Riesgo por la humedad

Los mercados de Barcelona suspenden en suelos anticaídas: 22 harán obras para prevenir resbalones

Un estudio detecta que más de la mitad de las plazas incumplen la normativa para prevenir caídas en zonas donde se forman charcos, como las entradas y los pasillos donde se ubican las pescaderías

Los mercados de Barcelona sacan a subasta todos sus puestos cerrados

Un comerciante retira el agua de las baldosas junto a una pescadería del mercado de Sant Martí, en Barcelona.

Un comerciante retira el agua de las baldosas junto a una pescadería del mercado de Sant Martí, en Barcelona. / FERRAN NADEU

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Más de la mitad de los 43 mercados de Barcelona abordan una puesta a punto, en parte ya iniciada y que se completará en los próximos meses. El riesgo de dar un traspié en los charcos que se forman en las instalaciones motiva el desembolso de 665.611,45 euros para arreglar parte del suelo de 22 plazas de abastos de Barcelona. La reforma comenzó a mediados de abril y se espera que acabe en julio.

En paralelo, se han sacado a concurso los trabajos por valor de un millón de euros para renovar el sistema de climatización anticuado de tres mercados. De todas formas, los nuevos aparatos no llegarán a tiempo para aliviar el calor a vendedores y clientes el próximo verano: el Instituto Municipal de Mercados calcula que los ventiladores acabarán de ser reemplazados en otoño.

A tenor de la documentación de las contrataciones, el consistorio practicó unos ensayos en 2021 para comprobar si existe peligro de sufrir un resbalón en los mercados de la ciudad. “Como resultado, se ha obtenido que algunos de ellos no dan cumplimiento a la normativa vigente”, figura en el proyecto adjudicado meses atrás.

En todo caso, las obras no consisten en sustituir el enlosado de los mercados. “Lo que se plantea es una mejora en las zonas con más probabilidad de tener humedades”, distingue el Ayuntamiento. Los trabajos se concentrarán en las entradas de los mercados, “susceptibles de ser húmedas por el agua transferida por el calzado en caso de lluvia”, y en los pasillos donde haya pescaderías, “que por su actividad pueden presentar pavimentos con más humedad”, indica el consistorio.

Una pescadería en el mercado de Sant Martí, en Barcelona.

Una pescadería en el mercado de Sant Martí, en Barcelona. / FERRAN NADEU

Los mercados donde se han detectado defectos que pueden causar tropiezos y donde se efectuarán reparaciones son los siguientes: Barceloneta, Canyelles, Clot, Guinardó, Guineueta, Hostafrancs, Les Corts, Lesseps, Marina, Mercè, Ninot, Poblenou, Provençals, Sagrada Família, Sant Antoni, Sant Gervasi, Sant Martí, Santa Caterina, Sants, Sarrià, Tres Torres y Trinitat. 

“En los accesos, se ha previsto colocar felpudos o realizar tratamientos superficiales”, explica el gobierno local. Apostilla que, en las zonas donde se hallan las pescaderías, se aplicarán "tratamientos superficiales específicos que mejoran las propiedades antideslizantes”. Los primeros arreglos empezaron el mes pasado y terminarán a finales de junio. Los felpudos se colocarán entre mediados de mayo y julio.

Aires acondicionados averiados

Por otro lado, el Instituto Municipal de Mercados asumirá el cambio de los climatizadores de los mercados de Sant Gervasi, Sant Martí y La Marina. El órgano municipal justifica que se dé el relevo porque los mecanismos están “obsoletos", han "superado su vida útil" y presentan "muchas averías”

La sustitución será integral en la zona de ventas, tanto de los equipos de ventilación como de la red de conductos. El presupuesto en Sant Gervasi se estima en 234.843,83 euros, asciende a 382.926,43 euros en La Marina y sube a 425.696,16 euros en Sant Martí.

El instituto de mercados pronostica que las labores se iniciarán en junio en Sant Martí y La Marina, mientras que lo harán un mes más tarde en Sant Gervasi. En los tres casos, concluirán ya pasado el verano. En todo caso, el Ayuntamiento matiza que el calendario queda a expensas de “planificar al detalle las obras con las empresas contratistas una vez que sean adjudicadas”.