Negociaciones

La reunión Aragonès-Albiach termina sin acuerdo y los presupuestos penden de un hilo

El Hard Rock impide el pacto pese a que el Govern ofrece a los Comuns 1.500 millones de euros más en educación en cuatro años y regular con urgencia los alquileres de temporada

Albiach hace tres semanas que no habla con Aragonès: "ERC está dispuesta a que Catalunya se quede sin presupuestos"

El Govern ofrece a los Comuns hablar del Hard Rock sin frenar su plan urbanístico

Govern y Comuns asumen que deberán ceder en el Hard Rock para desencallar los presupuestos

Jéssica Albiach y el president Aragonès la semana pasada en el Parlament.

Jéssica Albiach y el president Aragonès la semana pasada en el Parlament. / Arnau Martínez / Acn

Quim Bertomeu
Sara González
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Si Catalunya logra tener nuevos presupuestos este año será al borde del precipicio. El Parlament tiene programada para este miércoles por la tarde la primera votación decisiva de las cuentas de la Generalitat, su admisión a trámite, y el Govern y los Comuns siguen sin alcanzar un acuerdo. Este martes han asumido las riendas de la negociación los líderes de cada parte, Pere Aragonès y Jéssica Albiach, en una reunión en el Palau de la Generalitat, pero ni así. El futuro del complejo turístico del Hard Rock sigue siendo un escollo insalvable.

La reunión en el Palau de la Generalitat entre Aragonès y Albiach, que ha durado unos 45 minutos, no ha servido para mover las cosas, coinciden fuentes de las dos partes. "No se ha desencallado nada", aseguran desde los Comuns, que lamentan que el Govern no les ha hecho "ninguna oferta en firme" que salve el desacuerdo sobre el Hard Rock porque, aseguran, el PSC "no acepta nada" que por lo menos suponga dejar en 'stand by' el proyecto. Sin embargo, mantienen que estarán abiertos a tratar de alcanzar un acuerdo "hasta la hora de la votación".

A la espera del teléfono

La cita entre Aragonès y Albiach se ha producido después de que la líder de los Comuns en el Parlament se quejara de que el president no la hubiera llamado en tres semanas. El teléfono no ha sonado, pero sí que ha llegado un mensaje del Govern concertando el encuentro. Fuentes del partido no esconden la decepción porque ese contacto no se haya producido antes y lo achacan a que el Govern no ha considerado "creíble" que llevarían hasta el final el pulso para tumbar el Hard Rock. Fuentes del Govern admiten la falta de sintonía, pero aseguran que se sigue "hablando" y que "hasta mañana hay tiempo".

Albiach llegando a la reunión en el Palau de la Generalitat.

Albiach llegando a la reunión en el Palau de la Generalitat. / Quique García / EFE

Desde hace días, cada parte intenta trasladar la presión a la otra, pero nadie cede. Unas horas antes de la reunión en el Palau de la Generalitat, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha defendido que sería "una irresponsabilidad" que Catalunya se quede sin presupuestos expansivos porque a los Comuns no les gusta un proyecto, el Hard Rock, que no recibirá ni un euro de financiación pública. Además, ha vuelto a insistir en que frenar el proyecto a estas alturas sería "prevaricar" y acarrearía una reclamación de los inversores ante la justicia. Los Comuns replican que la irresponsabilidad sería del Govern por no querer frenar un proyecto que traerá problemas "delincuenciales, de convivencia y de salud" asociados al juego. El empate es infinito.

El Govern tiene ahora mismo asegurados 66 votos a favor de las cuentas, los 33 de ERC y los 33 del PSC, pero necesita dos más para llegar a la mayoría absoluta de 68. Los ocho de los Comuns son vitales. La última oferta de Aragonès para ablandarles ha sido que, para compensar que no puede frenar el Hard Rock, su partido -ERC- está dispuesto a votar a favor de una ley de los Comuns que quiere revertir las rebajas fiscales que en su día se aprobó que tendría el casino. Una oferta que, para Albiach, es insuficiente, entre otras cosas, porque debería pasar por el Parlament y allí está condenada al fracaso.

Vivienda, educación y salud mental

Aparte del Hard Rock, las dos partes también han estado negociando mejoras sociales en el presupuesto. Los Comuns aseguran que en la última oferta que les ha puesto encima de la mesa el Govern no hay algunas de sus principales reivindicaciones, como la recuperación de la sexta hora en la escuela pública, la universalización de las becas comedor ni los 1.000 millones de en vivienda.

Sin embargo, el Executiu rebate que les han ofrecido una inversión de 1.500 millones más en cuatro años en educación para alcanzar el 6% del PIB, así como empezar a implementar las actividades extraescolares gratuitas en los centros de alta complejidad y destinar 33 millones más para las becas comedor. En materia de vivienda, también han propuesto una “regulación urgente” de los alquileres de temporada durante el primer semestre de este año. Y en el ámbito sanitario destacan los recursos adicionales para combatir los problemas de salud mental, como los 20 millones para el despliegue del Pacte Nacional sobre este ámbito.

Desenlace en el último momento

¿Qué margen queda para alcanzar un pacto? Ninguna de las dos partes es capaz de visualizar ahora mismo un punto intermedio. Tienen hasta este miércoles a las 16.40 horas, aproximadamente, para buscarlo. Para darle más sensación de vértigo a la situación, los Comuns pueden retirar la enmienda a la totalidad y anunciar un acuerdo hasta el momento antes de la votación. De la misma manera, si el Govern se ve condenado a una derrota parlamentaria de esta magnitud, también puede retirar los presupuestos justo en el último minuto.

Si los Comuns le fallan definitivamente, el president aún podría recurrir a los votos Junts, pero esta opción aún es más remota si cabe. Los posconvergentes este martes han buceado en la inestabilidad del Govern ofreciendo retirar la enmienda a la totalidad de los presupuestos a cambio de suprimir el impuesto de sucesiones, informa Fidel Masreal. Para el Govern, sin embargo, retirar este impuesto es una "línea roja" que no está dispuesto a franquear.

¿Habrá elecciones anticipadas?

Aunque el Govern haya intentado en los últimos días traspasar toda la presión a los Comuns, lo cierto es que el president Aragonès también se juega mucho en esta negociación. Si logra un acuerdo podrá agotar la legislatura hasta febrero de 2025, pero, si no, se le complicará el mandato y será inevitable que retumben los tambores de unas elecciones anticipadas. Ese es el gran problema del president: aunque no quisiera convocarlas, la oposición se lo recordará a cada momento. Este martes, la portavoz del Govern no ha querido adelantar escenarios y ha defendido que el acuerdo aún es posible: "Estamos en tiempo de negociación".

El president Aragonès y la consellera Vilagrà dirigiéndose a la reunión del Govern.

El president Aragonès y la consellera Vilagrà dirigiéndose a la reunión del Govern. / Rubén Moreno / Generalitat

La última vez que el Parlament tumbó unos presupuestos en la votación de admisión a trámite fue en 2016 por el rechazo de la CUP. Ese mismo día, el entonces president, Carles Puigdemont, anunció que se sometería a una cuestión de confianza. Ahora tendría poco sentido que Aragonès repitiera este movimiento: difícilmente superaría una votación así y la legislatura está prácticamente agotada.