TENSIONES EN LA POSCONVERGENCIA

El PDECat se niega a disolverse en JxCat y exige recuperar el timón

David Bonvehí y Carles Puigdemont, en una reunión del PDECat en Bruselas.

David Bonvehí y Carles Puigdemont, en una reunión del PDECat en Bruselas. / periodico

Fidel Masreal

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Las diferentes asambleas comarcales de la posconvergencia, hoy PDECat, han decidido que no quiere diluirse en la marca Junts per Catalunya (JxCat), creada para incorporar a fichajes del 'expresident' Carles Puigdemont. El punto de vista mayoritario de las bases del partido es claro: quieren recuperar el timón de una nave en la que en los últimos meses se ha impuesto el criterio de Puigdemont tanto para confeccionar las listas electorales como para trazar la hoja de ruta independentista.

La voluntad de autoafirmación es mayoritaria, tal como apuntan fuentes del partido, y se resume en una metáfora: Messi es uno de los mejores jugadores de la historia del Barça, pero por encima de esta figura está el club, por el que han pasado grandes jugadores durante décadas. Es decir, que Puigdemont aporta una gran capacidad de impacto electoral y liderazgo en el independentismo, pero el partido ha de volver a decidir qué candidatos se presentan en cada caso, sin cerrar las puertas a los fichajes que se decidan internamente pero que se sometan a la navegación posconvergente.

Un partido útil

En cuanto a la estrategia política, aparece una reflexión interna: el PDECat ha de volver a ser como Convergència, un partido de gobierno. Es decir, dispuesto a pactar con diferentes fuerzas políticas en cada circunstancia, como hizo en la Diputación de Barcelona con el PSC pese al rechazo del 'president' Torra. Y sobre todo, ha de ser visto como un partido "útil" a los ciudadanos en su gestión allí donde gobierna, según explica un cargo local. Todo ello ha de volver a ser, subrayan, una prioridad del partido al mismo nivel que la estrategia independentista.

El gran debate: la ruta soberanista

En cuanto al camino hacia la soberanía, conviven distintas sensibilidades. Unos subrayan que el partido ha de estar al lado de todas las acciones de desobediencia que sean necesarias e ir "a por todas" hacia la independencia. Otros creen que de ningún modo debe darse apoyo a acciones unilaterales o radicales, dado lo sucedido en octubre del 2017 y porque no forma parte del clásico ADN convergente.

El encaje de bolillos no será fácil. Tanto es así que el 'expresident' Artur Mas ya admite públicamente que si no hay acuerdo se puede acabar forjando una nueva coalición entre el PDECat y la Crida de Puigdemont, que se presentarían juntos a las elecciones pero que actuarían, como hizo CiU, como dos partidos distintos. La solución más drástica todavía sería la de la escisión. Una hipótesis que los sectores más moderados creen que es inevitable pero que puede no precipitarse de inmediato.

Con el resultado de los debates internos en las asambleas comarcales, el presidente del partido, David Bonvehí, tratará de llegar a un pacto con Puigdemont para que este mantenga el liderazgo del espacio político pero asumiendo que la dirección del PDECat es la que ha de tomar las decisiones organizativas y políticas. Y recordando al 'expresident' que los derechos electorales, la capacidad organizativa y el poder local están en manos del partido.

La gestión de los tiempos

Esta recuperación del timón se pretende llevar a cabo con el ADN convergente: prudentemente. Por ello, ante la decisión sobre la confección de la lista electoral cara a las nuevas elecciones generales, la dirección del partido, reunida el pasado martes, tomó una decisión conservadora: evitar abrir el melón de la elección de una nueva candidatura y proponer a los actuales diputados y diputadas repetir en las listas. De este modo se evita un proceso interno que podría haber generado más que roces entre sectores, no en vano la figura de Laura Borràs, portavoz en Madrid, genera no pocas críticas internas. Se da por hecho que la sentencia del 'procés' inhabilitará a Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull, por lo cual tendrán que ser sustituidos, pero de entrada irán en la candidatura, como avanzó EL PERIÓDICO.

Bien distinta será la decisión sobre las futuras elecciones catalanas. Mientras los puigdemontistas no descartan que este vuelva a presentarse -pese a los vaivenes sobre la cuestión que ha dado el mismo 'expresident'- o en todo caso piensan en figuras externas al PDECat, los defensores de recuperar al partido como prioridad piensan en nombres del ámbito local o territorial (la 'consellera' Àngels Chacón o el alcalde de Igualada, Marc Castells, entre otros) para consumar el golpe de timón.