Xenofobia

Junts, al rescate de Vox y Orriols

La inmigración relacionada con la inseguridad de la que se hablaba en el bar o en casa ha saltado a las instituciones por obra y gracia de Turull y Puigdemont

La alcaldesa ultra de Ripoll restringe el empadronamiento a los inmigrantes

Turull ve "indigno" que ERC acuse a Junts de "xenófobos" por abordar la inmigración

Carles Puigdemont, Jordi Turull y Míriam Nogueras en una imagen reciente.

Carles Puigdemont, Jordi Turull y Míriam Nogueras en una imagen reciente. / Nazaret Romero / Acn

Joan López Alegre

Joan López Alegre

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El manual del buen director de comunicación política establece como regla de oro que gana las elecciones aquel que consigue que se hable de los temas que su partido pone encima de la mesa. Sánchez logró en julio que el miedo a Vox centrara el debate y se llevó el gato al agua. 

La exigencia de Junts de ceder a Catalunya las competencias en materia de inmigración responde al temor de los neoconvergentes de que Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll, encabece una lista de Aliança Catalana en las próximas elecciones autonómicas previstas para finales de este año. 

Históricamente, cada vez que un partido xenófobo se ha implantado en la Catalunya interior, antes CiU y ahora Junts, sufren. Josep Anglada en Vic fue el precedente de Orriols en Ripoll. 

Por su parte Vox obtiene en municipios como Olot o Salt, tradicionalmente nacionalistas, resultados que el PP jamás soñó con alcanzar. El motivo es su contundencia en temas de inmigración. En Ribera d'Ondara se prepara una moción de censura con la participación del concejal de Aliança Catalana. Orriols está extendiendo sus tentáculos fuera de Ripoll y a Junts le tiemblan las piernas, es su huevo de la serpiente. 

En 2010, Anglada, al frente de Plataforma per Catalunya, quedó a las puertas del Parlament porque funcionó lo que en Francia se llamaba el "pacto republicano" o acuerdo de todos contra la ultraderecha, pero ahora Junts, al exigir las competencias integrales en emigración, ha puesto este tema tabú en el centro del debate público. 

La inmigración relacionada con la inseguridad de la que se hablaba en el bar o en casa ha saltado a las instituciones por obra y gracia de Turull y Puigdemont y dará alas a Orriols y oxígeno a Vox. 

Si Orriols franquea la puerta del Parlament el próximo otoño, a Illa y a Sánchez se les hará casi imposible cuadrar todas las caras de ese cubo de Rubik que es actualmente la gobernación de España; Junts, pendiente de su flanco derecho, se hará insoportable para los Comuns, también imprescindibles para Sánchez. En este contexto todo podría saltar por los aires en cualquier momento.