Ilustrar la historia

Las invisibilizadas mujeres samuráis vuelven a dar guerra en los lápices de Benjamin Lacombe

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Ilustración de ‘Historias de mujeres samuráis’.

Ilustración de ‘Historias de mujeres samuráis’. / BENJAMIN LACOMBE

Anna Abella

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"En los antiguos campos de batalla de Japón se han encontrado un 30% de cadáveres de mujeres. No quiere decir que todas fueran guerreras, pero fuera como fuera estuvieron ahí e intentaron defenderse. Sin embargo, han sido completamente invisibilizadas por la historia", confirma el francés Benjamin Lacombe (1982), que por esa razón ha querido visibilizar a estas mujeres transgresoras, rebeldes y olvidadas en ‘Historias de mujeres samuráis’ (Edelvives), un cuidado volumen marca de la casa de uno de los mejores ilustradores europeos, que firma de nuevo con textos de Sébastien Perez (1975). 

Imagen de ‘Historias de mujeres samuráis’.

Imagen de ‘Historias de mujeres samuráis’. / BENJAMIN LACOMBE

"Tomoe Gozen, por ejemplo, fue una general samurái que comandó ejércitos de 3.000 hombres, una estratega militar que ganó batallas muy importantes, hasta el punto de que otros samuráis querían matarla porque la temían. Y fue de las únicas a las que permitieron usar la katana -continúa Lacombe, de visita en Barcelona-. En cambio, no hay prácticamente textos que hablen de ella. Solo se habla de ella en cuatro líneas en la epopeya del ‘Cantar de Heike’, que trata de grandes batallas. A otros samuráis hombres que fueron mucho menos relevantes le dedican capítulos enteros". Tomoe Gozen es una de las siete mujeres que reivindica en siete relatos inspirados en ellas, escritos por Perez y bellamente ilustrados por el parisino. 

Una mujer samurái, vista por Lacombe.

Ambos autores, un tándem ya veterano con títulos como ‘Genealogía de una bruja’ o ‘El herbario de las hadas’, 'Frida' o ‘La mejor mamá del mundo’ a sus espaldas, también firman otra novedad conjunta. Se trata de ‘La infancia de los malvados, villanos y maléficos’ (Edelvives), un álbum en el que imaginan, no sin ironía, cómo eran y qué les pasó cuando eran niños al Capitán Garfio, Drácula, Baba Yaga, Maléfica, Barba Azul o el Lobo Feroz... En total una veintena de futuros malos legendarios y de la literatura con unos textos y retratos que intentan responder "si un villano nace o se hace" y llevan a "reflexionar sobre la maldad". "Hay algunos que se rebelan o que se vengan de lo que les ocurrió de niños. Cada uno está condicionado por sus circunstancias. Algunos nacen malos o se destruyen desde muy pequeños, otros son maltratados por la vida. En cambio, otros son malos según el punto de vista, como Shere Khan, el tigre de ‘El libro de la selva’, que defiende el bosque pero para los humanos es malo".     

Maléfica, en ‘La infancia de los malvados, villanos y maléficos’

BENJAMIN LACOMBE

Lacombe, que se ha acercado a la cultura japonesa, que le fascina, en cinco títulos anteriores, entre ellos ‘Espíritus y criaturas de Japón’, ‘Historias de fantasmas’ y 'Madama Butterfly', recuerda que su primer libro, ‘L’esprit du temps’, que hizo con 19 años, "ya trataba de un pequeño fantasma atrapado en un templo japonés y que para huir se reencarnaba en el cuerpo de un samurái". Pero admite que es una sociedad tradicionalmente "patriarcal". "Ves la imagen de las mujeres, muchas como geishas, delicadas, sumisas, seductoras y complacientes. Pero no hay textos de las que se empoderaron y tomaron las armas rebelándose para decidir su destino, a las que los hombres impusieron sus dogmas", lamenta el ilustrador. Solo algún libro, señala, donde un hombre viene a decir que deberían haberse quedado en casa. Por ello, para documentar los textos sobre mujeres samuráis de Perez, acudieron al historiador y especialista Matthias Hayek, que firma el prólogo.

Ilustración de ‘Historias de mujeres samuráis’.

BENJAMIN LACOMBE

A Lacombe le emocionó en particular la historia de dos hermanas vengativas. "Son nacidas en el seno de una familia pobre y destructurada, con un padre maltratador. Una de ellas se rebela y huye buscando una nueva vida y se hace geisha. Mostramos su batalla interna entre construirse una nueva identidad y renunciar a sus raíces".

También rescatan las figuras de la emperatriz Jingū, que al morir su esposo reinó y dirigió campañas militares con éxito, de Kaihime, entrenada por su padre y luego entregada como trofeo al enemigo. "O de Nakano Takeko, una historia de sororidad -apunta-. Como no la dejaban entrar en el ejército creó su propia armada de mujeres para combatir".

Sebástien Perez (izquierda) y Benjamin Lacombe, durante una visita a Barcelona en 2021.

Sebástien Perez (izquierda) y Benjamin Lacombe, durante una visita a Barcelona en 2021. / LAURA GUERRERO

Una cita de Simone de Beauvoir abre el libro. Alerta de que no hay que dar nunca por seguros los derechos adquiridos de las mujeres. "Porque en cualquier momento, como ahora que estamos de nuevo en época de guerras y de imposición de religiones y dogmas, vemos que pueden ser cuestionados y reducidos, igual que los de otros colectivos que son discriminados, como los homosexuales -advierte-. La lucha de las mujeres es la de toda la humanidad".