Técnica pionera en el mundo

Reeducar al cerebro: el Institut Guttmann descubre cómo reducir las secuelas tras extirpar un tumor

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Raúl González, paciente del Institut Guttmann, realiza ejercicios de neurorrehabilitación tras someterse a una cirugía cerebral.

Raúl González, paciente del Institut Guttmann, realiza ejercicios de neurorrehabilitación tras someterse a una cirugía cerebral. / Elisenda Pons

Beatriz Pérez

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El cerebro es un órgano tan complejo como delicado. Tanto, que la extirpación de un tumor cerebral se enfrenta siempre a un delicado reto de equilibrio: por un lado, hacer la mayor resección posible del mismo para que no queden restos; por otro, evitar las secuelas, algo que no siempre es posible. El Institut Guttmann,en Barcelona, es el primer centro del mundo en llevar a cabo una prehabilitación (ejercicios de rehabilitación que se realizan antes de la cirugía y que previenen lesiones) para reeducar al cerebro en su funcionamiento y que las secuelas tras la operación sean mínimas.

Una estimulación cerebral no invasiva, aplicada antes de la cirugía, evita la discapacidad de los 14 pacientes del ensayo

Su técnica funciona ("los resultados son mucho mejores de lo que esperábamos", dicen los médicos): ha sido eficaz y segura, y no ha causado ningún efecto adverso en 14 pacientes. Este ensayo clínico, denominado 'Prehabilita', acaba de publicarse en la revista 'Frontiers in Neurology'.

El Institut Guttmann confía en que el sistema de salud catalán incorpore pronto esta técnica

El Institut Guttmann está tan entusiasmado, que aspira a que su técnica forme parte de la cartera de servicios del sistema de salud catalán pronto. ¿Es cara? ¿Es posible? "Una quimioterapia o una inmunoterapia multiplican por 10 el coste de este servicio", apunta Gloria Villalba, neurocirujana del Hospital del Mar y colaboradora del proyecto. "Toda prevención es más barata que un tratamiento", apostilla junto a ella Raúl González, médico y uno de los pacientes del estudio. González fue operado de un tumor cerebral.

¿Qué es?

El ensayo clínico del Institut Guttmann consiste en aplicar técnicas de neuroestimulación no invasiva para modificar la actividad cerebral antes de una cirugía de tumor cerebral. El objetivo es reducir las secuelas físicas y cognitivas que suelen quedar tras la operación. "El 'Prehabilita' se basa en un concepto clave cuando hablamos del cerebro: el de plasticidad cerebral, que es la capacidad de este órgano para establecer nuevas conexiones que le permitan adaptarse a nuevas situaciones, como por ejemplo el envejecimiento o la aparición de tumores", ha explicado este martes en rueda de prensa Kilian Abellaneda, doctor en neurociencias y coinvestigador principal del proyecto.

El equipo médico del Institut Guttmann que ha llevado a cabo el ensayo clínico.

El equipo médico del Institut Guttmann que ha llevado a cabo el ensayo clínico. / Elisenda Pons

El cerebro es una enorme red formada por centenares de miles de elementos interconectados entre sí. Hay regiones del cerebro que se ocupan del lenguaje, otras del movimiento, otras de la memoria. Así, por ejemplo, si los médicos deben operar un tumor que está muy cerca de un área que se encarga del lenguaje, esta neuromodulación, aplicada por el Institut Guttmann, busca inhibir durante un tiempo esta área, para que sean otras regiones (también implicadas en el lenguaje pero que actúan menos) las que se encarguen de esta función. En otras palabras, la técnica consiste en reeducar al cerebro para que utilice regiones que hasta ahora no usaba o usaba menos.

'Prehabilita' es 10 veces más económica que tratamientos como la quimioterapia o la inmunoterapia

"Rutas alternativas"

"Nosotros no inventamos ninguna red cerebral, no cambiamos el cableado del cerebro. Con la neuromodulación lo que hacemos es que el 'interruptor' más activo en una determinada función [como, por ejemplo, el lenguaje] esté inhibido y que se activen rutas alternativas, esto es, otros 'interruptores' que también juegan un papel en esta determinada función. Se produce así un reaprendizaje del cerebro, al obligarlo a utilizar áreas infrautilizadas", ha explicado Josep Maria Tormos, doctor en Medicina y coinvestigador principal del proyecto. La técnica de 'Prehabilita' consiste en la estimulación cerebral no invasiva de tipo inhibitorio.

Hasta ahora, había muy pocos casos descritos de "prehabilitación". Los estudios eran pocos y se habían hecho con "dos o tres pacientes". En este ensayo, el Institut Guttmann trabaja con 14 pacientes, una "magnitud relevante". "La prehabilitación es un concepto que hace años circula en pacientes quirúrgicos complejos, que consiste en prepararlos antes de la intervención para tener menos complicaciones después", ha señalado la directora asistencial del Institut Guttmann, Montserrat Bernabeu.

Este centro tiene una larga experiencia en "estimulación cerebral no invasiva". "Hemos visto que esto, junto a un entrenamiento personalizado a nivel motor o del lenguaje, dependiendo de a qué área afecte el tumor, nos permite poner el cerebro de una persona en la mejor situación para afrontar la cirugía", ha añadido Bernabeu. Según ella, el presentado este martes es un "descubrimiento de mucha relevancia".

¿En qué consiste?

Sesión de neuromodulación en un paciente.

Sesión de neuromodulación en un paciente. / Institut Guttmann

La prehabilitación consiste en unas 10 y hasta 20 sesiones de cuatro horas cada una. La neuromodulación, parte de esta prehabilitación, dura media hora. Se realiza a través de la colocación de un neuroestimulador en la zona frontal del paciente, que durante unos minutos inhibe esas zonas que rodean al tumor. Posteriormente el paciente realiza ejercicios de coordinación, secuenciación, equilibrio, memorización o incluso actividades como tocar el piano o nadar en la piscina.

"Los cirujanos buscamos no solo dar años de vida a nuestros pacientes, sino calidad de vida. Los nuestros son pacientes delicados que van a enfrentarse a una cirugía que puede dejarle secuelas", ha explicado la doctora Villalba. Las secuelas siempre dependen de la zona donde se encuentre el tumor. Los canditatos a someterse a esta prehabilitación son todos los pacientes que tengan una lesión cerca de un "área elocuente" del cerebro. La prehabilitación dura unas dos o tres semanas. Hay pacientes que no tienen tiempo para hacerla porque deben ser operados inmediatamente, pero algunos pueden esperar. Y estos últimos son los que se pueden beneficiar de esta técnica pionera que ahora el Institut Guttmann aspira a que se implante en todos los hospitales.