El nuevo Govern

La CUP marca de cerca a Aragonès en su estreno como 'president'

Los anticapitalistas protestan en primera línea contra un desahucio con presencia de los antidisturbios

Los activistas pro-vivienda ocupan la sede de ERC antes de que el jefe del Executiu nombre oficialmente su Govern

Pere Aragonès durante su visita al Hospital Parc Taulí de Sabadell

Pere Aragonès durante su visita al Hospital Parc Taulí de Sabadell / EUROPA PRESS / DAVID ZORRAKINO

Xabi Barrena
Guillem Sánchez
Júlia Regué
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Los días de estreno son siempre relevantes por el simbolismo que encierran los actos del que luce cargo nuevo. Una primera cata de aquello que es de interés, en el caso que nos ocupa, para el flamante ‘president’ Pere Aragonès. Y su agenda de ayer, su primer día, se calculó con precisión suiza. Si en el segundo debate de investidura se presentó como un ‘president’ que, con una mano, atendería las necesidades de la pandemia y sus crisis y, con la otra gestionaría el conflicto político con el Estado, sus primeras 24 horas como jefe del Executiu quisieron hacer evidente esa doble alma. Pero no fue el único que reparó en simbolismos. Asi, la CUP y los ‘comuns’, con razones ambos para estar cuando menos dolidos -sea por la llegada de perfiles como el de Jaume Giró al Govern que ellos sustentan, unos, sea por el amago de negociación abortado, los otros-, dibujaron a Aragonès lo que le puede esperar en esta legislatura.

Y es que el tenso desahucio de tres activistas de un piso del Bloc Llavors del Poble-Sec -que terminó con la ocupación durante dos horas de la sede de ERC por parte de varios manifestantes- provocó el primer roce entre Esquerra y la CUP, antes incluso de que Aragonès nombrará a su Govern. Antes, por tanto, de que el nuevo 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena, viera, siquiera, su nombre en el DOGC.

El plan del primer día

Eligió Aragonès como primer acto como ‘president’ una visita a un hospital de la región metropolitana, pero no de la conurbación barcelonesa (el Parc Taulí de Sabadell) para anunciar un plan integral de salud mental y emocional para afrontar el impacto que la covid-19 en la población en general, pero especialmente entre los niños y jóvenes. Es decir, la batalla a las consecuencias médicas de la pandemia.

Por la tarde, estaba previsto que visitara a los presos independentistas, en sus respectivos recintos penitenciarios. Finalmente, el CPD Wad-Ras, donde se halla Carme Forcadell, se dejó para el miércoles. Sí se desplazó hasta el CP Lledoners (con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, al frente) , y el CP Puig de les Basses (Dolors Bassa). Precisamente sobre los recluidos, en Sabadell, el ‘president’ aseveró que "cualquier medida que ayude a aliviar el dolor de los presos políticos y de sus familias será bienvenida", en referencia a la posibilidad de que el Gobierno de Pedro Sánchez los indulte.

Tensión en el desalojo del Bloc Llavors, en Barcelona

Tensión en el desalojo del Bloc Llavors, en Barcelona. /

Hasta ahí lo planeado por el equipo del 'president'. Lo insospechado fue que cuatro diputados ‘cuperos’ –Dolors Sabater, Eulàlia Reguant, Xavier Pellicer y Carles Riera- y dos de los ‘comuns’ –Susana Segovia y Jess González- se colocaron, junto a un centenar de activistas, frente a la línea policial de los Mossos d’Esquadra en el Poble-Sec. El cuerpo policial acudió a la calle Lleida por orden expresa del juzgado de instrucción número 54 de Barcelona para ejecutar el desahucio, tras desdeñar un informe que acreditaba la situación de vulnerabilidad de uno de los inquilinos.

Antidisturbios rociados

Los antidisturbios, tras ser rociados con pintura, sacaron uno a uno a los manifestantes. El balance fue de tres investigados por delito de atentado a los agentes de la autoridad, nueve investigados por desórdenes públicos, 60 denunciados por desobediencia y tres agentes heridos leves.

Ocupada la sede de ERC en Barcelona tras un desaloj en Poble Sec

Ocupada la sede de ERC en Barcelona tras un desaloj en Poble Sec. /

“Lo que se ha vivido hoy nos hace daño a todos", espetó Aragonès en Catalunya Ràdio, y se conjuró a impulsar un nuevo protocolo de actuación en estos casos con la participación de la administración de justicia en la línea del pacto que forjó con la CUP, que exige que no intervengan los antidisturbios en los desahucios. Un extremo que, sin embargo, no figura en el acuerdo con Junts.

La diputada de la CUP Laia Estrada exigió al Govern “alienar desobediencias” para que los antidisturbios no intervengan en los desahucios y ha pedido explorar mecanismos que combinen la acción institucional y la de la calle para garantizar el derecho a la vivienda. "Si hay que desobedecer, se desobedece", ha espetado, en esta ocasión, sin amagar con retirar su apoyo a Aragonès. Fuentes del partido remachan que el ‘president’ conocía la situación del lanzamiento y critican que no haya tomado cartas en el asunto.