Tras las elecciones municipales

Junts se inclina por no repetir el pacto con el PSC en la Diputación de Barcelona

Así se eligen los presidentes de las diputaciones

Pacto entre ERC y PSC para las diputaciones de Tarragona y Lleida

La actual alcaldesa de L’Hospitalet y candidata, Nuria Marín, y el candidato socialista a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni

La actual alcaldesa de L’Hospitalet y candidata, Nuria Marín, y el candidato socialista a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni / Europa Press

Fidel Masreal

Fidel Masreal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Junts se inclina por no reeditar el pacto de gobierno con el PSC en la Diputación de Barcelona. A falta de una reunión formal de la dirección del partido, las fuentes de la cúpula consultadas aseguran que el partido independentista evitará repetir la alianza con los socialistas tras la operación que dejó a Xavier Trias, vencedor de las elecciones en Barcelona, sin la vara de alcalde en beneficio de Jaume Collboni. Ahora JxCat opta por priorizar un acuerdo independentista en el organismo supramunicipal, eso es, con ERC, lo cual no les garantiza lograr gobernar la Diputación.

Los más moderados en Junts, incluido el propio Trias, habían apostado por no dejarse llevar por el enojo y repetir el pacto con el PSC de Núria Marín. Los encargados de pilotar este acuerdo durante cuatro años han valorado positivamente la gestión conjunta con los socialistas y apostaban por continuar cuatro años más. Pero el rencor por el acceso de Collboni a la alcaldía de Barcelona con el apoyo de Comuns y PP ha podido más. Los más radicalmente independentistas en Junts ya habían apostado en su día por no pactar con el PSC y la presidenta de JxCat Laura Borràs ha mostrado reiteradamente su posición contraria a esta alianza, que el 'expresident' Carles Puigdemont trató de deshacer 'in extremis' cuando ya estaba sellada con su propio visto bueno. No lo consiguió.

La pérdida del poder

Junts se decanta ahora, como hizo con la salida del Govern, por eludir una posición pactista de poder y jugársela a una alianza con ERC que no le garantiza gobernar la Diputación, porque un pacto entre PSC, Comuns y PP, como en el consistorio de la capital catalana, desbancaría al independentismo de una institución con una notable influencia sobre los municipios y un presupuesto de más de 1.200 millones de euros.

Pero incluso dirigentes no alineados con Borràs han puesto la decisión sobre la balanza y, a las puertas de las elecciones generales, han constatado que entre las bases y votantes pesaría más, en negativo, un pacto con el PSC pocos días después del dramático giro de guión que dejó a Trias sin su anhelada alcaldía, que era para Junts un asunto de máxima prioridad en términos de poder y de influencia en todos los sentidos.

Ahora deberá ser la ejecutiva de JxCat la que confirme o no esta apuesta por Esquerra, pero difícilmente se tomará una decisión favorable al pacto con el PSC si los pesos pesados no la avalan y tan solo el núcleo más pragmático la defiende. La operación es de riesgo porque Junts ya perdió sus opciones de gobernar las diputaciones de Lleida y Tarragona, ha perdido la capital catalana pese a haber ganado las elecciones en Barcelona, y su máximo poder institucional está en la alcaldía de Sant Cugat del Vallès, y en la presidencia del Parlament.

El portazo al PSC en la Diputación tiene que ver también con un endurecimiento del discurso unilateralista y combativo contra el PSOE y el PP de cara a los comicios del 23-J, en los que el discurso de la candidata, Míriam Nogueras, será todavía más áspero que el habitual, usando la "operación" de Barcelona como estilete para cargar contra los socialistas y presentarse com un partido que prioriza sólo los pactos independentistas y no participa de alianzas con los socialistas como sí lleva a cabo ERC.

Suscríbete para seguir leyendo