Elecciones municipales

Sirera no cierra la puerta a un gobierno de Collboni con los Comuns, pero mantiene el veto a Colau

¿Quién será el alcalde de Barcelona?

Trias y ERC perfilan un pacto mientras Collboni presiona a Comuns y PP

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Carlota Camps

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El líder del PP en Barcelona, Daniel Sirera, no cierra la puerta a "hablar" de un gobierno de Jaume Collboni con los Comuns, aunque reconocen que no es "el mejor escenario". "Yo propongo que no estén ni Colau ni los Comuns, otra cosa es que Collboni quiera hablar conmigo y me ofrezca otra cosa", ha afirmado Sirera, emplazando al socialista a hacer algún tipo de propuesta en las poco más de 24 horas que quedan para la investidura y mostrándose abierto a valorarla.

Aunque hasta ahora el candidato popular había vetado tanto a Ada Colau como a los Comuns, este viernes ha decidido ceder un poco más "para que Barcelona no esté en manos de Trias" ni haya un "frente independentista" con Esquerra Republicana. Aunque ha defendido con firmeza que su propuesta es que los Comuns se queden fuera del gobierno municipal, se ha mostrado dispuesto a hablar y ha llegado a plantear que lo que quieren es que "los Comuns saquen las manos de las concejalías que generan riqueza en la ciudad".

"Colau tendrá que decidir si prefiere estar fuera del gobierno con un socio suyo dentro, o si prefiere a Trias", ha advertido el popular, que también ha puesto presión a Collboni enviándole una carta y emplazándole a reunirse esta tarde para cerrar un acuerdo. "He desbloqueado toda mi agenda", ha zanjado.

La triangulación imposible

Con este movimiento, Sirera intenta poner más presión a la negociación sobre la investidura del nuevo alcalde de Barcelona y situar la pelota sobre el tejado de los Comuns, que este jueves rechazaron dar la alcaldía a Jaume Collboni, en una operación que contara con los votos de los populares y que implicara quedarse fuera del equipo municipal. Con este escenario imposible encima de la mesa, por los vetos cruzados, empieza la batalla por el relato.

Una batalla absolutamente contaminada por la campaña de las elecciones generales anticipadas que se celebrarán el próximo 23 de julio y por la presión que ejercen los socialistas sobre los populares, que les acusan de ser unos "patriotas de pacotilla" y de ser el "PPP, Partido Popular de Puigdemont" por permitir la investidura de Trias. Así, los populares se han visto obligados, en los últimos días, a tener un debate sobre cuál es el mal menor: una ciudad gobernada por un alcalde de Junts -con un posible acuerdo con ERC- o aceptar que los Comuns puedan llegar a tocar poder, pero con un alcalde socialista.

Sin embargo, la negativa tajante de los de Colau a entrar en cualquier operación de estas características deja Xavier Trias acariciando la alcaldía. Si Collboni no consigue llegar a los 21 votos este sábado, Junts se quedará con la vara de alcalde al ser el más votado en las elecciones.