Proyecto de la Diputación de BCN

Jóvenes vulnerables de la Gran Barcelona se reivindican a través del cortometraje: "Nos suelen infravalorar"

De Badalona a Sabadell, los aspirantes a cineastas explican a EL PERIÓDICO la importancia de poner en valor sus barrios

Adolescentes de Mataró participarán en el programa "Salto del eje" para la creación y producción de cortometrajes

DATOS | Los barrios de Barcelona que más población pierden y los que más crecen

Seynabou Gueyes y Daniel Yebes, dos jovenes participantes del programa . Foto Laura Guerrero

Seynabou Gueyes y Daniel Yebes, dos jovenes participantes del programa . Foto Laura Guerrero / Laura Guerrero

Clàudia Mas

Clàudia Mas

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Cámara en mano y con la firme determinación de dar voz a sus inquietudes a través del lenguaje audiovisual. Así se reivindican múltiples jóvenes de siete barrios vulnerables de grandes ciudades de la provincia de Barcelona que han participado en el ‘Salto del eje’, un proyecto de creación de cortometrajes documentales dirigidos por ellos mismos. 

Badalona (en el barrio de La Salut); Sabadell (Torre Romeu); Mataró (Cerdanyola); Santa Coloma de Gramenet (Fondo); Cornellà de Llobregat (Sant Ildefons); Sant Boi de Llobregat (Camps Blancs); y Manresa (Pare Ignasi-El Xup) fueron los escenarios donde cerca de 70 adolescentes de entre 10 y 18 años grabaron y produjeron sus cortos. 

El aprecio al barrio y “la falta de consideración” son las principales razones que esgrimen los jóvenes para participar en el proyecto. También la necesidad de visibilizar su hogar como denominador común: “Nunca se nos ha dado la importancia que merecemos. Además, desde la administración se nos identifica como un distrito externo”, reivindica Farah Bentaleb (15 años), participante del corto de Manresa y presidenta de la Comisión de Jóvenes de su barrio, Pare Ignasi-El Xup.

Jóvenes participantes del programa durante la proyección de los cortos

Jóvenes participantes del programa durante la proyección de los cortos / Laura Guerrero

Jóvenes y cine

El proyecto 'Salto del eje’ se presenta como una iniciativa impulsada por el Alto Comisionado Contra la Pobreza Infantil y respaldada por el Ministerio de Cultura y Deportes y la Diputación de Barcelona (DIBA). Se erige con la vocación de convertirse en una escuela de cine que busca el empoderamiento juvenil. Los siete cortometrajes se presentaron la noche del pasado 20 de diciembre, víspera del Día Internacional del Corto en el Espacio Francesca Bonnemaison de la DIBA a la que asistió EL PERIÓDICO.

La diputada responsable del Área de Sostenibilidad Social, Ciclo de Vida y Comunidad de la Diputación, Alba Barnusell, también alcaldesa de Granollers, mostró su “absoluta satisfacción ante los resultados del proyecto y su elaboración”. “Se pretende exprimir el lenguaje audiovisual, muy propio de los adolescentes, para que puedan hablar de diferentes temas que les interpelen”, añade orgullosa de los cortometrajes que, recuerda, han sido proyectados en distintos festivales (el de Cine de San Sebastián, el Festival FILMETS o D'A Film Festival).

Esta no es la primera vez que el Alto Comisionado busca complicidades con las instituciones locales para desarrollar un proyecto de estas dimensiones. Antes de desembarcar en la Gran Barcelona se llevó a cabo en el Campo de Gibraltar, donde participaron unos 200 adolescentes.

Las pantallas, tema protagonista

Los participantes del proyecto -de múltiples nacionalidades y sin ninguna experiencia cinematográfica previa- han sido formados por un equipo de profesionales del sector que ha combinado conocimientos teóricos (planos y guionización) con prácticos (rodaje y postproducción). “Se les ha dado una libertad absoluta para escoger los temas sobre los que querían rodar”, comenta uno de los formadores de Cornellà, Quim Ribalta

En el caso de los nueve jóvenes de Cornellà, que provienen de la biblioteca Sant Ildefons, estos elaboraron el corto de ‘Desconectados’, uno de los que tuvo mejor acogida durante la presentación. Este documental retrata el vínculo con el teléfono móvil y la tecnología, es decir, la relación de los jóvenes con las pantallas.

“A través del proyecto nos hemos dado cuenta de la importancia de las herramientas que tenemos a nuestra disposición y con las que podemos hacer mucho daño. Existe el ciberbullying, el acoso, la falta de concentración o la adicción”, reflexiona antes de la presentación del cortometraje Daniel Yebes (15 años), participante del proyecto. Por su parte, Seynabou Gueyes (13 años) añade con una sonrisa de oreja a oreja: “La experiencia ha sido irrepetible y nos ha permitido tomar conciencia que nos aporta más salir a la calle con los amigos y no quedarnos enganchados al móvil”. 

“Es paradójico, porque al final elaboran un proyecto tecnológico. Pero fue un momento de serenidad y de reflexión. Los adolescentes fueron capaces de analizar la situación y ver el registro de problemas que puede traer el móvil: cómo puede afectar el sueño, a la atención, a la relación con los compañeros y con el resto de la sociedad que es parte del problema”, comenta el formador. La Federación Pantalla ha sido la encargada de proporcionar los instructores y facilitar el equipo técnico necesario.

Farah Bentaleb y Hamza Essaguir, dos jóvenes participantes del programa . Foto Laura Guerrero

Farah Bentaleb y Hamza Essaguir, dos jóvenes participantes del programa . Foto Laura Guerrero / Laura Guerrero

“Queremos hablar de nuestro barrio”

Los jóvenes de Sabadell (con el cortometraje ‘Nuestro Barrio’), Santa Coloma (‘La pandilla unida de Fondo’), Badalona (‘Esto no es Disneyland’) y Manresa (‘Autorretrato de un barrio de Manresa’) optaron por proyectos de kilómetro cero: protagonizados por la gente del barrio (o en alguno de los casos por ellos mismos) y grabados también en el mismo entorno en el que viven.

Farah Bentaleb (15 años, Manresa) destaca la importancia de visibilizar su barrio: “Desde el cortometraje, quisimos reivindicar cuáles han sido nuestros principios a través de imágenes antiguas y actuales que reflejan nuestra realidad. Es un barrio que, sinceramente, no ha experimentado el desarrollo adecuado”. Así, Bentaleb recuerda que “todo lo que se ha conseguido” es fruto del trabajo de la Asociación de Vecinos. “El cortometraje nos ha dado voz, porque si no, parecería que siempre quedamos olvidados”, asegura. También de Manresa, Hamza Essaguir (13 años) reflexiona que a través del proyecto han tejido (“aún más”) la red del barrio: “Por fin podemos reivindicar cuál es nuestro sitio, nuestra casa, y recuperar nuestra voz”. 

“Les amplía la mirada”

“Hablan de su barrio, a menudo despreciado. Han creado conexiones con gente que no conocían. Esto les amplía la mirada”, expone Emma López, técnica de Acción Social del Ayuntamiento de Sabadell, quien ha seguido sigilosamente todo el proceso de la mano de los participantes de la ciudad y de la DIBA: “Han vivido algo que quizás nunca en la vida se habrían planteado hacer y les facilita poder conectar con algo que va más allá de su propio barrio”. 

Una de las participantes del instituto La Serra de la Torre Romeu (Sabadell), Maria Giménez (16 años), concluye que el corto les ha permitido romper con el estereotipo que su barrio es “peligroso”: "Hemos convertido en protagonistas la gente del barrio y así demostrar que nuestro entorno es tranquilo".

Maria Gimenez  participante del programa 'Salto de eje' durante la proyección de los cortos.

Maria Gimenez participante del programa 'Salto de eje' durante la proyección de los cortos. / Laura Guerrero

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