Psicología

¿Por qué no logro salir del malestar? La clave está en la "indefensión aprendida"

Los bloqueos guardan mecanismos psicológicos inconscientes

Una persona ansiosa

Una persona ansiosa / 123RF

Ángel Rull

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En nuestra vida, todos nos enfrentamos a situaciones adversas y estresantes que pueden generar malestar emocional. Sin embargo, para algunas personas, este malestar se convierte en un estado crónico del cual les resulta difícil salir. A menudo nos preguntamos por qué no logran superar su sufrimiento y recuperar una sensación de bienestar duradera. La respuesta puede encontrarse en un fenómeno psicológico conocido como "indefensión aprendida".

¿Qué es la "indefensión aprendida"?

La "indefensión aprendida" es un concepto desarrollado por el psicólogo Martin Seligman en la década de 1960. Seligman realizó experimentos con animales y descubrió que cuando se les sometía a una situación en la que no tenían control sobre los eventos adversos, como descargas eléctricas, eventualmente dejaban de intentar escapar, incluso cuando se les presentaba una oportunidad real de hacerlo. Este fenómeno se conoce como "indefensión aprendida".

La "indefensión aprendida" implica una creencia profunda de que no tenemos control sobre las circunstancias de nuestra vida y que nuestros esfuerzos son inútiles. Es como si nuestra mente hubiera internalizado la sensación de impotencia y nos impidiera tomar acciones efectivas para cambiar nuestra situación. Esta mentalidad de indefensión puede persistir incluso en situaciones en las que realmente tenemos la capacidad de influir y cambiar nuestra realidad.

¿Influye la "indefensión aprendida" en nuestro malestar?

La "indefensión aprendida" puede tener un impacto significativo en nuestro malestar emocional. Cuando creemos que no tenemos control sobre nuestra vida, es más probable que experimentemos sentimientos de tristeza, ansiedad, apatía y desesperanza. Nos sentimos atrapados en una especie de ciclo negativo en el que nuestros intentos de mejorar nuestra situación parecen inútiles, lo que a su vez refuerza nuestra creencia de que somos impotentes.

Además, la "indefensión aprendida" puede llevarnos a adoptar una postura pasiva frente a los problemas y desafíos. En lugar de buscar soluciones activamente, nos resignamos a nuestro sufrimiento y esperamos que las cosas mejoren por sí solas. Esto puede perpetuar aún más nuestro malestar y limitar nuestro crecimiento personal y nuestro sentido de bienestar.

¿Cómo puedo identificar la "indefensión aprendida" en mí?

Identificar la "indefensión aprendida" en uno mismo puede ser un proceso difícil, ya que a menudo es un patrón de pensamiento arraigado y automático. Sin embargo, hay algunas señales y preguntas que pueden ayudarnos a reconocer si estamos atrapados en este estado de indefensión.

Esto nos puede indicar que la "indefensión aprendida" está tomando el control en nosotros:

·       Sentimientos de impotencia: si con frecuencia te sientes impotente frente a los desafíos de la vida y crees que no puedes hacer nada para cambiar tu situación, es posible que estés experimentando "indefensión aprendida".

·       Falta de motivación para tomar acción: el pasar por alto oportunidades para mejorar tu vida o evitar problemas, porque crees que tus esfuerzos no servirán de nada, es también un síntoma de "indefensión aprendida”.

·       Visión pesimista del futuro: si tienes una tendencia a anticipar y esperar lo peor en todas las situaciones, posiblemente la "indefensión aprendida" está ejerciendo su poder en ti. La creencia de que no puedes hacer nada para cambiar las cosas puede llevar a una perspectiva negativa y pesimista del futuro.

·       Baja autoestima y autoconfianza: la "indefensión aprendida" puede socavar nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos. Si te encuentras dudando constantemente de tus habilidades y talentos, y subestimándote a ti mismo, podría ser un indicio de esta mentalidad de indefensión.

¿En qué problemáticas influye la "indefensión aprendida"?

La "indefensión aprendida" puede manifestarse en una amplia gama de problemas mentales y emocionales. Influye en ellos, aunque no sea siempre la causa directa. Pero lo que sí hace es perpetuar el problema y dificultar su recuperación.

En estas problemáticas influye:

·       Depresión: la creencia arraigada de que no podemos cambiar nuestra situación puede contribuir al desarrollo y mantenimiento de la depresión. La sensación de impotencia y la falta de esperanza pueden ser características centrales de esta enfermedad.

·       Trastornos de ansiedad: la "indefensión aprendida" puede alimentar la ansiedad, ya que nos lleva a creer que no tenemos control sobre los eventos futuros y que estamos a merced de las circunstancias. Esto puede generar una preocupación constante y una sensación de amenaza inminente.

·       Baja autoestima: la mentalidad de indefensión puede impactar en nuestra autoestima, ya que nos hace sentir impotentes e ineficaces. Esta baja autoestima puede afectar nuestra capacidad para relacionarnos con los demás y desarrollar relaciones saludables.

·       Procrastinación crónica: la creencia de que nuestros esfuerzos son inútiles puede llevarnos a posponer tareas y responsabilidades, ya que no vemos el sentido o el beneficio de actuar. Esto puede generar estrés adicional y dificultar nuestra capacidad para lograr nuestros objetivos.

La "indefensión aprendida" es un fenómeno psicológico que puede mantenernos atrapados en el malestar emocional y dificultar nuestro crecimiento personal. La creencia de que no tenemos control sobre nuestras vidas y que nuestros esfuerzos son inútiles puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental y emocional. Sin embargo, al comprender y reconocer la "indefensión aprendida" en nosotros mismos, podemos comenzar a desafiarla y desarrollar una mentalidad más empoderada.

Superar la "indefensión aprendida" implica cambiar nuestra forma de pensar y desarrollar una actitud de toma de acción y responsabilidad. Es importante recordar que tenemos la capacidad de influir y cambiar nuestras vidas, incluso cuando enfrentamos desafíos difíciles. Buscar apoyo profesional, como la terapia, puede ser de gran ayuda para trabajar en estos patrones de pensamiento y desarrollar estrategias efectivas para enfrentar los desafíos de manera activa.

Salir del estado de "indefensión aprendida" no es fácil y puede llevar tiempo y esfuerzo, pero es un paso fundamental para liberarnos del malestar y construir una vida más satisfactoria. Todos tenemos la capacidad de desarrollar resiliencia y encontrar formas de superar las dificultades.

* Ángel Rull, psicólogo.