TENDENCIA AL ALZA

Las grandes ciudades catalanas que subirán impuestos en 2020

Una mujer deposita un envase de plástico en el contenedor amarillo

Una mujer deposita un envase de plástico en el contenedor amarillo

Aitana Glasser

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Con la llegada del fin del año, la mayoría de ayuntamientos han llevado ya a Pleno la aprobación de las ordenanzas fiscales y presupuestos para el próximo año 2020. En el primer caso, las propuestas aprobadas hasta ahora en los grandes municipios catalanes dan muestra de una tendencia al alza que afecta especialmente al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), uno de los más cuantiosos a los que hacen frente los contribuyentes y con el que más recaudan las administraciones, y que aumentará en 13 de las 20 ciudades de mayor tamaño de Catalunya.   

Siguiendo la estela de Barcelona, que a finales de octubre aprobó provisionalmente unas ordenanzas que incluyen un aumento medio del IBI del 5,46%, los consistorios de Terrassa y Sabadell también aplicarán subidas del IBI del 5% y del 2% respectivamente, así como lo harán Mataró (un 8%),  Sant Cugat (un 3%), Cornellà (un 2,5%), Sant Boi (2,83%), Castelldefels (2,6%), Manresa (1,7%) y Viladecans (0,5%) y, fuera de la zona metropolitana, Lleida (un 1,4%), Reus (9,7%) y Girona (2,8%).

Por su parte, L’Hospitalet -que para este año ha bajado el IBI un 1,5%-, Santa Coloma -que lo congeló-, Tarragona, Vilanova y El Prat han congelado el IBI para el próximo año, mientras que Rubí es el único municipio de la veintena de mayor tamaño de Catalunya que ha aprobado inicialmente una bajada del IBI para 2020, que será del 1%,. El consistorio de Badalona, por su parte, prevé que se prorroguen las de este año, pues no se ha debatido a tiempo una propuesta en sesión plenaria -y ya no alcanzaría los 30 días de exposición para entrar en vigor en 2020-.  

Los motivos que explican esta subida de impuestos en la mayoría de grandes municipios catalanes son varios: actualización del IPC, nuevos contratos de servicios, partidas presupuestarias inesperadas o congelaciones previas. Aunque el incremento llega cuando se encara una previsible desaceleración económica, los ayuntamientos desvinculan estos aumentos con la necesidad de obtener más ingresos para hacer frente a una hipotética caída de la recaudación.  

Los porqués de Sabadell y Mataró

En el caso de Sabadell (PSC y Podem), donde en 2019 se han congelado los impuestos, tasas y precios públicos -incluido el IBI-, desde el consistorio defienden que la subida prevista para 2020 responde a la necesidad de equilibrar las ordenanzas a la suma del incremento del IPC del 2018 (1,2%) y la prevista para 2019 (del 1%) y que, aún así, “el incremento del 2% está por debajo del 2,2% acumulado entre estos dos años”.

En la cocapital vallesana, el incremento sobre el coste de un recibo medio -sumando tasa de cementerio, vehículos, residuos e IBI- será de unos 9,40 euros anuales, siendo el IBI el impuesto que más aumentará -de unos 371,24 euros se pasará a pagar unos 378,66-, seguido de la tasa de residuos -81,77 a 83,41 euros- y la de cementerios -de 16,95 a 17,29 euros-, mientras que la de vehículos quedará igual -101,59 euros-.

Por su parte, el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Mataró (PSC y En Comú Podem), Juan Carlos Jérezexplicaba a EL PERIÓDICO que en Mataró, donde el incremento será de unos 47 euros de media por familia (con una subida del IBI del 8%, del 0,5202% al 0,5618%), la decisión responde a la necesidad de hacer frente a la subida de sueldo de los funcionarios, a la renovación de los contratos de la basura, de la limpieza de edificios públicos y de Mataró bus, además de subsanar "déficits estructurales" de la ciudad. 

En ambos casos, las propuestas suscitaron las quejas de la oposición -que en Sabadell se abstuvo y en Mataró votó en contra-, que pidieron a sendos gobiernos revisar y negociar las ordenanzas fiscales y criticar un alza de impuestos de carácter "lineal", que afectará especialmente a las clases medias y trabajadoras.

Terrassa sube el IBI un 5%

En Terrassa, la revisión catastral del 2017 hizo que se produjera un incremento del IBI de hasta el 5% en 2018 -máximo que fijó el consistorio y que retiró en 2019- que se está aplicando a lo largo de 10 años. Para el próximo año la subida del IBI será del 5%, un aumento que pretende “equilibrar ingresos y gastos”, aseguran desde el consistorio, “manteniendo una presión fiscal justa y moderada y con un amplio sistema de bonificaciones y exenciones".

Desde el consistorio vallesano tampoco relacionan esta subida con un posible escenario de incerteza financiera y aseguran que, “de momento, no se prevé una bajada de ingresos asociada a una desaceleración económica”, pues no han podido constatar de momento en la evolución de los tributos este efecto, que consideran "de difícil previsión". 

En esta línea, señalan que el aumento de impuestos "permitirá afrontar las obligaciones contractuales”, incluyendo “el incremento de la renovación de contratos de prestaciones de servicio”, así como “cuestiones de carácter urgente”, lo que, afirman, se traducirá en “más dotaciones de limpieza y gestión de residuos, mantenimiento de la ciudad, movilidad y educación”.

Además del IBI, la tasa de residuos domiciliarios -que en 2019 ha aumentado un 5%- se incrementará otro 5% en 2020, y en un 2% las tasas y precios públicos -excepto las relativas a centros educativos municipales, Servicios Sociales y vados- se incrementarán en un 2%, el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y la plusvalía (que en 2019 ha aumentado un 2,24%). Por su parte, el ICIO -que en 2019 subió un 12%- se actualizará de acuerdo a lo aprobado por el Col·legi d'Arquitectes para 2019, algo que, según el consistorio "no implica un aumento de los tipos impositivos".

Unos movimientos que supondrán un aumento de ingresos para el presupuesto municipal de 2020 de 3.926.000 de euros, y que en una familia tipo de 3 o 4 miembros (con vivienda, 1,5 vehículos de media y tasa de residuos, - supondrá una subida anual de cerca de 33,14 euros, unos 11,05 euros por persona al año -sin contar la tasa de vado, que se mantiene en 178,82 euros, y la de cementerio-.

Aumentos en Cornellà y Sant Boi

Las dos grandes ciudades del Baix Llobregat, Cornellà y Sant Boi, también han acordado provisionalmente un aumento de las ordenanzas fiscales para el próximo año. En el caso de Cornellà, donde los impuestos se congelaron el anterior mandato -no así las tasas y precios públicos-, el Pleno aprobó a finales de octubre un aumento del 2,5% de los precios públicos y una subida media del IBI del 2%, lo que representará un incremento de entre 8 y 12 euros por recibo, según explicó el teniente de alcaldía de Economía y Administración, Sergio Fernández

"Cuando no sabes que pasará y además estás en el umbral de una recesión económica, hay que ser prudente", apuntó el alcalde, Antonio Balmón, que defendió que las ordenanzas van en línea con el proyecto de presupuesto presentado. "Queremos que todo funcione, pero para eso necesitamos dinero", reprochó al resto de la oposición, a la vez que alegaba que "hay cosas que han sido sobrevenidas y que no esperábamos", defendía Balmón. 

"En este presupuesto van 700.000 euros destinados a la jubilación anticipada de los Guardias Urbanos; eso nosotros no lo contemplábamos, pero es una decisión que se ha tomado a nivel estatal y que tiene un coste que soportamos los ayuntamientos. En el caso de Cornellà, son 700.000 euros, casi la totalidad de lo que vamos a recaudar con este incremento", zanjaba el primer edil. 

Al otro lado del Llobregat, el Ayuntamiento de Sant Boi ha aprobado inicialmente unas ordenanzas fiscales que incluyen el mantenimiento de la mayoría de tasas y precios públicos y un incremento medio del 2,83% en los recibos del IBI para el año 2020. Un aumento que califican de "moderado y equivalente al aplicado por otros ayuntamientos del entorno", que comportará que "el 76% de los contribuyentes pagarán entre 0 y 20 euros más", según apuntan fuentes municipales.

Sant Cugat, Barcelona y Viladecans, a la cabeza del IBI

De los 20 municipios de mayor tamaño de Catalunya, siete están por encima de la media catalana en cuanto al recibo del IBI urbano se refiere. Según la clasificación de Idescat, elaborada a partir de los datos de 2018 de la Dirección General del Catastro, Sant Cugat, Barcelona y Viladecans son los municipios con el recibo más alto -y los tres han aprobado subidas para 2020-, con una cuota íntegra de 785,8 euros, 680,5 euros y 574,5 euros anuales respectivamente.

Una cifra que se sitúa por encima de la media catalana, de 483,3 euros, y que también traspasan los municipios de Tarragona (547 euros por recibo), Vilanova i la Geltrú (531,2) y Rubí (509 euros). En el resto de municipios del Baix Llobregat; El Prat (470,2), Sant Boi (456,1), Cornellà (440,8) y Castelldefels (437,3) entre los 20 de mayor tamaño, el recibo desciende tanto por debajo de la media catalana como de la media de la comarca, de 512,3 euros anuales.

Por su parte, Badalona (367,6 euros), Terrassa (332,4) y Santa Coloma (306,6), son los tres municipios entre la veintena más grandes de Catalunya con el recibo más bajo, aunque éstos siguen quedando a mitad de la clasificación general, siendo Santa Susanna (1.468,9), Cabrera de Mar (1.116,9) y Sant Esteve Sesrovires (1.088,1) los municipios donde más se paga de IBI, y Lladurs (58,9), Lladorre (58,5) y Sant Esteve de la Sarga (44,8) los que menos.

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