Psicología

¿Qué es el estrés crónico y cómo reconocer sus síntomas?

Nuestro día a día está repleto de estímulos estresantes

persona estresada/ansiosa en trabajo

persona estresada/ansiosa en trabajo / 123RF

Ángel Rull

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En la vida actual, todos estamos familiarizados con el término estrés. Es una reacción natural del cuerpo ante situaciones desafiantes o amenazantes. Sin embargo, cuando el estrés persiste durante largos períodos de tiempo, puede convertirse en un problema crónico que afecta negativamente nuestra salud física y mental.

¿Qué es el estrés?

Antes de adentrarnos en el concepto de estrés crónico, es importante comprender qué es el estrés en general. El estrés es una respuesta fisiológica y psicológica del cuerpo ante demandas o presiones externas. Puede surgir como resultado de situaciones cotidianas, como el trabajo, las relaciones personales, los problemas económicos o cualquier otro evento al que nos enfrentemos. Cuando nos encontramos frente a una situación estresante, el cuerpo libera hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, que desencadenan una serie de respuestas físicas y emocionales.

El estrés en sí mismo no es necesariamente negativo. En pequeñas dosis, puede ayudarnos a estar alerta, motivados y preparados para enfrentar situaciones difíciles. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico, es decir, se prolonga durante un período prolongado, puede tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar.

¿Puede el estrés ser crónico?

El estrés puede convertirse en crónico cuando se experimenta de manera continua o recurrente sin una resolución adecuada. A diferencia del estrés agudo, que es de corta duración y desaparece una vez que la situación estresante ha pasado, el estrés crónico persiste durante semanas, meses o incluso años. Puede surgir debido a una variedad de factores, como un entorno laboral estresante, problemas familiares, dificultades financieras o condiciones de vida difíciles.

Es importante tener en cuenta que la percepción individual del estrés puede variar ampliamente. Lo que puede ser estresante para una persona puede no serlo para otra. Algunos individuos pueden tener una mayor tolerancia al estrés, mientras que otros pueden ser más sensibles y propensos a experimentar estrés crónico.

¿Qué ocurre cuando el estrés se convierte en crónico?

Cuando el estrés se prolonga en el tiempo y se convierte en crónico, puede tener consecuencias significativas para nuestra salud física y mental. El estrés crónico puede afectar varios sistemas del cuerpo, incluido el sistema inmunológico, cardiovascular, endocrino y nervioso. Además, también puede contribuir al desarrollo de trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión.

A nivel físico, el estrés crónico puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, trastornos del sueño, problemas gastrointestinales, dolores de cabeza frecuentes y debilitar el sistema inmunológico. Además, el estrés prolongado puede dificultar la capacidad del cuerpo para recuperarse de enfermedades o lesiones, ya que el estrés crónico libera constantemente hormonas del estrés que pueden interferir con los procesos de curación.

A nivel mental y emocional, el estrés crónico puede dar lugar a una variedad de problemas, como la ansiedad generalizada, la irritabilidad, la falta de concentración, la disminución de la memoria, la depresión y la disminución de la satisfacción general con la vida. Además, el estrés crónico también puede afectar a nuestras relaciones interpersonales, ya que puede generar conflictos y dificultades en la comunicación.

Síntomas de que tienes estrés crónico

El estrés crónico es un problema que afecta cada vez a más personas. El ritmo de vida y cómo está estructurada la cotidianidad hace que esto se produzca. Como decíamos, a pequeñas dosis puede ser, incluso, beneficioso, pero el problema es que se perpetúe.

Estos son los síntomas más comunes asociados con el estrés crónico:

  • Fatiga persistente: sentirse constantemente cansado y con falta de energía, incluso después de períodos de descanso adecuados.
  • Trastornos del sueño: dificultad para conciliar el sueño, despertarse durante la noche o tener sueño no reparador.
  • Dolores y molestias frecuentes: dolores de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda y tensión en el cuello.
  • Problemas gastrointestinales: malestar estomacal, náuseas, diarrea o estreñimiento.
  • Cambios en el apetito: pérdida o aumento de peso sin una razón aparente.
  • Problemas de concentración y memoria: dificultad para enfocarse, recordar información o tomar decisiones.
  • Cambios en el estado de ánimo: irritabilidad, ansiedad, tristeza o sensación de desesperanza.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca: palpitaciones o sensación de que el corazón late rápidamente.
  • Supresión del sistema inmunológico: mayor susceptibilidad a resfriados, gripe u otras enfermedades.
  • Cambios en el comportamiento: aislamiento social, pérdida de interés en actividades que solían disfrutarse y disminución del rendimiento laboral o académico.

Es importante destacar que estos síntomas pueden variar de una persona a otra, y no todas las personas experimentarán todos los síntomas mencionados. Si se experimentan varios de estos síntomas de manera persistente, es recomendable buscar ayuda médica o consultar a un profesional de la salud mental para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento apropiado.

El estrés crónico es un problema de salud significativo que afecta a muchas personas en la sociedad actual. Reconocer los síntomas del estrés crónico es el primer paso para abordar este problema y tomar medidas para reducirlo. La gestión efectiva del estrés crónico puede implicar cambios en el estilo de vida, como la adopción de técnicas de relajación, la práctica regular de ejercicio físico, la mejora de los hábitos de sueño y la búsqueda de apoyo social y emocional. Además, es fundamental aprender a establecer límites saludables, priorizar el autocuidado y buscar ayuda profesional cuando sea necesario.

Al comprender qué es el estrés crónico, cómo se diferencia del estrés agudo y cómo reconocer sus síntomas, podemos tomar medidas para mantener un equilibrio adecuado en nuestras vidas y proteger nuestra salud física y mental. El estrés no debe ser subestimado, y debemos trabajar activamente para reducir su impacto negativo en nuestras vidas y promover el bienestar general.

* Ángel Rull, psicólogo.