Crisis hídrica
"Sentimos nostalgia": la sequía fuerza el adiós a las barcas de un parque de Sabadell tras 32 años
El nivel del agua del lago artificial ha bajado hasta el 50% de sus capacidades y las embarcaciones ya no pueden navegar
MAPA | Consulta los municipios de Catalunya que están en emergencia por sequía
Clàudia Mas
Periodista especializada en el Vallès. Aprendí en el diario digital iSabadell y he trabajado en medios de prensa de información local como el Diari de Sabadell y de Bellaterra, así como en redacciones de escala catalana, como VilaWeb. Me he acercado a la política sabadellense codirigiendo el documental 'Els Residus del Mercuri'.
"Siento mucha nostalgia, pero si no llueve tenemos que asumir todas las consecuencias". Es una de las respuestas recogidas por EL PERIÓDICO entre los usuarios del servicio de alquiler de embarcaciones ubicado en el lago del Parc Catalunya de Sabadell (Vallès Occidental), obligado a bajar la persiana este lunes 1 de abril debido a la situación de sequía que afecta a Catalunya que prohíbe el llenado total o parcial de los lagos artificiales.
El pasado febrero, la Generalitat de Catalunya declaró la fase de emergencia 1 por escasez de agua en los 202 municipios que forman parte del sistema Ter-Llobregat, entre ellos Sabadell. Este Lunes de Pascua es el último día en el que el servicio ha estado en funcionamiento tras 32 años. Así, barcas y patines de agua se despiden indefinidamente a la espera de un nuevo aviso por parte del Govern.
"Actualmente, el agua del lago está alrededor del 50% de su capacidad y disminuye cada día debido a la evaporación y a múltiples fugas. La distancia entre el suelo y las embarcaciones se reduce cada día, impidiendo su navegación", explica Domènec Melé, gerente del bar de L'Embarcader, responsable del servicio de alquiler. Él predice que, con una nueva concesión en 2026, el servicio volverá a operar. "Esperamos que dentro de un año y medio, con el proyecto de la nueva concesión, tengamos un modelo más moderno que permita una navegación óptima y reactive el servicio de alquiler aquí en el Parc Catalunya, pero por ahora tenemos que hacer un paso atrás y adaptarnos a la situación actual", asegura.
Sabadell ha albergado este servicio desde 1992, año de los Juegos Olímpicos en Barcelona, y además con la peculiaridad que desde entonces han operado las mismas barcas, las que ahora se desguazarán. El gerente confirma que durante estos años "solo se han hecho pequeñas reparaciones".
De todos modos, Melé explica que la situación de las últimas semanas ha sido "bastante complicada", ya que se han colocado boyas en las esquinas del lago porque por allí ya no se podía navegar. "Las barcas tocaban el fondo y desde hace meses solo pueden circular por la parte más profunda. Ha llegado el momento de detener el servicio y saberle decir adiós", manifiesta con nostalgia Domènec que asegura que "el servicio ya es parte de la ciudad".
"La gente venía a hacerse fotos para sus bodas, en la cascada y muchos padres y madres me explican que ellos venían cuando eran niños y ahora llevan los suyos", explica. Este es el caso de Carles Garballo (44 años), quien junto a sus dos hijos, de seis y ocho años, ha ido a celebrar La Pascua al parque y recuerda que cuando era niño "ya venía con su familia". "Es un clásico: cuando lo inauguraron recuerdo que era un 'boom' y me encantaba venir", explica Garballo, quien años después ha subido a remar junto a sus dos hijos, que entre sonrisas explican que "es uno de sus planes favoritos", explica Garballo.
"Es un plan familiar que nos une"
La familia de Carlos Fernández (42 años) ha decido aprovechar el último día que están las barcas en funcionamiento para venirlo a probar: "Nunca habíamos venido antes, pero a las niñas les hacía ilusión y como hemos visto que hoy lo cierran, lo hemos tenido que aprovechar", explica Fernández justo al bajar de la barca. Cuenta que a las niñas les ha encantado poder navegar y que han puesto el debate del cambio climático encima de la mesa: "Ahora les tenemos que explicar que se ha acabado, les decimos que hay sequía y no lo acaban de entender", señala. "¿Por qué hoy sí y mañana no podemos volver?", pregunta la más pequeña, que tiene alrededor de unos cuatro años, sin que las respuestas de su padre le convenzan.
Para muchas familias, el Parc Catalunya es uno de los ejes más atractivos de Sabadell y las barcas -junto al famoso 'Trenet'- es uno de los elementos característicos y referenciales. Catalina Romera (56 años) también espera junto a sus dos hijos y los abuelos a subir a las barcas con la intención de celebrar La Pascua con su despedida: "Dan vida a la ciudad, es como un pequeño oasis, algo mítico que está muy bien sobre todo para compartir en familia. Estos nos une", comenta Romera, quien dice subir a las barcas al menos tres veces al año y "que las echarán de menos".
Ninguno de los usuarios entrevistados por este diario tiene esperanzas de que el servicio se reactive pronto. Tampoco el gerente, quien concluye que están a la espera de las restricciones impuestas por la Generalitat de Catalunya. "Ojalá podamos reactivar el servicio en verano, pero debemos ser realistas y creemos que a corto plazo las embarcaciones no estarán operativas", reflexiona Melé, el responsable del alquiler.
Lee todas las noticias de Sabadell en EL PERIÓDICO Sabadell
- Sabadell vaciará el lago del Parc Catalunya por la imposibilidad de rellenarlo y evitar efectos adversos en el entorno
- Colas de una hora para comprar rosas en una floristería del centro de Sabadell
- Vivimos con miedo": tres décadas de agotamiento vecinal en Sabadell por una rehabilitación de 170 viviendas que no llega
- Sentimos nostalgia": la sequía fuerza el adiós a las barcas de un parque de Sabadell tras 32 años
- Más de 30 identificados en un operativo policial en la estación de Renfe de Sabadell
- Sabadell acogerá una 'macroresidencia' de estudiantes con habitaciones a casi 1.000 euros a partir de junio
- Adjudicado el estudio para analizar la posibilidad de ampliar los FGC desde Sabadell hasta Castellar del Vallès
- Sabadell aprobará el rescate del aparcamiento del Centro tras no llegar a un acuerdo con el concesionario