al estrés del cuerpo, lo que puede hacer que sea difícil relajarse y conciliar el sueño. La práctica regular de técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, puede ayudar a reducir la activación del estrés y promover un estado de calma antes de acostarse.

6. Limitan las siestas durante el día

Las siestas largas o frecuentes durante el día pueden interferir con la capacidad de conciliar el sueño por la noche. Si es necesario, se recomienda limitar las siestas a unos 20-30 minutos y evitar dormir durante más tiempo.

Las siestas cortas pueden ser beneficiosas para aumentar la alerta y mejorar el rendimiento durante el día, pero si se exceden en duración o frecuencia, pueden causar somnolencia nocturna. Limitar las siestas a cortos periodos de tiempo y evitar dormir durante las últimas horas de la tarde puede ayudar a preservar la necesidad de sueño durante la noche.

Dormir bien es esencial para mantener una buena salud física y mental. A pesar de los problemas que enfrenta la sociedad actual en cuanto al sueño, adoptar estos seis hábitos puede marcar la diferencia en la calidad del descanso nocturno.

* Ángel Rull, psicólogo.