Psicología

¿Se pueden sanar los traumas? Hay una técnica infalible

Las heridas traumáticas dejan secuelas a largo plazo

Corredora triste quejándose sentada sola en las afueras de la ciudad

Corredora triste quejándose sentada sola en las afueras de la ciudad / agencia

Ángel Rull

Ángel Rull

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un trauma se define como una experiencia que sobrepasa nuestra capacidad de afrontamiento y que nos hace sentir impotentes y sin control. Puede ser una única experiencia traumática, como un ataque físico o un accidente, o una serie de experiencias dolorosas que se acumulan con el tiempo, como el abuso emocional o el acoso.

La naturaleza de los traumas puede variar ampliamente, y pueden tener efectos duraderos en nuestra vida. Algunos traumas pueden ser más visibles, como las cicatrices físicas o las lesiones, mientras que otros pueden ser menos obvios, como los trastornos mentales o las dificultades emocionales. Pero ¿existe alguna técnica infalible en el abordaje de los traumas?

¿Qué es un trauma?

Los traumas son experiencias emocionales dolorosas que han dejado una marca duradera en nuestro ser. Estas experiencias pueden ser muy diversas: la pérdida de un ser querido, un accidente, una agresión, un abuso, una enfermedad, una guerra, un desastre natural, entre otras. En general, se trata de experiencias que nos han sobrepasado y nos han generado un sufrimiento profundo. Los traumas pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género, cultura o condición social.

Los traumas se caracterizan por haber alterado de forma significativa nuestra capacidad para procesar y regular emociones, pensamientos y comportamientos. En muchos casos, el impacto del trauma se prolonga en el tiempo y puede afectar nuestra vida en distintos ámbitos, como la salud mental, la salud física, las relaciones interpersonales, el trabajo, los estudios, entre otros.

Es importante tener en cuenta que el impacto del trauma no es igual para todas las personas. Algunas personas pueden superar un trauma con el tiempo y sin ayuda profesional, mientras que otras pueden desarrollar trastornos mentales o físicos a causa de un trauma. Además, la forma en que se manifiesta el trauma puede variar en función de la persona y de las circunstancias de la vida.

Síntomas de un trauma

Identificar si tenemos un trauma puede ser difícil, ya que los síntomas pueden manifestarse de muchas formas y no siempre son evidentes. Sin embargo, hay algunos indicadores que pueden señalar que estamos atravesando un trauma.

Estos síntomas son los que aparecen cuando tenemos un trauma sin cerrar:

·       Reexperimentación: las personas que han sufrido un trauma pueden revivir la experiencia traumática en forma de recuerdos, pesadillas, flashbacks o pensamientos intrusivos. Esto puede generar mucho sufrimiento y afectar la calidad de vida.

·       Evitación: el trauma puede hacer que evitemos ciertas situaciones, lugares o personas que nos recuerden la experiencia traumática. También podemos experimentar una disminución en el interés por actividades que antes disfrutábamos.

·       Hipervigilancia: las personas que han sufrido un trauma pueden estar en estado de alerta constante, lo que se manifiesta en síntomas como la ansiedad, la irritabilidad, la dificultad para dormir o sobresaltarnos durante el sueño.

·       Cambios emocionales y de comportamiento: el trauma puede afectar nuestra capacidad para regular las emociones y comportarnos de manera adecuada en situaciones sociales. Por ejemplo, podemos experimentar sentimientos de culpa, vergüenza, rabia o tristeza intensa y sin control.

·       Dificultades en las relaciones interpersonales: el trauma puede afectar nuestra capacidad para establecer relaciones saludables y duraderas con otras personas. Podemos sentirnos aislados, desconfiados, temerosos o incapaces de conectarnos con los demás.

¿Cómo sanar los traumas?

Los traumas son experiencias que nos impactan emocional y psicológicamente de manera profunda. Pueden ser causados por situaciones traumáticas como un accidente, una violación, un abuso, una pérdida significativa, una enfermedad grave o cualquier otra experiencia que amenace nuestra seguridad y bienestar. Los traumas pueden tener un impacto negativo duradero en nuestra vida, afectando nuestra salud mental, nuestras relaciones, nuestro trabajo y nuestra calidad de vida en general. Pero ¿cómo podemos sanar los traumas y superar el dolor del pasado?

Una terapia que ha demostrado ser efectiva en la sanación de traumas es el EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares). El EMDR es una terapia estructurada que se centra en el recuerdo de la experiencia traumática y la asociación de emociones y sensaciones físicas con esos recuerdos, mientras se realiza una estimulación bilateral del cerebro a través de movimientos oculares, sonidos o toques táctiles. La estimulación bilateral se realiza para ayudar a procesar y desensibilizar el recuerdo traumático, permitiendo que el cerebro integre la experiencia de manera más saludable y liberando los efectos negativos del trauma.

EMDR en la sanación de un trauma

El EMDR se basa en la idea de que los traumas se mantienen en la memoria de manera disfuncional, lo que significa que la memoria no se procesa adecuadamente y sigue teniendo un impacto negativo en la vida de la persona. La terapia EMDR utiliza la estimulación bilateral para ayudar a procesar la memoria traumática de manera más adecuada, lo que lleva a una reducción en los síntomas del trauma, incluso a su total desaparición.

El proceso de la terapia EMDR implica varias fases. En la primera fase, el terapeuta evalúa el historial clínico del paciente y establece un plan de tratamiento. En la segunda fase, el terapeuta trabaja con el paciente para identificar la experiencia traumática específica y los síntomas asociados. En la tercera fase, el terapeuta guía al paciente a través de la estimulación bilateral mientras se enfoca en la experiencia traumática y los síntomas asociados. En la cuarta fase, el terapeuta ayuda al paciente a procesar cualquier emoción o sensación física que surja durante la estimulación bilateral. Finalmente, en la quinta fase, el terapeuta evalúa el progreso y ayuda al paciente a integrar la experiencia de manera más saludable.

La terapia EMDR ha demostrado ser una terapia efectiva para tratar una amplia gama de traumas, incluyendo el trastorno de estrés postraumático (TEPT), abuso sexual, abuso emocional, trastornos de ansiedad, trastornos de pánico, fobias, trastornos de alimentación, trastornos del estado de ánimo, adicciones y otros problemas emocionales y psicológicos relacionados con experiencias traumáticas.

Los traumas, como vemos, son experiencias extremadamente dolorosas que pueden tener un impacto significativo en la vida de una persona. A menudo, los traumas pueden afectar la capacidad de una persona para funcionar en su vida cotidiana y pueden causar problemas de ansiedad, depresión y otros problemas emocionales. Es importante abordar estos traumas para poder recuperarse y seguir adelante con la vida. Como decíamos, la técnica en terapia que ha ganado popularidad por su eficacia en los últimos años para tratar los traumas es el EMDR. Esta técnica ayuda de manera eficaz a que la persona pueda recobrar el bienestar.

* Ángel Rull, psicólogo.