Testimonio de un comerciante

Habla un 'superviviente' del Llobregat Centre de Cornellà: "Perdí 80.000 € y ahora resurjo de mis cenizas"

Fernando Pérez, propietario afectado por el 'cerrojazo' del centro comercial, reabre el restaurante El Coto tras una depresión

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Fernando Coto, propietario de su nuevo restaurante El Coto en Sant Feliu de Llobregat.

Fernando Coto, propietario de su nuevo restaurante El Coto en Sant Feliu de Llobregat. / Jordi Otix

Manuel Arenas

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Su nerviosismo es palpable cuando habla y gesticula. No por la entrevista en sí, sino porque la conversación gira en torno a la historia más importante de su vida y la de su familia. Fernando Pérez (Granada, 1969) se vio obligado a cerrar El Coto, su restaurante-cervecería de siempre, después de tres décadas dando servicio a Cornellà de Llobregat, ciudad en la que había cosechado un arraigo histórico del que, en mayor o menor medida, han disfrutado alguna vez miles de vecinos de la comarca catalana del Baix Llobregat.

Sucedió cuando después de las pasadas Navidades se produjo el 'cerrojazo' del Llobregat Centre, también histórico centro comercial de Cornellà cuyo cierre tras casi 30 años adelantó y sigue cubriendo, batalla judicial y millonarias deudas incluidas, EL PERIÓDICO.

Medio año después, Pérez recibe a este diario en el nuevo El Coto, paradójicamente novel y a su vez experimentadísimo restaurante que luce desde el pasado 29 de junio en el número 140 del Passeig Comte de Vilardaga de Sant Feliu de Llobregat, para sincerarse sobre la peor época de su vida y dar su visión sobre un sombrío 'cerrojazo' que ha herido de bala a una cuarentena de negocios locales como el suyo.

"Me han jodido mucho. Pero mucho. Con el cierre he perdido entre unos 60.000 € y 80.000 €, tranquilamente. He estado con depresión y ansiedad y el tema ha tenido también afectación familiar. Ahora, por suerte, con la reapertura del nuevo El Coto estoy empezando a resurgir de mis cenizas y volver a sobrevivir", afirma Fernando Pérez durante el encuentro con este diario.

Al tiempo que habla en tercera persona se refiere explícitamente a Comercial Inversora Cornellà Sur SL, el fondo de inversión inmobiliaria que, como propietario mayoritario (50,05%) del Llobregat Centre, los comercios llevaron a los tribunales y cuya deuda con la Comunidad de Propietarios del centro asciende ya a 2,5 millones de euros.

Pérez, en el mismo sentido que otros comerciantes con los que ha contactado este diario, considera que los recurrentes impagos responden a una estrategia del fondo para depreciar los locales de los propietarios minoritarios, comprarlos a precio de saldo e ir sumando cuota de propiedad para, en último término, recalificar los terrenos y acometer una promoción inmobiliaria. Desde el Ayuntamiento de Cornellà niegan que se haya dado paso alguno en ese sentido hasta la fecha.

"Todo empezó cuando decidieron cobrar 3,5 €/hora por el 'parking' que hasta entonces era gratis: ahí yo ya perdí más de la mitad de mi clientela, que empezó a enfadarse mucho. Luego comenzaron a dejar de pagar la comunidad para que se nos fueran agotando los fondos", comenta Pérez sobre el fondo Comercial Inversora.

El negocio del nuevo El Coto pinta bien, dice, sobre todo por las noches. "Tengo que pensar qué me invento para el invierno, cuando no tendré terraza y deberé fidelizar una clientela para comidas y cenas en el interior". Centenares de clientes le dejaron sus números para que les llamase cuando reabriera. "Los iré contactando poco a poco", cuenta Pérez.

Fernando Pérez atiende a unos clientes en el nuevo restaurante El Coto de Sant Feliu de Llobregat.

Fernando Pérez atiende a unos clientes en el nuevo restaurante El Coto de Sant Feliu de Llobregat. / Jordi Otix

De 3.000 a 800 euros el metro cuadrado

Un elocuente dato para contextualizar la caída en picado de los comercios del Llobregat Centre es el del valor por el que cotiza el metro cuadrado en el centro comercial. En el caso de El Coto, Pérez lo compró el año 1993 por 45 millones de las antiguas pesetas, lo que equivalía a unos 3.000 € por metro cuadrado. "Aquello era una mina; hace ocho años, el viejo El Coto estuvo valorado en unos 400.000 €", señala Pérez.

La tasación de hace una década, sin embargo, se ve hoy reducida a prácticamente una tercera parte. "A la Junta de Propietarios del Llobregat Centre nos llegó que Comercial Inversora había ofrecido unos 800 € por metro cuadrado, lo cual es una vergüenza teniendo en cuenta que nos costó unos 3.000 €/m2", incide Pérez.

El restaurador enfatiza que, tras el 'cerrojazo' del Llobregat Centre, no ha cobrado "nada" ni ha recibido oferta alguna por su local, contexto que motivó que se sumara a la reclamación de deuda que los comercios exigen al propietario mayoritario en los tribunales.

"Antes de hacer cualquier movimiento [se refiere a una potencial recalificación], el Ayuntamiento de Cornellà debe ser cauto y priorizar que los pequeños propietarios podamos cobrar", reclama Pérez.

Fernando Pérez, propietario del restaurante El Coto, atiende a una clienta en el nuevo local de Sant Feliu.

Fernando Pérez, propietario del restaurante El Coto, atiende a una clienta en el nuevo local de Sant Feliu. / Jordi Otix

"Gracias a dios que encontré este local"

Muy a su pesar, ya que asegura estar habituado a trabajar como autónomo cada día en horario de 9:00 h a 00:00 h, Pérez se ha pasado en el paro los últimos cinco meses, tiempo durante el que se vio obligado a despedir a los seis trabajadores del viejo El Coto y a tratar de buscar un nuevo local.

"Sólo los despidos ya me costaron unos 20.000 €... Me supo muy mal pero no me quedó otra", reconoce Pérez, quien asegura durante los últimos meses se ha visto imposibilitado de afrontar algunos pagos.

Durante este último medio año ha buscado incesantamente local hasta que encontró el de Sant Feliu. "Empecé por Cornellà y luego Sant Joan Despí, ciudad en la que vivo, pero no me gustaba ninguno porque estaban muy deteriorados. Gracias a dios, al final encontré este local en Sant Feliu gracias a un amigo y al dueño, con quien pude llegar a un acuerdo económico para el alquiler", rubrica Pérez.

Pese al cambio de local, el restaurador planea mantener la tradición de la marca El Coto: tanto carta como menú y muchas tapas y carnes a la brasa. "Algunos clientes de Sant Feliu me han dicho que qué suerte tienen, ya que antes me iban a buscar a Cornellà y ahora me tienen al lado de casa. Mientras no se desatasque el lío en el Llobregat Centre, no me queda otra que intentar seguir hacia adelante", concluye Fernando Pérez.

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