Relaciones Generalitat-Estado

Sánchez y Aragonès se reunirán el 21 de diciembre en Barcelona

La reunión escenifica la renovación de la apuesta ERC-PSOE para seguir dialogando

¿Qué han pactado el PSOE y ERC? Todas las claves del acuerdo para la investidura de Sánchez

Aragonès se da tres meses para llevar ante Sánchez una propuesta de financiación "singular"

La Generalitat pone en marcha su 'embajada' en Corea del Sur, la primera en Asia

Pedro Sánchez y Pere Aragonès en una imagen de archivo.

Pedro Sánchez y Pere Aragonès en una imagen de archivo. / Quique García / Efe

Carlota Camps
Quim Bertomeu
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Con su último acuerdo de investidura, ERC y el PSOE han renovado su apuesta por el diálogo y, este pacto, tendrá su primera concreción el próximo jueves 21 de diciembre. Ese día el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirán en el Palau de la Generalitat. Será su primera reunión en este nuevo ciclo de negociación.

Desde que Sánchez fue investido presidente este mes, las dos partes venían negociando este encuentro. La Generalitat quería que fuera antes de finalizar el año porque consideraban que los dos gobiernos tienen muchos asuntos de envergadura que tratar. La cita, finalmente, se ha cerrado este jueves con el president Aragonès de viaje institucional en Corea del Sur.

¿Qué planteará la Generalitat en esta reunión? Según ha explicado la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, en declaraciones desde el Palau de Generalitat, Aragonès pondrá sobre la mesa "las principales prioridades" que el Govern se ha marcado desde hace tiempo: la resolución del conflicto político, el traspaso de Rodalies y la financiación singular. Una reunión que espera que sirva para poner "velocidad de crucero" a la negociación. Hasta que se acerque la fecha, sin embargo, no quiere dar más pistas sobre los detalles que se incluirán o las peticiones concretas que se harán.

Reunión "ejecutiva"

Lo que sí intentan dejar claro desde el Govern, y en ello ha insistido desde Barcelona la consellera, es que será una reunión "ejecutiva" para crear "el marco de negociación" de la nueva etapa. "De presidente a presidente y de gobierno a gobierno", se ha encargado de remarcar Vilagrà, en una referencia velada a la otra mesa que empezará este fin de semana en Ginebra entre el PSOE y Junts para evidenciar que la única que tendrá 'poder real' esta nueva legislatura es la que pilota la Generalitat.

Desde el Govern recuerdan que los presidentes ya hace tiempo que se conocen y se tratan, por lo que defienden que este encuentro no debe ser una mera toma de contacto institucional, sino que tiene que ser una reunión de trabajo bien preparada. Además, desde la plaza de Sant Jaume alegan que todo lo que quiere plantear el president no solo no es nuevo, sino que forma parte del acuerdo de investidura firmado entre ERC y el PSOE. Y hay que hacer "seguimiento del cumplimiento de los acuerdos", concluyen.

Las carpetas del Govern

Unos acuerdos que se fundamenta, básicamente, en dos carpetas: una, la del conflicto político, y a otra, la de las cosas del día a día de la gestión de la Generalitat.

La primera carpeta de Aragonès se fundamenta en reactivar cuanto antes la mesa de diálogo. Allí es donde el president defiende su acuerdo de claridad para plantear al PSOE un referéndum acordado. A menudo se le recuerda a Aragonès que los socialistas siempre se han opuesto a esta consulta, pero él lleva tiempo respondiendo lo mismo: también se oponían a los indultos y a la amnistía y el PSOE acabó cediendo. Así lo resumió hace unos días: "Lo imposible se convierte en posible cuando tienes una coyuntura favorable".

La segunda carpeta tiene muchas derivadas, pero Aragonès en los últimos meses ha mostrado su principal interés en dos: el traspaso de Rodalies y la financiación. Así, la reunión del día 21 será un buen momento para que el Govern le exija a Sánchez avanzar en la cuestión de los trenes y, también, en la voluntad de la Generalitat de tener un sistema de financiación "singular" que saque a Catalunya del régimen común de todas las autonomías.

Una relación de hace tiempo

La última reunión entre Aragonès y Sánchez cara a cara fue en julio del año pasado en la Moncloa y la última en la Generalitat fue en setiembre de 2021. De hecho, su interlocución ha sido clave para los acuerdos ERC-PSOE que han hecho dos veces a Sánchez presidente. El primero, en 2019, Aragonès se desplazó hasta Madrid. El segundo, hace apenas un mes, fue una conversación telefónica con la que resolvieron los últimos flecos del acuerdo para la amnistía.

Aunque lleven ya tiempo tratándose, su relación, aunque cordial, no ha sido nunca fácil. Tanto Sánchez por el flanco de la derecha, como Aragonès por el flanco del independentismo más beligerante, han recibido siempre presiones para que los acuerdos entre socialistas y republicanos no tuvieran continuidad.

El president Pere Aragonès en uno de sus actos esta semana en Corea del Sur.

El president Pere Aragonès en uno de sus actos esta semana en Corea del Sur. / Arnau Carbonell / Govern

Sin embargo, cada uno ha podido exhibir sus triunfos. Sánchez ha recibido la estabilidad prometida por ERC con el apoyo republicano de los últimos tres Presupuestos Generales del Estado (PGE). Aragonès, por su parte, ha podido exhibir los primeros pasos de la desjudicialización del 'procés': los indultos de 2021 y la derogación de la sedición del año pasado. ERC sostiene que, sin estos dos avances, ahora no habría la amnistía.

Los dos presupuestos

Aunque las dos partes difícilmente lo reconozcan antes de la cita, los dos presidentes tiene un asunto que les apremia. Aprobar sus respectivos presupuestos para 2024. No hay ley que dé más estabilidad a un ejecutivo que poder exhibir unas nuevas cuentas públicas con las que regar de más recursos a los respectivos departamentos.

Aquí la cuestión clave es que los dos partidos se necesitan. El PSOE a ERC en el Congreso, y ERC al PSC en el Parlament. Ninguna de las dos partes quiere hablar de un intercambio de cuentas, pero cada parte tiene derecho de veto a la otra. Es decir, Aragonès sabe que difícilmente tendrá nuevos presupuestos sin los votos socialistas mientras que Sánchez tampoco los tendrá sin los republicanos.

Y para los dos presidentes son unas cuentas clave. Para Sánchez, para empezar su mandato exhibiendo una primera victoria y escenificando estabilidad para aquellos que le auguran las diez plagas por haber pactado su investidura con los independentistas. Para Aragonès también, porque le permitirían agotar el mandato hasta el febrero de 2025. Sería el primer presidente de la Generalitat en conseguirlo desde hace más de una década.