LA GRAN CITA DEL CINE FANTÁSTICO

'El hoyo', en el pozo del egoísmo

El bilbaíno Galder Gaztelu-Urrutia concursa en Sitges con 'El hoyo', distopía social con original punto de partida

Galder Gaztelu-Urrutia, tras la presentación de 'El hoyo' en Sitges

Galder Gaztelu-Urrutia, tras la presentación de 'El hoyo' en Sitges / periodico

Juan Manuel Freire

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La premisa de 'El hoyo' es simple y, como nos dice su director, el bilbaíno Galder Gaztelu-Urrutia, "se puede contar en un par de líneas en un bar". Tratemos de dejarlo en dos líneas. En un futuro distópico, los internos de una prisión excavada en la tierra esperan que un festín de comida diario descienda por un agujero central hasta su nivel. Cada mes cambian de nivel aleatoriamente, con lo que eso supone para su bienestar nutritivo y sus dudas morales.

"La idea es ir guiando al espectador, más que por hechos, por sentimientos. Cómo afecta cada cosa que pasa al protagonista, Goren", encarnado por Ivan Massagué. "Queríamos enfrentar al espectador al egoísmo y a la indiferencia hacia el sufrimiento ajeno. El ser humano es, en mi opinión, una especie miserable. La película habla de luchar contra lo que somos de nacimiento: una bola de egoísmo que llora y llora y pide y pide".

Aunque resulta tentador hacer comparaciones con otras películas sobre estructuras, estáticas ('High-Rise') o móviles ('Snowpiercer'), que sirven como alegoría de una sociedad cada vez más radicalmente estratificada, en 'El hoyo' puedes ser rico un día y pobre al siguiente. No es una película contra ese 1% que arruina la vida al 99%, sino sobre el egoísmo de ellos y de nosotros.

Tantos niveles como géneros

En el principio, 'El hoyo', que compite en sección oficial en Sitges, fue una obra de teatro que nunca llegó a ser. La firmaban David Desola y Pedro Rivero, quienes acabaron convirtiéndola en un guion con potencial. "Con un potencial increíble, además, pero que debía trabajarse mucho para que resultase más cinematográfico", apunta Gaztelu-Urrutia. "Tuvimos muchas peleas. Hubo guerra de egos, pero sobre todo, de convicciones. Cada uno viene de entornos muy diferentes. Desola tiene más interés en la comedia, la más disparatada. A mí me gusta más el cine de género. Pedro estaba entre los dos. Cada uno apuntábamos en una dirección". De esa mezcla surge una película que puede saltar sin red de la comedia beckettiana a los esputos de ultraviolencia asiática. "Creo que todos los elementos conviven bien gracias al punto surrealista, la unificación estética o la música", señala el director.

La original apuesta convenció en el pasado festival de Toronto, del que 'El hoyo' emergió con críticas internacionales muy positivas y el premio del público de la sección Midnight Madness. Tras su paso por Sitges, llegará a nuestras salas "en noviembre o diciembre", apunta Galder, para luego entrar a formar parte del catálogo de Netflix (menos en Asia). "Bueno, las teles cada vez son más grandes y se ven mejor".