Socios del Govern

La dureza de la CUP y los 'comuns' pone cuesta arriba el mandato de Aragonès

Ambas fuerzas materializan su cambio de rol tras haber sido fundamentales para la investidura del 'president' y para la aprobación de los presupuestos

Pere Aragonès y Dolors Sabater, reunidos en el Palau de la Generalitat

Pere Aragonès y Dolors Sabater, reunidos en el Palau de la Generalitat / ACN / SÍLVIA JARDÍ

Xabi Barrena
Júlia Regué
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La CUP y los ‘comuns’, los dos pilares sobre los que Pere Aragonès ha sustentado sus nueve primeros meses en el Palau de la Generalitat (con los primeros, la investidura; con los segundos, los presupuestos) han virado rumbo y buscan sin ambages dificultar la acción de un ‘president’ al que le restan tres largos años, en principio, por delante. Los anticapitalistas como reacción por quedar descabalgados de la negociación presupuestaria; los ‘comuns’ como respuesta al ‘no’ republicano a la reforma laboral que ha impulsado su nueva ‘lideresa’, Yolanda Díaz.

Las plasmación de lo anterior se hizo visible en los dos templos del autogobierno catalán. Por la mañana en el Parlament y, por la tarde, en el Palau de la Generalitat, donde Aragonès se reunió, dentro de la ronda de consultas con partidos y entidades independentistas, con la CUP, después de su plante, la semana pasada, por la detención de activistas antidesahucios.

Ruptura evidente

Aragonès y la CUP constataron su ruptura. Y eso que los republicanos tratan de retener a los anticapitalistas por cuanto saben que situarlos en el círculo de la gobernabilidad, aunque sea desde fuera del Executiu, decanta hacia la izquierda el peso específico de un Govern cuyo 50% está en manos de Junts.

Los cuperos enmendaron la totalidad de las cuentas y se salieron de la ecuación y, desde entonces, han elevado el tono contra el Govern intentando forjar una oposición contundente contra la normalización de las relaciones con el Estado. Y vuelven al inicio, a su propuesta estrella: un referéndum antes del 2025. La diagnosis es que el 'president' no está cumpliendo su parte del trato por el que fue investido, que no hay alternativas a la mesa de diálogo y que esta lleva al "estancamiento político 'sine die'", que el pretendido "giro a la izquierda" no se ha dado y que la apuesta por los Juegos Olímpicos de Invierno complica todavía más un entendimiento futuro. 

Crítica al pragmatismo

La diputada Dolors Sabater compareció tras el encuentro para certificar su reprobación a Aragonès y criticar la vía pragmática, al considerarla un freno para la independencia. "Tenemos que poner un horizonte claro hacia el referéndum, ni soluciones mágicas ni seguidismo del Estado", espetó, abogando por dinamitar el diálogo entre gobiernos y poniendo el foco en la búsqueda de aliados internacionales. Pero, pese a todo esto, consideró que el pacto de investidura sigue vigente, dado que Aragonès es 'president', aunque rechazó que la CUP sea "socio" del Govern.

Los ‘comuns’, por su parte, emplearon el escaparate que supone la sesión de control para deshacer dudas sobre las amenazas vertidas la semana pasada por Jéssica Albiach, en las que anunció un veto a toda propuesta del Govern, si ERC no votaba a favor de la reforma laboral. Y este miércoles la posecosocialista pinchó donde más duele, esta semana, que es el rifirrafe entre Aragonès y la presidenta del Parlament, Laura Borràs, a cuenta de la suspensión del cupero Pau Juvillà. La respuesta del 'president' fue la esperada, la de manual y no fue otra que defender que el ejecutivo no debe interferir en los asuntos del legislativo. Pero lo destacable fue la pregunta, la voluntad mordedora de Albiach.

"Erratismo" gubernamental

Voluntad que siguió cuando señaló que en este 2022 el Govern estaba "errático y desnortado" por cuestiones como la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno "que ya nace muerta"; el relevo de la cúpula de los Mossos d'Esquadra "que si no es una purga, se le parece", la celebración del primer aniversario del 14-F "con una conferencia que solo atañe a los independentistas" y, finalmente, con una actitud de don tancredo en el debate sobre la financiación autonómica que Albiach pidió al 'president' que rectificara.

Dardo por dardo, el jefe de la Generalitat le recordó a Albiach que el PSC, socio de gobierno de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona, también aboga con entusiasmo por los Juegos Olímpicos y asiste a las reuniones técnicas.

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