Salud mental

Aumentan los menores de 25 años adictos al juego, sobre todo a casinos y apuestas 'online'

La Unidad de Juego Patológico de Bellvitge alerta de que ni sanitarios ni familias están "llegando a tiempo" para prevenirlo

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'Adictos a la pantalla'

'Adictos a la pantalla' / Atresmedia

ACN

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Las adicciones al juego aumentan entre los jóvenes. La jefa de la Unidad de Juego Patológico y Adicciones Comportamentales del Hospital de Bellvitge, Susana Jiménez, alerta en una entrevista a la agencia ACN de que la franja en la que más ha aumentado este trastorno es la de los menores de 25 años y que el juego estratégico, como las apuestas deportivas o los casinos, se han incrementado mucho. En cambio, cuando esta unidad de referencia abrió en 2005, la mayoría de pacientes eran hombres de mediana edad con una adicción a las máquinas tragaperras. Jiménez pide proteger a los adolescentes y jóvenes como el colectivo de riesgo y reclama campañas de prevención ya desde la escuela: "Vemos que no llegamos a tiempo porque no tienen la percepción de que sea un riesgo".

Hace unos días trascendió que Barcelona acogerá la mayor feria de casinos y apuestas del mundo, el ICE, que a partir del 2025 abrirá puertas en el recinto ferial de Gran Via. A tres kilómetros, el Hospital de Bellvitge conoce la otra cara de los casinos y apuestas, la de las personas que han perdido su control en el juego. La captación de la feria fue criticada enseguida por el conseller de Salut, Manel Balcells, por promover un modelo de sociedad "donde siempre pierden los más vulnerables".

Según un informe sobre trastornos comportamentales del Ministerio de Sanidad de 2022 (encuesta EDADES), se calcula que el 1,7% de la población "mostraría un posible juego problemático o trastorno del juego". En 2009, el Departament de Salut ya había hecho aflorar en un informe pionero que el 2% de la población en Catalunya se considera jugador de riesgo; un 0,5%, jugador problemático y un 0,2% jugador patológico.

En una entrevista en ACN para hablar de estas adicciones, Jiménez indica que la prevalencia del juego de riesgo en grupos específicos de mayor vulnerabilidad, como los jóvenes, supera el 4%. La unidad de Bellvitge atendió el pasado año a 38 menores de 25 años, que representaban el 18% de los 267 pacientes atendidos, mientras que en el 2005, cuando se puso en marcha, fueron 28 jóvenes (7%).

En 2005, lo que se conoce como juego no estratégico centraba el 84% de las consultas. Durante estos años, la adicción al juego en máquinas tragaperras ha ido retrocediendo, con 93 pacientes en 2022 (43%), y el juego estratégico, que era residual en 2005 (1,5%), prácticamente lo ha igualado (83 pacientes, el 39%, el pasado año). Las consultas por trastorno del juego virtual han pasado de ser prácticamente inexistentes en 2005 a llevar a la unidad a 38 pacientes el año pasado (18%).

"La propia actividad de juego comporta un riesgo", afirma la jefa de la unidad, quien señala que después hay factores de riesgo que se van sumando, como los sociodemográficos. Los hombres han representado durante todos estos años en torno al 90% de los pacientes atendidos en la unidad. Más de la mitad (52%) era de grupo social bajo y el 31%, bajo-medio. El 58% de los pacientes tiene estudios primarios y el 44% no trabaja. Jiménez habla del estatus socioeconómico bajo como factor de riesgo, por las fantasías que se atribuyen al juego de pensar que se pueden resolver problemas económicos o conseguir dinero fácil a través de los premios que se obtengan.

Otro factor de riesgo para desarrollar un trastorno del juego y otros problemas de salud mental es haber empezado a jugar a una edad precoz. Jiménez expone que en un estudio realizado a nivel estatal observaron que el 36% de los pacientes por adicción al juego habían empezado a jugar antes de la edad legal, los 18 años. Jiménez advierte, además, del impacto que comporta acumular deudas importantes debido a la adicción desde muy jóvenes: "Empezarán la vida adulta con esta deuda y eso les complica la situación vital".

Prevención ya en edad infantil

Jiménez, que también es jefa del nuevo Servicio de Psicología Clínica del hospital, pide realizar campañas de información y prevención del juego con dinero. Para Jiménez, las campañas deberían empezar en la edad infantil: "Empecemos a hacer campañas cuando ya son mayores. Vemos que no llegamos a tiempo porque no tienen la percepción de que esta actividad sea un riesgo".

El gobierno español introdujo en 2020 importantes limitaciones a la publicidad del juego, que quedó restringida en la madrugada y prohibió su uso de famosos como reclamo. Jiménez valora esta regulación, pero cree que debe seguir avanzando, también en otros ámbitos, como el de la investigación para mejorar la detección de los factores de riesgo o los tratamientos.

14.000 personas en el registro de autoprohibición

Jiménez añade que la autoexclusión del juego es una medida "muy eficaz" pero que todavía "se utiliza poco" y pide incluirla en las campañas de prevención. Las personas que sufren una adicción al juego o están en riesgo de sufrirla pueden solicitar de forma voluntaria que les sea prohibida la entrada en salones de juego, casinos y bingos. Actualmente existen 14.095 personas inscritas en el registro de prohibiciones, según datos del departamento de Economía.

La mayoría de pacientes no recaen dos años después

Eso sí, la jefa de la unidad percibe que cada vez hay más conciencia del problema entre los pacientes que llegan al hospital, que minimizan menos la adicción y las consecuencias que conlleva, como el sufrimiento personal en forma de aislamiento y irritabilidad; la pérdida de relaciones familiares y la acumulación de grandes deudas.

En muchos casos, los pacientes acuden muy presionados por las familias y la mayoría admiten que tienen un problema de juego y que se quitaron un peso de encima cuando en casa descubrieron la situación y le hicieron frente. La mayoría de pacientes llegan a la unidad de Bellvitge derivados por la atención primaria.

Jiménez señala que las adiciones comportamentales y el trastorno al juego tienen una respuesta "bastante favorable al tratamiento" y que lo que suele ser más difícil es esta situación previa a reconocer la adición. Dos años después de iniciar el tratamiento, cuando termina el período de seguimiento, el 70% de los pacientes no han recaído y, aunque en el otro 30% la evolución sea más complicada, no quiere decir, remarca, que no acaben superando la adicción.