Chequeo a la sanidad pública

La telemedicina tras el covid: "Hay cosas que se deben visitar siempre"

Médicos y enfermeras defienden un modelo equilibrado entre la atención presencial y la virtual

Las 'e-consultas' pusieron en evidencia la brecha digital en el grupo de población de más edad

BARCELONA 20/01/2023 SOCIEDAD. Chequeo a la Sanidad. Saturación de urgéncias en la Vall d'Hebrón. AUTOR: MANU MITRU

BARCELONA 20/01/2023 SOCIEDAD. Chequeo a la Sanidad. Saturación de urgéncias en la Vall d'Hebrón. AUTOR: MANU MITRU / Manu Mitru

Beatriz Pérez

Beatriz Pérez

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La telemedicina existía antes de la pandemia, pero el covid-19 extendió su uso. La población de Catalunya pasó a estar familiarizada, como nunca antes, con herramientas como La Meva Salut. Todo el mundo sabe ya qué son las 'e-consultas': preguntas virtuales que el paciente hace al médico o enfermera de familia para cuestiones que no necesitan presencialidad.

"Ahora lo que estamos haciendo es racionalizar su uso. Hemos visto que puede ser útil para resolver las necesidades de algunos pacientes", explica Meritxell Sànchez-Amat, médica del CAP Besòs y presidenta del Fòrum Català d'Atenció Primària (Focap). La pandemia, reconocen los sanitarios, obligó a recurrir más a la telemedicina en un momento en que los CAP estaban monopolizados por el covid-19.

"A nosotras, las enfermeras, nos gusta ver a las personas presencialmente. La telemedicina se ha llevado a un extremo y ahora buscamos un equilibrio", subraya Ester Giménez, presidenta de la Associació d'Infermeria Familiar i Comunitària (Aificc). Hay visitas que no requieren que el paciente visite el CAP. Giménez pone como ejemplo el seguimiento, que se puede hacer a través de las 'e-consultas', de pacientes que se han descompensado un poco.

"Pero debemos tener en cuenta que tiene que haber un equilibrio y que la telemedicina puede ser una barrera para la gente mayor", reconoce esta enfermera. La brecha digital quedó de manifiesto en plena pandemia, cuando Catalunya aprobó la obligatoriedad de utilizar el certificado covid para entrar en los bares, restaurantes, gimnasios y residencias. Se accedía a él a través de La Meva Salut y se llevaba guardado en el móvil

Sin habilidades tecnológicas

Pero muchos ancianos no disponen de internet ni de un 'smartphone', y tampoco poseen las habilidades tecnológicas necesarias para acceder a la web. Esta brecha digital también afectó a las personas migrantes que, por cuestiones lingüísticas, se quedaron fuera del sistema.

Precisamente esa brecha digital lleva a que mucha gente vaya al CAP o a las urgencias hospitales y centros de salud porque no saben cómo solicitar una visita vía internet. "Debemos pensar en estas personas, mayores y gente con barreras idiomáticas, y que puedan acceder al sistema", valora Giménez.

"La pandemia nos obligó a utilizar el teléfono móvil de una manera intensiva. Pusimos en marcha llamadas, videollamadas, correos electrónicos, 'apps' como La Meva Salut'...", dice, por su parte, Jaume Sellarès, médico de familia del CAP Sardenya y vicepresidente del Col.legi Oficial de Metges de Barcelona (Comb).

El recurso de las urgencias

No hay cifras sobre cuánto se ha impulsado la telemedicina en los CAP en los últimos tres años, pero es una realidad que todos los sanitarios reconocen y, en general, valoran positivamente, si bien hay pacientes que se quejan de ello. "Desde la pandemia, muchas visitas son por teléfono. La gente acaba yendo a las urgencias y ahí hay muchísimos pacientes", se quejaba, el pasado diciembre en EL PERIÓDICO, Maria Guardia, una vecina de Sant Andreu que tenía que esperar un mes para que la viera su médico de cabecera.

"Si tienes dolor de barriga, el médico debe verte y explorarte. Pero, por ejemplo, en época de covid, tener fiebre y tos era sinónimo de tener covid y eso podía resolverse telemáticamente", opina Sellarès. Cree que, con las personas jóvenes, sí se puede utilizar más "esta vía". Aunque insiste: "Hay cosas que se deben visitar siempre". Y cada vez los médicos de cabecera hacen más visitas, entre las presenciales, telefónicas y 'e-consultas'.

Además, Sellarès reivindica que la accesibilidad (un aspecto muy denunciado por la ciudadanía, pues hay quienes tienen que esperar hasta 30 días, como Maria Guardia, para que lo vea su médico de familia) debe ser algo "global" del sistema sanitario y no solo responsabilidad de los centros de salud. "¿Qué más da que el médico te atienda si te pide una prueba complementaria y el hospital no te la da hasta dentro de seis meses?", concluye Sellarès.

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