LA CLAVE

La soga del ahorcado

No hay zonas comunes entre Podemos y Cs ante la negociación de los Presupuestos. Pero la tutela efectiva de la UE sobre la reconstrucción podría desdibujar algunas diferencias irreconciliables

Inés Arrimadas

Inés Arrimadas / EFE / CARLOS DÍAZ

LUIS MAURI

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No es pertinente nombrar la soga en casa del ahorcado. Esto es sabido al menos desde que Cervantes lo puso en boca de don Quijote. En Ciudadanos, evocar a <strong>Rivera</strong> y su osadía, inversamente proporcional a su sagacidad política, puede incomodar todavía a algunos. Pero la impertinencia ayuda también a comprender el pasado e indagar en el futuro.

Arrimadas fue escudera fiel de Rivera, pero ha advertido con agilidad que el legado de su mentor era la irrelevancia política.  Impulsado por el gran capital, el lodazal de corrupción del PP y la atonía socialista previa a la moción de censura, Rivera construyó velozmente una hipótesis de gobierno. Y con mayor celeridad, su empecinamiento la arruinó.

La reorientación de Arrimadas es valorada en los sondeos de opinión. Bajo el diluvio de piedras de la crisis, la mayoría reclama a sus representantes que sean útiles en la reconstrucción. La imagen lograda con el apoyo a la alarma y el ingreso mínimo vital y la disposición a hablar de los Presupuestos es el sortilegio de Cs para tratar de salir del hoyo y volver a abrir un pasillo entre el PSOE y el PP.   

El factor ERC

El poder económico quedó escarmentado con Rivera, pero ve en la reorientación naranja una oportunidad para matizar la influencia de Unidas Podemos en el Gobierno de Sánchez. Los socialistas no son indiferentes a este nuevo marco. Los diez diputados de Arrimadas no bastarían para que Sánchez pudiera replantearse su coalición con Iglesias, pero sí prefiguran una incierta válvula de seguridad ante los vaivenes de <strong>una ERC metida ya en la batalla electoral con JxCat.</strong>

Iglesias resistirá el acercamiento PSOE-Cs por dos razones. Una, esta pareja no suma. Dos, su apuesta personal por entrar en el Gobierno no admite espantadas. Ni en los Presupuestos ni en la reconstrucción coincidirá con Cs (tasa Google, tasa Tobin, presión fiscal). Pero ese obstáculo no tendría por qué ser insalvable. La tutela efectiva de la Unión Europea, en tanto que financiera en ciernes del plan de reconstrucción, podría desdibujar algunas diferencias hoy irreconciliables.

Suscríbete para seguir leyendo