Estreno de un montaje sobre la agonía de un pueblo

La Mequinensa mítica

Reus, Girona y el TNC estrenarán un fresco teatral sobre el universo de Jesús Moncada

El equipo de 'Mequinensa', ayer en la Fundació Tàpies, el lugar donde Moncada trabajó para la histórica editorial Montaner y Simón.

El equipo de 'Mequinensa', ayer en la Fundació Tàpies, el lugar donde Moncada trabajó para la histórica editorial Montaner y Simón.

JOSÉ CARLOS SORRIBES
BARCELONA

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La narrativa de Jesús Moncada (1941-2005) no se puede disociar de Mequinensa, el municipio del Bajo Cinca, ligado administrativamente a Zaragoza y donde se habla el catalán de la Franja. Mequinensa -un pueblo con afiladas señas de identidad: minero, rojo y anticlerical- fue sepultado por la construcción de una presa y del pántano de Riba-roja durante el franquismo desarrollista de finales de los 60. De esa agonía a lo largo de 13 años de un pueblo que debió reconstruirse en otra ubicación, se empapa la poderosa escritura de Moncada plasmada en una novela esencial comoCamí de sirga(1988) y en relatos y cuentos. De la misma fuente bebe ahoraMequinensa,la traslación teatral de esa narrativa que hará una minigira catalana. Se estrenará el sábado y el domingo en el Teatre Fortuny de Reus, el 27 de abril llegará al Municipal de Girona, y del 10 de mayo al 17 de junio se instalará en la Sala Petita del Teatre Nacional de Catalunya.

No es la primera vez que Moncada sube a un escenario. De hecho, quienes impulsaron la obraL'aiguahace cinco años vuelven a estar detrás de este montaje más ambicioso. Entonces una pequeña productora, Les Antonietes, y el director Xicu Masó levantaron un elogiado proyecto. Era el primer paso. El segundo, convencer a Sergi Belbel de que Moncada tenía que entrar en el Nacional.

UN POCO DE TODO / El salto, en alianza con la productora Bitó de Salt y la colaboración del Centre d'Arts Escèniques de Reus, se ha producido con la dirección de Masó y la dramaturgia del «adaptador nacional de Catalunya de textos no teatrales», como definió ayer Belbel a Marc Rosich, que ya triunfó conMort de damayPedra de tarteraen el TNC. Masó y Rosich renunciaron, primero, a adaptar soloCamí de sirgapor la complejidad de su escritura y saltos temporales.

Tampoco quisieron volver a buscar una serie de cuentos breves, demasiado episódicos, en una operación similar a la deL'aigua. Decidieron una vuelta de tuerca más osada. «Nos preguntamos por qué no utilizarlo todo. Se trataba de hacer un fresco de la Mequinensa mítica, buscando la esencia de ese mundo de Moncada», explicó Rosich.

De esta manera, enMequinensa se reúnen fragmentos deCamí de sirga y de otros cuentos. «Hemos asesinado muchos personajes por el camino», detalló Rosich. Al final, han quedado en 11 repartidos entre 9 actores (Míriam Alamany, Belén Alonso, Joan Anguera, Annabel Castan, Miquel Gòrriz, Maria Ibars, Carles Martínez, Xicu Masó y Eduard Muntada) y con una pequeña excusa argumental: la llegada del joven letrado barcelonés Mallol Fontcalda para ser el secretario del ayuntamiento. Esos personajes construyen un colaje de la vida de un pueblo amenazado, no arrodillado, a partir de contar historias y anécdotas, no todas realistas.

IRLANDA Y FELLINI / Masó apuntó que la escritura de Moncada es mitificadora como se hace en la tradición irlandesa, por ejemplo con Innisfree, el lugar imaginado donde John Ford situóEl hombre tranquilo. Y ha querido añadirle un espíritu «felliniano» para ir más allá de un costumbrismo empobrecedor.

Porque Moncada, según Masó, demuestra la utilidad del arte. «Él recuperó la memoria de un pueblo y le devolvió el orgullo en un momento muy difícil».