Acción ya admitida a trámite
Los comercios llevan a los tribunales al propietario mayoritario del Llobregat Centre ante su cierre
Los propietarios minoritarios reclaman a la sociedad inmobiliaria Comercial Inversora un millón de euros en concepto de gastos de comunidad más intereses
El sentir compartido de estos comerciantes es que se ven obligados a cerrar contra su voluntad por la imposibilidad de asumir los elevados costes del centro
Manuel Arenas
Redactor y coordinador del equipo de información del área metropolitana de Barcelona
Periodista de información y audiencias locales del área metropolitana de Barcelona. Antes trabajé en la productora audiovisual Clack, donde investigué y desarrollé guiones de documentales, y colaboré con EL PERIÓDICO firmando la contraportada del diario y publicando reportajes en las secciones Gran Barcelona, Sociedad y Entre Todos. Empecé en la prensa local de mi ciudad, Santa Coloma de Gramenet, concretamente en el Diari de Santa Coloma.
El cierre tras las Navidades del centro comercial Llobregat Centre casi treinta años después de su inauguración ha removido los cimientos de Cornellà de Llobregat. A la reciente "preocupación" del Ayuntamiento de la ciudad del Baix Llobregat se suma ahora una acción judicial contra el propietario mayoritario del Llobregat Centre, la sociedad inmobiliaria Comercial Inversora Cornellà Sur, interpuesta por los pequeños comerciantes que se ven obligados a echar el cierre del que lleva años siendo su hogar.
Esta acción civil ya admitida a trámite, según ha podido confirmar EL PERIÓDICO a través de diversas fuentes -que solicitan anonimato- del entorno de la Junta de Propietarios del centro comercial, se basa en una reclamación de cantidad de un millón de euros, montante que responde a una deuda a cargo de Comercial Inversora en concepto de gastos de comunidad del centro de unos 859.600 € más los correspondientes intereses a fecha del pasado 31 de octubre, tal y como consta en las respectivas actas de la Junta de Propietarios.
Ante el litigio, la administración local se mantiene al margen aludiendo a la propiedad totalmente privada del centro. Concretamente, dicha propiedad está repartida de modo que el propietario mayoritario, la sociedad Comercial Inversora, acaudala el 50,05% del centro; otra mercantil, Joparny SL, atesora el 23%; Vitrulan SL, empresa que gestiona el pádel del centro comercial, cuenta con el 7%; y finalmente hay 43 propietarios minoritarios, segmento en el que se ubican las zapaterías, tiendas de bolsos, peluquerías o centros de belleza del centro, que cuentan con un 9,95% de la propiedad repartida entre todos ellos.
El sentir compartido de estos propietarios minoritarios, muchos de ellos afincados en Cornellà, es que se ven obligados a cerrar contra su voluntad debido a que, ante los impagos de los gastos de comunidad de Comercial Inversora desde el pasado mes de marzo, mes a partir del cual le exigen, no pueden asumir los elevados costes de la parte correspondiente al propietario mayoritario, un 58% de los gastos totales, por falta de liquidez.
"La comunidad del Llobregat Centre funciona como la de un bloque de pisos: llevamos desde marzo sin percibir casi un 60% de los ingresos pero sin embargo mantenemos nuestros gastos", coinciden diversos propietarios consultados.
A su vez, señalan como uno de los motivos principales del impago del propietario mayoritario su desacuerdo sobre el hecho de tener que aportar demasiada proporción de gastos (ese 58%) en relación a su parte de propiedad (el 50,05%), una repartición de cargas que, según los pequeños comercios, se mantiene desde la inauguración del centro en 1994. Este diario no ha logrado, pese a los repetidos intentos fallidos, contactar con ningún responsable de Comercial Inversora.
Inquietud ante las "intenciones" tras el cierre
Ya en su comunicado, el Ayuntamiento de Cornellà expresó su "inquietud por el desconocimiento sobre cuáles son las intenciones detrás de la decisión", apuntando hacia la enigmática voluntad del propietario mayoritario del Llobregat Centre.
Los propietarios minoritarios entrevistados no sólo secundan dicha inquietud sino que afirman un desconcertante propósito de "querer hundir el centro" para, supuestamente, "devaluarlo, comprar nuestra parte a 'precio basura' y montar otro centro comercial como propietario único", comentan telefónicamente.
Dos escenarios confusos acrecientan el desconcierto. El primero, la compra el pasado mes de marzo de Comercial Inversora por parte de un hasta la fecha misterioso fondo inversor de denominación desconocida. El segundo, el régimen de pagos del aparcamiento del Llobregat Centre, cuyo fin de la gratuidad para los trabajadores del centro comercial supuso, a ojos de los propietarios minoritarios, el origen de todos los males a los que ahora se enfrentan.
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