En clave europea

Las discordancias debilitan la voz de la UE

La guerra de Israel en Gaza, al minuto

La presidenta de la Comisión Europa, Úrsula von der Leyen

La presidenta de la Comisión Europa, Úrsula von der Leyen / Agencias

Eliseo Oliveras

Eliseo Oliveras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las discordancias internas de la Unión Europea (UE) tras el brutal ataque de Hamás y el posterior asedio y bombardeo masivo israelí sobre la población palestina de Gaza debilitan la voz internacional europea. Los gestos, los silencios y los mensajes contradictorios han mermado la influencia de la UE en Oriente Próximo y han reforzado la desconfianza del denominado Sur Global por lo que considera el doble rasero europeo. La total solidaridad expresada a Israel tampoco aumentará su influencia, ya que la UE no cuenta para su primer ministro, Benjamín Netanyahu. La UE ha perdido su capacidad de presión como principal socio comercial de Israel, porque ha cedido ventajas económicas y comerciales sin condicionarlas a avances en el proceso de paz, la materialización del Estado palestino y el fin de la creación de nuevas colonias israelíes en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este.

El Parlamento Europeo ha pedido una “pausa humanitaria” en el ataque israelí a Gaza. Pero Oxfam lamenta que no se reclame un alto el fuego, como defendieron los eurodiputados verdes y de izquierda. Mientras en Gaza ya han muerto por las bombas israelís 4.000 personas, incluidos 1.400 niños, 800 mujeres y 14 trabajadores de la ONU, la UE no logra articular una iniciativa que detenga la escalada.

La crisis, por el contrario, ha agravado la polarización en la UE. El líder del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, criticó con dureza al jefe de la diplomacia europea, el socialista Josep Borrell, por no haber ofrecido “un apoyo sin ambigüedades” a Israel, al haber subrayado que debe respetar el derecho internacional y humanitario. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que defendió lo mismo, no fue criticado por Weber, porque pertenece al grupo liberal. Esos principios fueron asumidos además por los Veintisiete.

Las divergencias públicas comenzaron el 9 de octubre al anunciar el comisario de la Política de Vecindad, Oliver Varhelyi, la suspensión de la ayuda a Palestina sin consultar a los Veintisiete. La medida había sido tomada en la reunión de jefes de gabinete de los comisarios y la iniciativa había partido de la presidenta Ursula Von der Leyen, imitando la decisión de Alemania y Austria, según fuentes comunitarias. La falta de competencias de la Comisión Europea para tomar esa decisión y las protestas de Borrell, España, Francia, Irlanda y la ONU obligaron a rectificar al Ejecutivo comunitario, que precisó que sólo se iba a revisar el uso de los fondos para que indirectamente no pudieran beneficiar a alguna organización terrorista y que esa revisión no afectaría a la ayuda humanitaria.

Polémico papel de Von der Leyen

La segunda divergencia pública se produjo el 13 de octubre cuando Von der Leyen visitó Israel sin consultar con los Veintisiete, acompañada de la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ambas destacadas figuras del PPE. Mientras Metsola recordó en sus declaraciones que Israel debe respetar el derecho internacional, Von der Leyen respaldó sin matices a Netanyahu.

Esto obligó a los Veintisiete a adoptar de urgencia la declaración del 15 de octubre, dos días antes de la cumbre prevista, para dejar clara la posición de la UE, ya que la política exterior es intergubernamental y la definen los Veintisiete, no la Comisión Europea. En esa declaración, además de condenar el ataque terrorista de Hamás y reclamar la liberación de los rehenes sin condiciones, la UE subrayó que Israel debe respetar el derecho internacional y humanitario al defenderse, prometió seguir ayudando a los civiles palestinos y reafirmó su compromiso a favor de la paz y la creación de un Estado palestino.

En el Consejo Europeo por videoconferencia del 17 de octubre muchos líderes criticaron la extralimitación de Von der Leyen, aunque algunos respaldaron su actuación. En la conferencia de prensa posterior, se hizo evidente que seguían habiendo divergencias sobre el comportamiento de Israel, que se superponían a la mala relación entre Von der Leyen y Michel.

Los Veintisiete también tienen posiciones diferentes sobre el conflicto Israel-Palestina, lo que dificulta el consenso. Alemania, a causa del Holocausto del régimen nazi, se alinea con Israel y evita las críticas, al igual que Austria. Los países del Este se han ido alineando con Israel a medida que han estrechado sus lazos económicos y las compras de armamento. Los atentados islamistas en Europa en la última década también han impulsado un acercamiento de Francia, Italia, Dinamarca y Suecia a Israel.

Suscríbete para seguir leyendo