Preemergencia por escasez de agua

El Govern admite que Catalunya "no está preparada para una sequía extraordinaria" como la actual

Junts reclama al Govern una nueva cumbre del agua ante las nuevas restricciones

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El conseller David Mascort, durante una intervención en el Parlament

El conseller David Mascort, durante una intervención en el Parlament / GERARD ARTIGAS / ACN

Sara González

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"El país está preparado para una sequía ordinaria, no para una extraordinaria como la que estamos viviendo". Este es el diagnóstico que ha hecho el conseller de Acció Climàtica, David Mascort, en el Parlament, después de que el Govern haya declarado la fase de preemergencia por sequía en el sistema Ter-Llobregat para intentar apurar la entrada en el escenario más drástico posible, la emergencia, que previsiblemente llegará en cuestión de un mes o mes y medio. Durante la sesión de control, la oposición ha apretado de nuevo las tuercas al Executiu ante las nuevas restricciones decretadas, además de criticar que las infraestructuras aprobadas para garantizar el abastecimiento no estén avanzando a un ritmo suficiente.

Tanto el president de la Generalitat, Pere Aragonès, como el conseller Mascort han hecho hincapié en que en estos momentos el 55% del agua que se consume ya no proviene de los embalses (hoy se encuentran al 18% de su capacidad y se entrará en emergencia si bajan hasta el 16%), sino de desalinizadoras, de la regeneración o de los acuíferos. Aun así, han subrayado que faltan muchas más obras con carácter urgente para afrontar la actual situación de sequía y que el Govern está haciendo todo lo que está a su alcance para ir lo más rápido posible basándose en las obras aprobadas en la ley de sequía de la mano de ERC, PSC y Junts, pero también de las previsiones que empezaron a hacerse hace dos años y medio.

La oposición presiona

Sin embargo, socialistas y posconvergentes han cargado contra lo que consideran una actuación insuficiente y a un ritmo que no se ajusta a la situación de urgencia. Por un lado, el grupo de Salvador Illa ha cargado contra el Govern por "no tener los deberes hechos" y no haber empezado en 2021 las obras para afrontar una situación como la actual, cosa que provoca que ahora se ponga el foco en más restricciones del consumo de agua. "En lugar de eso, han esperado que caiga la lluvia. ¿Dónde estaríamos si el Govern hubiera gobernado?", ha espetado la diputada socialista Sílvia Paneque.

Illa se ha encargado de "tender la mano" y de advertir que "la mesa que más importa a los catalanes en estos momentos es la de la sequía", una afirmación que hace una referencia velada al espacio de interlocución entre gobiernos para abordar el conflicto territorial en el que Aragonès pone el foco. Su ofrecimiento, ha detallado, se basa en los principios de colaboración entre administraciones, proporcionalidad en las medidas que se tomen y en el de la celeridad para la ejecución de obras. Aragonès ha recogido el guante, aunque advirtiendo de que hace falta "unidad política" no solo para superar la situación actual, sino para "adaptar el modelo económico" a un futuro escenario de mayor escasez de agua.

Junts, por su parte, ha reclamado una nueva cumbre sobre el agua -la última, del 31 de marzo, acabó sin acuerdo en pleno clima preelectoral, un roto que tuvo que rehacerse después en el Parlament- y también ha criticado que no se estén impulsando con urgencia infraestructuras previstas para garantizar el abastecimiento, como la desalinizadora de la Tordera y el aumento de la capacidad potabilizadora del Besòs hasta los 900 litros a finales de año anunciados por Aragonès. "¿Piensan cumplir la ley?", ha cuestionado el diputado Salvador Vergés.

Más obras y más deprisa

El conseller Mascort, por su parte, ha respondido que el Govern ha destinado ya 450 millones de euros en gestionar la sequía y que se están haciendo "todas las obras que hacen falta". De hecho, ha dejado caer que algunas dependen del Gobierno, como por ejemplo la ampliación de la desalinizadora en la desembocadura de la Tordera. El estado la ha catalogado de "interés general" y se ha comprometido a llevarla a cabo: "Estamos en contacto permanente para que vayan más deprisa", ha asegurado, reconociendo que ya lleva seis meses de retraso y que eso mismo le recordará a la ministra Teresa Ribera en una reunión el próximo vieners. Sobre la estación del Besòs, Mascort ha argumentado que no se tenía el anteproyecto hecho y que hasta octubre, los terrenos, que eran de Adif, no estaban disponibles. "Antes era imposible", ha afirmado.

También los Comuns han optado por apretar este tendón de Aquiles del actual Govern a costa del complejo de ocio Hard Rock, que piden a Aragonès que rechace por completo mientras el PSC urge a aprobar el plan director urbanístico de una vez por todas. El president ha replicado que todas las futuras infraestructuras en Catalunya tendrán que tener en cuenta que el régimen de lluvias será menor y ha criticado a En Comú Podem de estar "utilizando" la situación de sequía para cargar contra un proyecto que han rechazado siempre.

"Usted es el president de la sequía: no se moja nunca. Mójese por una vez", le ha replicado el diputado David Cid emplazando al Govern, una vez más, a hacerse atrás con su "macroocurrencia". Precisamente esta es una de las peticiones que hacen siempre los Comuns en las negociaciones de los presupuestos con el Govern y vuelven a insistir a las puertas de abordar las conversaciones por las cuentas de 2024.