Sin continuidad

Adiós a una histórica relojería de Sabadell 74 años después: "El comercio está cambiando"

Familias vulnerables de Sabadell sufren sin luz la ola de calor: "Malvivimos sin ventilador ni nevera"

Habla un 'superviviente' del Llobregat Centre de Cornellà: "Perdí 80.000 € y ahora resurjo de mis cenizas"

El propietario de la relojería Borrell se despide del negocio

El propietario de la relojería Borrell se despide del negocio / Ángel García

Clàudia Mas

Clàudia Mas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La icónica joyería y relojería Borrell de Sabadell sella un punto y final en su trayectoria cosechada en 1949, después de 74 años. Este viernes, 21 de julio, ha sido el último día que Ricard Borrell recomienda, vende y exhibe las reconocidas joyas d’Enric Majoral, tras unos años “intensos”. 

El hasta ahora propietario -y el hijo del reputado pintor Alfons Borrell- ha sido el miembro de la tercera generación del comercio de referencia en la cocapital vallesana y el que no tendrá una continuidad, “ni familiar, ni del sector”, explica. 

Ricard Borrell, propietario de la relojería Borrell de Sabadell

Ricard Borrell, propietario de la relojería Borrell de Sabadell / Ángel García

Sin aparentar una inmensa preocupación, y aceptando “una realidad”, el propietario asegura que se está produciendo un cambio de ciclo: “El negocio ya no es lo que era. Se termina un modelo de comercio: el tradicional, el pequeño, el familiar”, expone. Y llega a la siguiente conclusión: “Los comerciantes de los años setenta estamos surfeando una ola de cierres, ni los hijos, ni los nietos, nos siguen los pasos. Ha cambiado la mentalidad”.

Borrell y su mujer, Carme Carreras, avanzan el cierre antes de llegar a la jubilación, aunque no únicamente la falta de continuidad les ha conducido a tomar la decisión, “se trata de una confluencia de ítems que desembocan a ella”. Él lo resume como un “cambio de aires”: “Son muchos años de desgaste”, pero profundamente siente "pasión" por su profesión, así como, los clientes de la relojería: “No nos damos cuenta, pero la clientela es absolutamente sensible”. 

Ricard Borrell y Carme Carreras en su último día en la relojería Borrell 

Ricard Borrell y Carme Carreras en su último día en la relojería Borrell  / Ángel García

En efecto, asegura que ante el cierre, “ha habido un retorno muy positivo". Así pues, Borrell cierra “con orgullo, agradecimiento y feliz por los años trabajados”, pero a su vez, con la incertidumbre de cual será el futuro de lo que ha sido su hogar durante prácticamente toda su vida.

“Los recuerdos son una constante”. Uno de los peores recuerdos, son las obras en el Paseo de la Plaça Major de Sabadell, asegura: “Todo el pequeño comercio sufrimos mucho. Han sido 30 años en obras. ¡Una auténtica eternidad!”, recuerda con un toque enfurecido.

Sin embargo, manifiesta que “hay incontables anécdotas, pero la más bonita de todas es un recuerdo de mi padre”, responde el propietario al preguntarle por una curiosidad al largo de su trayectoria. Se trata de la presentación de una colección de Enric Majoral, en la que se proyectó una joya inspirada con un dibujo de su padre, el pintor sabadellense, hace cuatro años y tan solo un año antes de que muriera el padre Borrell. “Una joya preciosa y un momento emotivo”, pronuncia con los recuerdos a flor de piel.

Y con una voz humilde y entrecortada dice: “¡Ah! Y sobre todo, recuerda en el artículo, que ha sido un cierre bonito. Por qué lo ha sido. Igual que toda mi vida en la tienda”, estas son las últimas palabras de la entrevista con el propietario de la ya histórica relojería sabadellense Borrell. 

Más noticias de Sabadell en la edición local de EL PERIÓDICO Sabadell