La niña de mis ojos: guiños sofisticados

Se llama La niña de mis ojos y lo suyo es hacer guiños gastronómicos. Sirva la asociación de ideas para resumir la intención de este nuevo restaurante ubicado en la zona alta de Barcelona (calle de Laforja, 83), donde manda el chef Javier Orobitg, un tipo que se curtió en Masia Sant Cugat y que juega en la cocina con sofisticación y buen gusto. Sus platos se entienden y se agradecen porque son frescos, de mercado, un puntito diferentes y algo viajados.

Son propuestas para compartir, como una magnífica ensaladilla que, más que rusa, es mestiza: lleva centolla y gambas, huevas de tobiko (pez volador) y la untuosa mayonesa japonesa QP. Acaso la creación que mejor resume la filosofía de La niña de mis ojos, que también ofrece un menú de mediodía laborable por 18,60 euros cuyos platos bien podrían estar en la carta.

PLATOS EFECTISTAS

También hay creaciones algo más efectistas, como el tomate relleno de esqueixada de bacalao y sopa de aceituna gordal y el steak tartar con falsa yema de huevo (una esfericación que encierra ingredientes del steak tartar, como la yema de huevo, los encurtidos, las alcaparras, la salsa Perrins...).

Y todo ello, en un ambiente agradable, vestido con sencillez y elegancia, tanto en la planta a pie de calle como en el primer piso, que cuenta con una coqueta terraza (también hay una sala privada en los bajos).