PLAN CONTRA LA DESINFORMACIÓN

Sánchez apunta ahora a la injerencia extranjera en los “pseudomedios” y se ve “víctima de lawfare”

El jefe del Ejecutivo ha reiterado la necesidad de orientar el debate, previo a la elaboración de medidas legislativas, al “dinero que hay detrás de la máquina del fango”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / Eduardo Parra - Europa Press

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El presidente del Gobierno pone el foco en la financiación de los medios de comunicación en el marco de su anunciada estrategia contra la “desinformación”. Una de las dos patas principales, junto a las reformas en la Justicia, del plan para la regeneración democrática por el que justificó su continuidad al frente del Gobierno con el objetivo de combatir la “máquina del fango”. Pedro Sánchez sigue sin concretar las medidas para impulsar esta agenda, tratando de profundizar por el momento en la fase del diagnóstico, la pedagogía y el señalamiento. A través de una entrevista en la Cadena Ser, Sánchez ha apuntado a la injerencia extranjera en lo que califica de “pseudomedios”. “Creemos que la desinformación nos viene de fuera, de Putin, del régimen ruso, y resulta que dentro tenemos el caballo de Troya”, ha apuntado.

“¿Tienen transparencia?, ¿sabemos quién los financia?”, se ha preguntado Sánchez respecto a lo que dijo negarse a llamar medios porque “lo único que hacen es propagar bulos”. En esta línea, ha dejado otras preguntas en el aire dando pistas de por dónde pueden caminar las reformas en el terreno de los medios. “Hay una ley de publicidad institucional, ¿se cumple por parte de todas las administraciones?”. Finalmente, el jefe del Ejecutivo ha reiterado la necesidad de orientar el debate, previo a la elaboración de medidas legislativas, al “dinero que hay detrás de la máquina del fango”.

Por primera vez, Sánchez ha mencionado directamente la existencia de lawfare en España, para mostrarse como víctima de lo que se conoce como guerra sucia con los aparatos del Estado para combatir al adversario política. “Yo he sufrido lawfare en el pasado, con hechos como el espionaje de la policía patriótica”, señaló. Tras cita que su caso no es el único, mencionando a otros dirigentes como Irene Montero, Pablo Iglesias, Mónica Oltra y Ada Colau, ha advertido que "no puede haber guerra sucia y persecución del adversario". Pese a ello, dijo confiar en la separación de poderes y la justicia, aun invitando al poder judicial a abordar un debate sobre la regeneración democrática.

El Gobierno tiene pendiente de culminar la aprobación de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Campañas de Desinformación. Se trata de un plan que se incluye dentro de la Estrategia Nacional de Seguridad y que en un principio apuntaba a las amenazas por las injerencias extranjeras a través de campañas de desinformación en redes sociales o lo que se conoce como "amenazas híbridas" para alterar por, ejemplo, procesos electorales. Ahora, Sánchez parece abrir el foco para incluir dentro la existencia de “caballos de Troya” en forma de “pseudomedios” que podrían estar recibiendo financiación de potencias extranjeras.

Sucesión en el PSOE

Sánchez ha querido también cerrar de plano el debate sucesorio en el PSOE, que asomó estos días ante la falta de alternativas por el riesgo de que su "reflexión" desembocase finalmente en una dimisión. Según el jefe del Ejecutivo, si sigue contando con fuerzas y con propuestas, no ve inconveniente en volver a presentarse en futuras elecciones.

Después de cinco días enclaustrado en La Moncloa sin comunicarse ni con sus más estrechos colaboradores y de anunciar su decisión de seguir al frente del Gobierno en una declaración institucional sin presencia de periodistas, Sánchez ha iniciado una ronda por los medios para explicarse. Anoche estuvo en los platós de TVE y esta mañana en la Cadena Ser.

El plan para la regeneración democrática que el jefe del Ejecutivo anunció como principal justificación de su decisión, con el objetivo de combatir la “máquina del fango”, acapara ahora todos los focos, pero sigue sin concretarse. Sánchez se limita a enmarcarlo en el terreno judicial y mediático. El primero, con la vista puesta especialmente en desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tras más de cinco años con el mandato caducado y los fracasados intentos de acuerdo con el PP, incluso tras la mediación de la Comisión Europea. El segundo, en el terreno de la desinformación.

Un plan a medio plazo

Sobre el bloqueo del órgano de gobierno de los jueces, Sánchez no ha cerrado ninguna puerta para forzarlo si finalmente vuelven a fracasar los intentos de renovarlo de la mano del PP. Mientras los socios demandan rebajar las mayorías parlamentarias para prescindir de los populares, Sánchez ha avanzado que "si continúa el secuestro, el Parlamento necesitará articular mecanismos para poder salir de esta situación". Preguntado directamente sobre si esos mecanismos podrían pasar una reforma del sistema de mayorías, para los nuevos vocales sean elegidos con mayoría simple, el presidente del Gobierno ha argumentado que "no le puede decir si con cambio de mayorías o no, pero la responsabilidad del Gobierno será renovar y no vamos a llevar a efecto".

El plan de regeneración democrática, además de adolecer todavía de concreción, tampoco será inmediato. El Gobierno quiere abrir antes un debate y hacer partícipes de este tanto al Congreso como a la sociedad civil y a los sectores implicados. Además, Sánchez entiende que se trata de un desafío de gran envergadura, que afecta no solo a España, sino a todas las democracias occidentales. Se trata así de un debate que no se resolverá, según Sánchez, "ni en tres días ni en tres meses ni en tres años", trascendiendo incluso a esta legislatura. "En cinco días no se puede pedir a nadie resolver un problema de las democracias contemporáneas", ha respondido Sánchez frente a los que le piden celeridad a la hora de implantar reformas, como es el caso de sus socios parlamentarios.