Cierre del tríptico sobre el poeta

Ana Bernal-Triviño: "El asesinato de Lorca fue un crimen político"

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Fusilados en la Guerra Civil: las heridas siguen abiertas

Lorca, entre floristas de las Ramblas, en el libro 'Vuelve Federico'.

Lorca, entre floristas de las Ramblas, en el libro 'Vuelve Federico'. / LADY DESIDIA

Anna Abella

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"Sobre un fondo de duelo y con un rostro blanco, casi fantasmagórico, regresa al mundo para cerrar sus heridas y así poder descansar en paz". Así describe la periodista Ana Bernal-Triviño la simbólica portada de ‘Vuelve Federico’ (Lunwerg), "un ejercicio de memoria histórica" que, a través de espacios y encuentros imaginarios con amigos y familiares, pero también con sus ejecutores, permite a un revivido García Lorca mantener conversaciones pendientes y despedirse de los suyos. En este volumen, que es a la vez una "reflexión sobre la crudeza de la guerra, en las que tantísimas personas no pudieron despedirse de sus seres queridos", la escritora malagueña cierra su tríptico sobre el autor de ‘Yerma’. Lo hace cediéndole la voz al poeta asesinado por los sublevados el 18 de agosto de 1936, al inicio de la Guerra Civil.  

Ilustrado por Lady Desidia (nombre artístico de Vanessa Borrell), igual que ‘Las mujeres de Federico’ y ‘Los hombres de Federico’, se diferencia de los dos títulos anteriores en que si en aquellos se acercaba a sus personajes, en este habla de personas reales. La madre, el padre, los hermanos y otros familiares de Lorca, pero también amigos como el cineasta Luis Buñuel, los pintores Salvador Dalí y Maruja Mallo, la actriz Margarita Xirgu o Pepín Bello y otros compañeros de la Residencia de Estudiantes, como Rafael Alberti o María Teresa León, o de La Barraca, el grupo de teatro que codirigió. "Esto me exigió un proceso de documentación mucho mayor y, aunque sea fantasía, esta vez los diálogos son lo más realistas posible. Pensé, por ejemplo, qué le diría si volviera a estar cara a cara con Dalí, que luego no tuvo conflicto con la dictadura", constata Bernal-Triviño.

Ilustración de 'Vuelve Federico'.

Ilustración de 'Vuelve Federico'. / LADY DESIDIA

"Aún te encuentras muchas versiones sobre la causa de su asesinato, pero abunda la de que no fue por el franquismo sino por reyertas, envidias y rencillas personales, que es la explicación interesada del régimen y de la derecha, que le acusaba de masón y homosexual -denuncia la también profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)-. Pero no. Fue un crimen político, como alertó la propia madre de Lorca, que dijo que si ganaban las derechas deberían irse del país porque sino les matarían, o como avisó su hermano; su propio padre murió en el exilio. Por dignidad y memoria histórica hay que escuchar las voces de su familia". 

Ilustración de 'Vuelve Federico'.

LADY DESIDIA

Recuerda Bernal-Triviño que "en Granada, Lorca era un personaje muy incómodo, porque en sus obras retrataba a aquella sociedad, todas las miserias de la burguesía, que no le perdonó que dirigiera La Barraca, una forma de educar con la cultura. Tenían miedo de la libertad que traía con su obra y sus palabras".  

La periodista y profesora malagueña Ana Bernal-Triviño, en Barcelona.

La periodista y profesora malagueña Ana Bernal-Triviño, en Barcelona. / RICARD CUGAT

La autora "reencarna" en este libro el tono feminista que imprimió a los dos anteriores a través de ‘sus mujeres’". Como Maruja Mallo, una de las Sinsombrero (las rebeldes artistas y escritoras de la Generación del 27), o La Xirgu (que le instó a ir con ella de gira a México antes de ser asesinado). "A ellas, Lorca les confiesa cosas como que en ‘Yerma’ volcó el hecho de que nunca fue padre. Visibilizo a mujeres que fueron vitales para él y le inspiraron en su proceso creativo, como su prima Clotilde, la poeta Josefina de la Torre, Zenobia Camprubí (escritora y mujer de Juan Ramón Jiménez), Anna Dalí (hermana del pintor) o la olvidada Agustina González (intelectual que le inspiró, entre otras, ‘La zapatera prodigiosa’), que fue fusilada poco después de él. Con ellas se explica la lucha feminista que tanto costó y que tan rápidamente destruyó el franquismo, que frenó sus aspiraciones y las invisibilizó".

Buñuel, en 'Vuelve Federico'.

LADY DESIDIA

A través de las reflexiones de Lorca, Bernal-Triviño alerta de lo fácil que es, "al inicio de la Guerra Civil hallar paralelismos de lo delicada y fina que es la línea que deriva en el uso del lenguaje hiperbólico, extremista, catastrofista y marcado por el odio del que beben los conflictos".  

En la Residencia de estudiantes de Madrid, en el libro 'Vuelve Federico'.

LADY DESIDIA

"Hoy todos los partidos usan a Lorca como marca. Yo huyo de esa imagen icónica y muestro un Lorca muy humano, con batín y zapatillas, creando historias en el austero dormitorio de su casa", apunta quien acabó ‘Vuelve Federico’ en esa habitación de La Huerta de San Vicente, en la mesa donde él escribió ‘La casa de Bernarda Alba’.