La oposición ultima la derogación simbólica de la reforma laboral del PP

Mariano Rajoy se dirige al Congreso, este miércoles durante la sesión de control al Gobierno.

Mariano Rajoy se dirige al Congreso, este miércoles durante la sesión de control al Gobierno. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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La oposición ultima en el Congreso las negociaciones para tumbar una de las leyes más controvertidas de Mariano Rajoy, la reforma laboral, que llega al pleno esta tarde. La medida, presentada por el PSOE, es una proposición no de ley, por lo que no tiene efectos de aplicación legislativa inmediata y, aunque constituye un varapalo contundente al legado normativo de los populares, también es más simbólico que (de momento) efectivo para el Ejecutivo. Los socialistas lo valoran como el primer paso para ir consensuando un nuevo Estatuto de los Trabajadores (el actual data de 1980) y cuando esté listo, poder derogar finalmente la ley y sustituirla por ese nuevo texto que confían consensuar con los agentes sociales. 

Los grupos de la oposición están negociando modificaciones a la proposición no de ley y los socialistas confían en que su iniciativa sea aprobada por mayoría amplia. Unidos Podemos votará a favor y también lo hará ERC. Ciudadanos ha presentado una enmienda que recoge lo pactado con el PSOE como acuerdo de investidura de Pedro Sánchez. No les gusta qye el texto incluya el término "derogación" y tratan de evitarlo. El portavoz socialista, Antonio Hernando, ha señalado que en principio la intención es que ese sustantivo permanezca en el texto definitivo. Aún sin el voto de los de Albert Rivera, el PSOE podría sacar la votación adelante con el apoyo de los morados, los republicanos, los nacionalistas vascos y el Grupo Mixto.

El Partit Demòcrata ha presentado una enmienda de sustitución para que se encargue a un grupo de expertos independientes un estudio que analice el impacto de las modificaciones legales que se han llevado a cabo entre 2008 y 2015. El grupo catalán quiere que, una vez elaborado el informe, se abra un proceso de diálogo con los agentes sociales y las administraciones autonómicas para adoptar medidas que se incluyan en los presupuestos generales de 2017 destinadas a políticas de empleo. También pide transferir a las comunidades los recursos destinados a empleo así como la gestión y el control de estos servicios, que ahora corresponde al Estado.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, señaló este lunes en su comparecencia en el Congreso las virtudes de la reforma que su partido llevó a cabo en 2012, pocos meses después de llegar a la Moncloa, y se mostró contraria a derogar una norma que, a su juicio, ha mejorado la situación del mercado laboral en España. Aunque el PP se ha mostrado favorable a "mejorar" algunos aspectos del articulado (ya lo hizo en las negociaciones de investidura con Ciudadanos), es contrario a derogar la ley. 

SIN CONCRETAR LAS INDEMNIZACIONES

El texto del PSOE no implica la derogación total de la reforma laboral del PP. De hecho, la proposición no afecta a algunas de las medidas más polémicas ni se pide volver a la ley anterior, aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero en 2010. Los socialistas no concretan, por ejemplo, cómo quedarían las indemnizaciones por despido. Los conservadores redujeron la compensación por despido improcedente en contratos indefinidos de 45 días a 33 por año trabajado. También estableció un máximo de 24 mensualidades en lugar de 42. El PSOE deriva la decisión definitiva en esta materia al diálogoen la mesa entre Gobierno y sindicatos, que podría arrojar las primeras conclusiones en el primer trimestre de 2017.