EL LABERINTO CATALÁN

El pulso con Buch agrava la soledad de Torra

Quim Torra y Miquel Buch

Quim Torra y Miquel Buch / EFE / QUIQUE GARCIA

Fidel Masreal / Xabi Barrena

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El 'president', Quim Torra, no ha propuesto el cese del 'conseller' de Interior, Miquel Buch. Entre otras razones, porque probablemente si lo hubiera hecho, se habría topado con la oposición y el rechazo del partido que está detrás de Buch: el PDECat. Una vez más, la soledad del 'president' frente a los socios del Govern, y sus convicciones sin cálculo político han llevado al extremo la crisis interna por la actuación de los Mossos d'Esquadra ante las manifestaciones independentistas violentas de los últimos días. Esta situación se reproduce periódicamente y llega hasta los conflictos protocolarios, en una fricción permanente entre ERC y Torra, que ata al 'president' de pies y manos.

En el PDECat se blinda a Buch -de momento- alegando que la situación que vive el 'conseller' es "muy injusta" porque gestionar el departamento de Interior en este momento es de una complejidad extrema. David Bonvehí, presidente del partido, lo defendió explícitamente. Y el 'expresident' Artur Mas, afirmó, en una entrevista a EL PERIÓDICO, que los agentes "no son monjes" y que la exigencia de responsabilidades por parte de ERC a Interior "no es normal y tampoco es leal". Un mensaje dirigido a los republicanos, pero también, indirectamente, a los no pocos miembros destacados de Junts per Catalunya que no es que critiquen a Buch, sino que incluso ven difícil hacer campaña electoral la próxima semana con el 'conseller' todavía al frente de Interior.

La reunión más tensa

Torra, según fuentes cercanas, no ha pretendido cesar a Buch, pero sí lanzarle mensajes de exigencia extrema, compartidos por varios miembros del Govern. El epicentro de la crisis fue la reunión que tuvo lugar el martes posterior a la sentencia, tras los primeros episodios de violencia. Estaban el vicepresidente Pere Aragonès, la 'consellera' de Presidència, Meritxell Budó, las 'conselleras' de ERC Ester Capella (Justícia) y Alba Vergès (Salut). Una reunión difícil, tensa y complicada a la vista de las imágenes de las cargas policiales.

Posteriormente, Torra ha ido atornillando la exigencia. Como cuando en la reunión del Govern del martes siguiente planteó una comisión de investigación sobre la actuación policial. O en su intervención en el pleno del Parlament al día siguiente, tras una nueva reunión interna tensa, a la vista de una actuación de los Mossos en la Universitat de Barcelona. Allí, de nuevo, se formularon exigencias a Buch, pero Torra y él habían abordado ya previamente la cuestión.

Según publicó el diario 'Ara' y confirman fuentes de ERC, de esa reunión se puede deducir una exigencia de dimisión a Buch. Pero este extremo es negado en el entorno presidencial. Lo que no alberga dudas es que en el pleno parlamentario, los tonos de Torra y de Eduard Pujol, portavoz de JxCat, no fueron precisamente amables respecto a los Mossos, a los que previamente Buch había defendido de nuevo como una policía en permanente "autoexigencia".

La clave de partido

En esta tensión constante vive Buch respecto a Torra. El 'conseller' solo parece salvado por su partido. Y es que en toda esta polémica -que solo se zanjará tras el período electoral y con las conclusiones de la investigación interna en los Mossos sobre la mesa- sobrevuela de nuevo la pugna entre el PDECat y JxCat. El partido de Mas y Bonvehí está en fase de reorganización y Buch puede jugar un papel destacado en la maquinaria interna. Frente a ello, los fieles al 'expresident' Carles Puigdemont que ocupan cargos en JxCat no esconden su divorcio con Buch, que ERC ha hecho público.