BCN, L'Hospitalet y Santa Coloma, las ciudades metropolitanas más vulnerables al calor extremo

Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de Gramenet, tres de los municipios catalanes más poblados y que integran a unos dos millones de habitantes, concentran la gran mayoría (concretamente, un 72,3%) de las zonas del área metropolitana de Barcelona consideradas como 'vulnerables' al calor extremo.

Específicamente, al calor relativo a temperaturas máximas superiores a 30º C (ver metodología al final del reportaje), las cuales han ocasionado, incluso con picos superiores a los 35º C, "uno de los julios más cálidos medidos en Catalunya", según el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat).

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Así lo concluye el estudio 'Vulnerabilidad de la población al calor extremo', editado por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) a partir del Trabajo de Fin de Máster en la Universitat de Barcelona de la autora Julia Isabella Cannata. A pesar de que el informe es de diciembre de 2018, fuentes del AMB aseguran que se halla en plena actualización incorporando los datos de las olas de calor de este verano y que, en la nueva versión, los indicadores en relación a las ubicaciones metropolitanas radiografiadas serán "muy parecidos".

Para calcular la vulnerabilidad, el estudio utiliza como unidades de referencia las agrupaciones censales, áreas de estudio desarrolladas por la Sección de Estudios Territoriales del AMB, que son conjuntos de secciones censales que agrupan a unos 4.500 habitantes.

De las 411 agrupaciones censales metropolitanas analizadas, unas 220 áreas son catalogadas con tres grados de vulnerabilidad: 'muy alta', 'alta' y 'moderadamente alta'. De ellas, 122 (el 55,45%) están en Barcelona, 21 (el 9,54%) en L'Hospitalet y 16 (7,27%) en Santa Coloma.

Así, entre las quince agrupaciones censales más vulnerables están Can Borràs, Trinitat Vella y el Mercat de la Mercè (Barcelona), la primera de vulnerabilidad 'muy alta' y las otras de vulnerabilidad 'alta'; La Torrassa-Plaça Pirineus y La Florida-Parc dels Ocellets (L'Hospitalet de Llobregat), todas de vulnerabilidad 'alta'; o Santa Rosa-Pirineus, Rambla del Fondo y Can Mariner (Santa Coloma), también de vulnerabilidad 'alta'.

Los indicadores de vulnerabilidad

Para concluir qué zonas metropolitanas son más vulnerables al calor extremo, el estudio toma en consideración distintos indicadores relacionados con las características de la población. Por ejemplo, tiene en cuenta la proporción de población de más de 65 años en las ciudades; la cantidad de personas que viven solas; la ciudadanía con bajos ingresos económicos; el número de hogares en alquiler; o el índice de densidad de vegetación en las diferentes áreas.

El estudio tiene en cuenta indicadores como bajos ingresos económicos y población mayor de 65 años

"A diario vemos cómo sufren el calor las personas mayores que vienen a comprar a nuestra parada", comenta Sergio Ortiz, propietario de la carnicería Soler Capella del mercado de Fondo, una de las áreas metropolitanas más vulnerables al calor. "Este verano vemos que el género está sufriendo más que otros, además de que a ciertas horas, por ejemplo de 14:00 h a 16:00 h, el mercado es un desierto", concluye Ortiz.

Según el estudio, el ranking de vulnerabilidad lo lideran las siguientes cinco agrupaciones censales metropolitanas de vulnerabilidad 'muy alta', por este orden: Les Fontetes (Cerdanyola del Vallès); Can Borràs (Barcelona); Badia vora Riu Sec (Badia del Vallès); Can Mas (Ripollet); Badia vora Barberà (Badia del Vallès).

Aparte, también tienen presencia áreas vulnerables de otras grandes ciudades metropolitanas, como por ejemplo Camps Blancs (Sant Boi de Llobregat); Sant Ildefons Oest (Cornellà de Llobregat); Can Vidalet (Esplugues de Llobregat); Montserratina-Mas Rates (Viladecans); o La Salut Centre (Badalona).

La vivienda, determinante

Stephanie Lonsdale, lectora de 66 años que a finales de julio envió a EL PERIÓDICO una carta en la que ponía en valor el Parc de la Trinitat como espacio para resguardarse del calor, asegura que "la piscina municipal nos ha salvado este verano". Vecina de Trinitat Vella, una de las áreas más vulnerables al calor destacadas por el estudio del AMB, Lonsdale dice pasarlo mal por cómo afecta la canícula a "la mayoría de vecinos del barrio, de más de 80 años y en pisos sin ascensor".

"Lo paso mal por la mayoría de vecinos del barrio, de más de 80 años y sin ascensor"

Sobre las zonas más vulnerables al calor que subraya el informe del AMB, hay que tener en cuenta que, en su esencia, las mismas coinciden con las que ejemplifica el Índice de Vulnerabilidad Urbana (IVU) que estudia el Institut d'Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona (IERMB). Este otro indicador determina que L'Hospitalet, Santa Coloma, y Barcelona, a las que se añade Badalona, son las grandes ciudades metropolitanas con mayor proporción de población habitando "ámbitos con vulnerabilidad extrema".

Para tal categorización, el IERMB toma como referencia indicadores de vulnerabilidad muy similares a los del estudio de la vulnerabilidad al calor del AMB: proporción de población con renta baja; cantidad de población de más de 75 años; precio medio del alquiler; porcentaje de viviendas en "estado deficiente"; o densidad de población, entre otros.

En los Bloques de La Florida, en L'Hospitalet, foco local de precariedad -viviendas muy reducidas y degradadas- donde los agentes sociales coinciden en la necesidad de una remodelación urbanística radical, este verano también están sufriendo intensamente el calor. Juliana y María, dos vecinas del barrio, explican que "en casa no tenemos aire acondicionado, no podemos abrir las ventanas debido al ruido de los botellones y gritos que hay en la calle y lo pasamos muy mal porque al día siguiente debemos ir a trabajar".

"Estamos acusando mucho más el calor que otros veranos", asume Fidel Sánchez (75 años), presidente de la Asociación de Vecinos de Fondo, barrio entre las zonas más vulnerables al calor del estudio del AMB, quien hace alusión al fenómeno agravado de los efectos del calor en la abultada población envejecida de Fondo, barrio más poblado de Santa Coloma (16.709 habitantes, según datos municipales del 2021). "A diario veo a gente con ventiladores por la calle", concluye Sánchez.

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