La pandemia silenciosa

La falta de psiquiatras y psicólogos acentúa la desigualdad territorial en la salud mental de Catalunya

Salut refuerza los servicios con "nuevos perfiles profesionales" como trabajadores, educadores o terapeutas

BARCELONA 25/11/2022 Sociedad Hospital de Día de niños y adolescentes del Clínic de Barcelona atiende fundamentalmente a menores, de entre 8 y 17 años, con trastornos mentales graves (psicosis, depresión), trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y trastornos del espectro autista. FOTO de RICARD CUGAT

BARCELONA 25/11/2022 Sociedad Hospital de Día de niños y adolescentes del Clínic de Barcelona atiende fundamentalmente a menores, de entre 8 y 17 años, con trastornos mentales graves (psicosis, depresión), trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y trastornos del espectro autista. FOTO de RICARD CUGAT / Ricard Cugat

Beatriz Pérez

Beatriz Pérez

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Acceder a un recurso de salud mental no es igual de fácil para los que viven en Lleida que en Barcelona. La mayoría de servicios y profesionales están concentrados en la capital catalana. Fuera del área metropolitana, es más difícil. Son desigualdades que ocurren, también, dentro de las diferentes provincias. Por ejemplo: una madre denuncia en EL PERIÓDICO que tiene que conducir una hora y media cada vez que su hija (con un trastorno de la conducta alimentaria, TCA, un trastorno límite de la personalidad y que ha pasado varios intentos suicidas) tiene crisis de ansiedad o pensamientos intrusivos. Viven en Tremp y han de desplazarse a Lleida.

"Aunque no tenemos datos, sabemos, por las familias, que hay mucha desigualdad territorial. Familias de toda la geografía catalana se dirige a nuestra asociación porque los centros [especializados en TCA] están todos muy centralizados en Barcelona", señala Bárbara Alcaide, psicóloga de la Associació Contra l'Anorèxia i la Bulímia (Acab). "En otras comarcas no tienen recursos. Sobre todo estamos hablando de psiquiatras especializados en TCA", explica.

"En Catalunya, para ser atendido en una unidad especializada en TCA hay que venir a Barcelona"

En la misma provincia de Barcelona existe esta desigualdad. "Está todo centralizado en Barcelona capital o Barcelona metropolitana. Hay personas de muchas zonas de la provincia que se deben desplazar a la capital para acceder a una unidad especializada en TCA", cuenta Alcaide. En Barcelona, dos hospitales tienen una unidad de TCA infanto-juvenil (Sant Joan de Déu y el Clínic) y otros dos para adultos (Bellvitge y Sant Pau).

Pero fuera de la capital, hay hospitales generales con unidades de psiquiatría no especializadas en TCA (aunque pueden tener profesionales formados en esta problemática). "En Catalunya, para ser atendido en una unidad especializada en TCA hay que venir a Barcelona", apunta Alcaide. Aunque Catalunya ha reforzado en los últimos años la salud mental, Salut se ha visto obligada a ampliar las plantillas con "nuevos perfiles profesionales" porque no hay psiquiatras ni psicólogos.

Falta de profesionales

El "problema" es que hay "pocos profesionales", señala Narcís Cardoner, director del Servei de Psiquiatria del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona) y presidente de la Societat Catalana de Psiquiatria, que forma parte de la Acadèmia de les Ciències Mèdiques. "Creo que sí hay recursos. Pero también hay una falta tan marcada de psiquiatras y psicólogos clínicos, y Barcelona tiende a aglutinar muchos de estos profesionales", añade Cardoner. Hay zonas "remotas" del Pirineo donde, pese a haber recursos, no hay profesionales que quieran ir allí a trabajar. "La falta de psiquiatras impide cubrir de forma homogénea todas las plazas".

Sin embargo, se ignora cuántas plazas están sin cubrir en hospitales generales, centros de salud mental de adultos (CSMA), centros de salud mental infanto-juvenil (CSMIJ), hospitales de día... Hay centros en Lleida o en la zona metropolitana norte de Barcelona con plazas sin cubrir desde hace tiempo. "En cambio, los hospitales y centros de Barcelona están más cubiertos. Insisto en que no es que no tengamos recursos -se ha invertido en salud mental en los últimos años-, sino en que hay pocos profesionales", dice Cardoner. Tienen que ver en esto, como en toda la medicina en general, las jubilaciones que no pueden ser cubiertas. "No ha habido previsión".

Según la Conselleria de Salut, las ratios en Catalunya son de 12 psicólogos por 100.000 habitantes (el doble que en el resto de España) y de 14 psiquiatras por 100.000 habitantes (11 en España). Aun así, son cifras muy inferiores a las de la media Europa (18 psicólogos y 38 psiquiatras por 100.000 habitantes).

El coordinador del Centre de Salut Mental d'Adults Benito Menni de L'Hospitalet de Llobregat y vocal de la junta de gobierno del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya, Óscar Pino, certifica que la falta de especialistas es un "problemón". "No tenemos tasa de reposición: se jubila más gente de los especialistas que se generan".

Más lista de espera

La falta de profesionales lleva a que las listas de espera para acceder a estos recursos sean largas. Por ejemplo, en Lleida hay una media de tres meses para acceder a una primera visita en un CSMA o CSMIJ. "La gente que puede se va a la privada, pero la mayor parte de las familias hoy en día tienen problemas económicos serios", apunta Josep Lavin, presidente de la coordinadora de Salut Mental Catalunya-Terres de Lleida.

Pese a la situación mejorable, Catalunya es una de las autonomías que más ha invertido, en los últimos años, en salud mental. Ha invertido en un plan de prevención del suicidio y en el Codi Risc Suïcidi, un programa protocolizado de actuaciones asistenciales y preventivas de la conducta suicida. "Cuando hay una urgencia, siempre es atendida. Aunque no en todos los hospitales hay urgencias psiquiátricas, todos tienen su hospital de referencia. Pero hemos de mejorar la accesibilidad", admite Joan Vegué, director del Pla directori de Salut mental i Addiccions de Salut.

Vegué destaca que el año pasado Salut puso en marcha programas de atención a las crisis a domicilio en el ámbito infanto-juvenil, algo que acabará de desplegarse en junio de este año. Es una especie de ampliación del trabajo de los CSMIJ, pero en los domicilios. De momento hay desplegados 27 y en junio lo tendrán los 52 CSMIJ de Catalunya. Esto representa un incremento de tres profesionales por centro, pero, como reconoce Vegué, estos no son psicólogos ni psiquiatras, sino "nuevos perfiles profesionales": trabajadores, educadores o terapeutas.

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