Música en directo

EEUU denuncia por monopolio a Live Nation y Ticketmaster y tratará de romper el coloso

Bruce, Pearl Jam, AC/DC…: escándalos muy relativos

Taylor Swift en uno de los conciertos de "The Eras Tour" en Nashville, Tennesse.

Taylor Swift en uno de los conciertos de "The Eras Tour" en Nashville, Tennesse. / George Walker IV

Idoya Noain

Idoya Noain

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La experiencia de comprar una entrada en Ticketmaster es, como saben los usuarios del servicio, infernal. Según el gobierno de Estados Unidos, lo que hacen tanto esa compañía como su empresa matriz, el coloso del entretenimiento en vivo Live Nation, no es solo frustrante para los espectadores sino también dañino para artistas, otros promotores y locales y, sobre todo, ilegal.

Este jueves el Departamento de Justicia y los fiscales de 29 estados y el Distrito de Columbia han presentado en un tribunal federal de Nueva York una demanda en la que acusan de monopolio al coloso de entretenimiento en vivo y su subsidiaria de venta de entradas.

Con la demanda intentarán romper ese emporio y obligar a una reestructuración, acabando con el gigante que se creó en 2010, cuando las dos empresas se fusionaron (entonces sin oposición del gobierno de EEUU, que aprobó la operación).

Fans, artistas, promotores y locales, víctimas

En una rueda de prensa en Washington anunciando la demanda, el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, ha recordado la monumental dimensión de Live Nation en el país: controla al menos el 80% de la venta principal de entradas en los mayores locales de conciertos, gestiona directamente a más de 400 artistas, controla también más del 60% de la promoción de conciertos en EEUU y es propietaria o está en control de más del 60% de los grandes anfiteatros.

Según Garland, con ese poder y con una “conducta ilegal y anticompetitiva” la empresa ha ejercido un “control monopolístico sobre la industria de eventos en vivo en EEUU”. Y lo ha hecho, ha dicho, “a expensas de fans, que pagan más en comisiones; de artistas, que tienen menos oportunidades de dar conciertos; de pequeños promotores, que son excluidos; y de operadores de locales, que tienen menos opciones reales de servicios de venta de entradas”.

El titular de Justicia del gobierno de Joe Biden también ha acusado a Live Nation de haber estado trabajando “estratégica e ilegalmente para eliminar la amenaza de que surgieran potenciales rivales en ninguna de sus áreas de negocio” y ha mencionado, por ejemplo, el uso de “amenazas” y “represalias” para neutralizar a esa potencial competencia.

Respuesta de Live Nation

La compañía ha prometido combatir la demanda y la ha criticado en un comunicado. “Llamar a Ticketmaster un monopolio puede ser una victoria de relaciones públicas para el Departamento de Justicia a corto plazo pero perderá en los tribunales porque ignora los básicos económicos del entretenimiento en vivo, como el hecho de que la mayoría de comisiones van a los locales y que la competición ha ido erosionando su cuota de mercado y su margen de beneficios”.

La valoración de la empresa, no obstante, caía en la bolsa este jueves. Y la demanda intensifica un escrutinio que viene de lejos. El Departamento de Justicia ya tenía en su radar a Live Nation desde 2022 pero su investigación cobró renovada fuerza después de noviembre del año pasado, cuando se derrumbó su sistema en la preventa de entradas para ‘The Eras Tour’, la gira de Taylor Swift, una debacle que también ayudó a dar impulso a iniciativas legislativas tanto en el Congreso federal como en legislaturas estatales.

La demanda se suma a otras emprendidas por el gobierno de EEUU también con acusaciones de prácticas monopolísticas a gigantes tecnológicos como Apple, Amazon o Google.