El tablero catalán

Rull y Giró, nombres clave en la candidatura de Junts a las elecciones catalanas si falla Puigdemont

ESPECIAL MULTIMEDIA | Toda la información sobre la ley de amnistía

Josep Rull, Joaquim Nadal y Jaume Giró.

Josep Rull, Joaquim Nadal y Jaume Giró. / FERRAN NADEU

Fidel Masreal

Fidel Masreal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Toda la información sobre la ley de amnistía en este especial de EL PERIÓDICO.

Carles Puigdemont. El 'expresident', eurodiputado y líder indiscutible de Junts per Catalunya es, sin ninguna duda, el candidato preferido por este partido para encarar las próximas elecciones catalanas que tendrán lugar, a más tardar, dentro de un año. Pero hay dos factores determinantes, el primero de ellos ineludible, que posiblemente obliguen a JxCat a escoger otro nombre. El primer factor es que la amnistía no esté todavía en vigor cuando se convoquen las elecciones. El segundo, que el propio Puigdemont decidiera no optar a la presidencia. En ese escenario, dos nombres centran hoy por hoy las opciones de Junts: Josep Rull y Jaume Giró. Ambos, pese a mantener diferencias ideológicas, consolidarían sin lugar a dudas el giro del partido hacia la moderación.

¿Por qué puede sueceder que la amnistía no esté en marcha, y que Puigdemont no disponga de libertad para presentarse? Puede suceder porque los jueces del Supremo o los que tengan que aplicar la amnistía en otras instancias judiciales, eleven consultas a la justícia europea (el TJUE), lo cual paralizaría la aplicación de la medida hasta que Europa decida. Y eso puede durar meses. La versión optimista de Junts sobre esta posibilidad es que Puigdemont podría no verse perjudicado por este retraso porque en su caso no ha sido juzgado y los magistrados no deben efectuar ninguna resolución que deban elevar a Europa. En su caso, según esta interpretación, Puigdemont podría volver a Catalunya una vez la ley de amnistía sea una realidad porque la orden de detención y la euroorden quedan automáticamente fulminadas.

¿Por qué puede suceder que, pese a que la justicia haya aplicado la amnistía, Puigdemont no quiera presentarse? Salvo sorpresa, de entrada 'expresident' de entrada optará a las elecciones europeas, donde en caso de ser reelegido gozaría de cinco años de legislatura con libertad de movimientos. Y sobre las catalanas, si optara a ellas, competirá entre otros con el líder del PSC, Salvaldor Illa, el más votado en los últimos comicios y el líder en las encuestas. En este escenario, Puigdemont en el mejor de los casos sería 'president' en un gobierno de coalición para gestionar la autonomía catalana. Algo poco glamuroso para el líder que se erigió en símbolo del resistencialismo y de la confrontación inteligente desde Bruselas.

¿El momento de Rull?

Si Puigdemont no puede o no quiere, o ambas cosas, ser candidato, el mejor situado en Junts sin duda es Josep Rull. Al secretario general, Jordi Turull, le sucede como a Puigdemont: está pendiente de que la amnistía limpie los 12 años de inhabilitación que pesan sobre él cuando el Supremo modificó la sentencia del 'procés' debido a la reforma del Código Penal. Turull apuesta por Puigdemont pero apoyaría a Rull como alternativa, no sin descartarse a si mismo del todo.

¿Por qué Rull? Rull personaliza diversas cualidades internas y externas. Las internas: es una persona apreciada por las bases, como ya lo era por las bases de Convergència, de donde procede. Usa la amabilidad como bandera. No tiene adversarios internos. Su propuesta política es integradora y durante los conflictos internos de Junts ha evitado los choques y los bandos. Proclama la unidad y la concordia independentista. Las externas: ha pasado por la cárcel por el 1-O y dispone de una imagen pública sin sombras, en el independentismo. Si algo se le reprochaba es la falta de garra o ambición, se le asociaba con el 'peix al cove' convergente. Pero pasar cuatro años en la cárcel por el referéndum han borrado esta imagen. Además, su discurso favorable a la unidad, a la ambición inteligente, su despliegue de una idea de un país para todos entronca con un parte progresista del independentismo, sin aristas hacia la izquierda ni tampoco hacia posiciones derechistas.

Rull es consciente de que está en las quinielas pero, como siempre, actúa con prudencia y discreción, al servicio del partido. Ahora ocupa un cargo como presidente del consejo nacional (máximo órgano entre congresos) y dispone de conexión con todos los sectores internos. Sí mantiene -esto es evidente- una distancia sideral en formas y fondo con lo que representa la presidenta del partido, Laura Borràs, a la que, con todo, respeta.

Giró, también

Pero existe otro nombre, en este caso indisimuladamente dispuesto a ser candidato, y este es Jaume Giró. El 'exconseller' de Economía, ex directivo de La Caixa. Giró quiso ser ya candidato en las elecciones generales y Puigdemont y Turull le recomendaron que ni optara a las primarias. Obedeció. Pero desde hace meses sopesa sus opciones y pulsa el territorio, las bases de Junts. Su apuesta sí es un cambio de rumbo inequívoco para el partido. El 'procés' se ha acabado y toca gestionar lo mejor posible la actual situación de influencia en Madrid. "La necesidad más importante que tiene Catalunya es superar el déficit fiscal", proclama. Lo ha repetido recientemente en TV-3. "La independencia está muy dificil", remata.

Pero Giró sabe medir sus fuerzas y pactar. Y entre las posibilidades de la candidatura de Junts cabe incorporar la del ticket, la de la candidatura conjunta de Rull con Giró. Comparten buena parte de la visión sobre el futuro, si bien Giró ideológicamente está algo menos en la socialdemocracia que Rull, y este último mantiene un discurso más ambicioso sobre la viabilidad de la independencia. El extitular de Economía podria incorporarse al equipo de Rull como número dos.

¿Y el sector de Borràs?

Hoy por hoy cuesta hallar un nombre alternativo a Rull o a Giró en Junts para competir con Salvador Illa con solvencia. Laura Borràs, la que fue candidata hace tres años y quedó en tercera posición, está condenada a cuatro años de cárcel por amañar contratos cuando estaba en la Institució de les Lletres Catalanes, y cada vez más apartada de las decisiones del partido pese a que todavía ocupa la presidencia. Entre los seguidores de Borràs no hay ningún nombre con ascendencia interna. En el grupo parlamentario de Junts tampoco se vislumbran candidatos, ni tampoco entre los alcaldes y alcaldesas de la formación.

Así, a falta de como mucho un año para las urnas, Junts tiene poco márgen a la improvisación. Si Puigdemont no puede o no quiere ser candidato, Rull y Giró centrarán, por este orden, todas las miradas. Y si son ellos los elegidos, el giro que ha impulsado el 'expresident' hacia el pragmatismo dará una vuelta de tuerca más de forma inequívoca y, probablemente, irreversible.

Suscríbete para seguir leyendo