Hasta el 9 de mayo

Los mercados de Barcelona sacan a subasta de golpe todos sus puestos cerrados

El Ayuntamiento somete a concurso los 104 establecimientos disponibles para reabrir y ofrece reducir la concesión a tres años para atraer comerciantes con precios más asequibles

Obras para evitar resbalones en 22 mercados de Barcelona

Puesto vacío en el mercado de Sarrià, en Barcelona.

Puesto vacío en el mercado de Sarrià, en Barcelona. / FERRAN NADEU

Jordi Ribalaygue

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El Ayuntamiento de Barcelona se marca el reto de que ningún puesto de sus mercados siga vacío. El desafío pinta atrevido, teniendo en cuenta que la última tentativa a finales de 2023 para rellenar huecos se saldó con solo ocho establecimientos adjudicados de los 28 ofertados. El reciente pinchazo no resta ambición a la subasta ahora en cartel, en la que el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona saca a concurso todos los locales desiertos que están disponibles para ser reabiertos en las plazas de abastos de la ciudad. En total, son 104 tenderetes a la búsqueda del mejor postor. 

La oferta -abierta a posibles candidatos hasta el 9 de mayo- contabiliza 63 puestos de venta y 41 almacenes. Se distribuyen por 25 de los 43 mercados de la capital y aglutinan una superficie de 1.896,90 metros cuadrados. Hay comercios de todo tipo: una decena de pescaderías, una docena de fruterías y verdulerías, cerca de una veintena de carnicerías y charcuterías, 11 tiendas de productos no comestibles… En el anuncio también aparecen una tienda con almacén de productos coloniales en el mercado del Besòs, un bar en los Encants y un colmado de comestibles ecológicos y artesanales en Sarrià.

El consistorio destaca que los puestos que ha colocado en el escaparate engloban “el 3% de los cerca de 2.000 establecimientos que hay en el conjunto de la red”. Aunque figuran todos los que son susceptibles de levantar la persiana de nuevo, los locales incluidos en la puja no comprenden todos los negocios que han quedado desiertos en los últimos años y que han nutrido la sensación de vacío en los mercados de la urbe

Negocios desmantelados

Los puestos que constan en la oferta engloban 196 números de ‘parada’, el vocablo catalán con el que el Instituto Municipal de Mercados denomina un espacio comercial de unos cuatro metros de largo por dos y medio de ancho. Un puesto suele ser un conjunto de esas superficies. En noviembre pasado, el gobierno del alcalde Jaume Collboni precisó que 918 números de ‘parada’ estaban vacantes a finales de 2022, casi cinco veces más de los que buscan inquilinos ahora. 

Son varios los motivos que justifican el descuadre entre cifras. Hay puntos que han desaparecido de las licitaciones periódicas del consistorio porque han quedado inoperativos por el traslado de comerciantes a carpas provisionales, por reubicaciones dentro de la misma plaza o porque los tenderetes se han desmantelado o están pendientes de serlo para despejar pasillos o prestar nuevos servicios, instalando armarios frigoríficos donde guardar pedidos o aulas de cocina, por ejemplo. Entre 2000 y 2022, se desmontaron 2.091 negocios de alimentación en los mercados de Barcelona. 

Optimismo frente al chasco

El resultado de la subasta y la capacidad de captar vendedores a los mercados son una incógnita hasta que el concurso se resuelva dentro de unas semanas. De no colocarse todos los establecimientos, aún quedaría una reválida para cederlos mediante una negociación entre el Instituto Municipal de Mercados y eventuales interesados. En el último precedente, solo se logró otorgar un local por el procedimiento directo tras cerrarse el concurso.  

Un puesto de pescado en el mercado de Sant Martí, en Barcelona.

Un puesto de pescado en el mercado de Sant Martí, en Barcelona. / FERRAN NADEU

El Ayuntamiento muestra optimismo para superar el chasco de la convocatoria pasada. En ese sentido, remarca que existe “una novedad importante que permite pensar que se puedan adjudicar un número destacado de espacios”.

Subraya que, a diferencia de ocasiones anteriores, “en todos los establecimientos y almacenes hay la posibilidad de optar por una adjudicación inicial de tres años”. Las condiciones de la licitación de finales de 2023 obligaban a aceptar concesiones fijas de hasta un cuarto de siglo. En cambio, esta vez no se impone atarse a contratos tan largos, al menos de entrada.

El precio a abonar

Al presentar la oferta, el candidato tiene que concretar si opta por un puesto por tres años prorrogables a posteriori hasta completar la adjudicación -que es de 12 a 25 años, según el local- o si prefiere suscribirla por todo el plazo desde el inicio. De una elección u otra depende cuánto cuesta agenciarse el negocio: o se sufraga el importe de licitación por todo el período en que se cede el espacio o se costean pagos a plazos más asequibles por menos años de ocupación. Una vez que se haya obtenido la titularidad, debe financiarse también un canon mensual según el mercado y el tipo de negocio, además de las tasas de limpieza y otras. 

Probar suerte con una tienda durante un trienio permite asentarse en el mercado “sin tener que hacer frente a un pago inicial alto”, resalta el Ayuntamiento. En ese supuesto, se debe abonar una cuota al mes, con “un precio medio de unos 160-180 euros”, estima el consistorio, si bien admite que las cuantías son “muy diversas”. Por citar un par de casos, una pescadería-marisquería de 17,25 metros cuadrados en la Barceloneta -que se ofrece por 12.937,50 euros- puede asumirse por una mensualidad de 332,26 euros; a su vez, se puede ocupar una frutería de casi 20 metros cuadrados en el Bon Pastor por 33,10 euros mensuales, en caso de renunciar a cargar de inicio con la totalidad de la concesión, que conlleva un desembolso de salida de 8.910 euros.

Una vez que hayan transcurrido los tres años, “se puede ejecutar la prórroga hasta finalizar el plazo, pagando únicamente el diferencial que quede pendiente”, señala el Ayuntamiento. Las cantidades son muy dispares. Para hacerse una idea, una huevería-pollería de 44,62 metros cuadrados de la Barceloneta sale a oferta por 33.465 euros, mientras que un almacén de 6,60 metros cuadrados en el Bon Pastor se puede obtener a partir de 1.782 euros.

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