FIGURA MISTERIOSA

Sheela, la mano derecha del gurú

La estrella de la serie documental 'Wild wild country' de Netflix participa este viernes como intrigante invitada del festival Primera Persona

Sheela, fotografiada el viernes en el CCCB

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Juan Manuel Freire

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La serie documental 'Wild wild country', estrenada por Netflix a mediados de marzo, ha cautivado a espectadores alrededor del mundo con su narración sofisticada de una historia real que supera a la ficción más intrincada.

A principios de los 80, Antelope, ciudad del condado de Wasco, en el estado de Oregon, era un lugar pequeño y tranquilo donde jubilados iban a pasar sus últimos días. Todo eso cambió cuando un gurú rico de la India y su comunidad compraron el cercano rancho Big Muddy, de 32.000 hectáreas, por 5,75 millones de dólares. Su plan era desarrollar una ciudad propia a mayor gloria de las enseñanzas de Baghwan Shree Rajneesh, firme creyente del amor libre.

El ranchero local Jon Bowerman (¡hijo del cofundador de Nike!) dice en 'Wild Wild Country': "Cuando llegaron, se detuvieron y se presentaron. Dijeron que solo querían cultivar su tierra, adorar su religión y ser buenos vecinos. Se podría decir que el problema surgió cuando llegó Sheela".

Sheela era la secretaria personal del gurú y su portavoz. Controlaba la Fundación Rajneesh y sus millones de dólares. Llevaba el peso de todo. ¿Por qué quiso Osho (el otro nombre del gurú) que fuera ella?, le preguntamos un día antes de su paso por Primera Persona, el festival de la palabra. "No lo sé", contesta. "Nunca me lo dijo directamente, pero habló de ello en distintos discursos. También bromeaba con los periodistas diciendo que me había fichado por lo guapa que era. Lidiaba con ello con humor. Otras veces, dijo que yo era un lienzo en blanco y pudo educarme como él quiso".

La reina de Rajneeshpuram

"Con cada corona viene la guillotina", recuerda Sheela en la serie. "Sin la guillotina no puedes llevar la corona". Según explica, todo el mundo la envidiaba por estar tan cerca de Osho, al que unía, dice, no una atracción sexual sino un sentimiento romántico inexplicable. "Desde la primera vez que lo vi, sentí un amor que me completó. Y si tienes ese sentimiento, tu vida ya es plena".

Osho definía su pensamiento como "espiritualismo materialista". La riqueza no era anatema. Sheela facilitó que el líder llegara a acumular decenas de Rolls-Royce; ella sabía cómo crear, en sus propias palabras, "una comunidad trabajadora capitalista". Rajneeshpuram, la ciudad que crearon en Oregon, tenía sistema bancario, así como una boutique donde todo era rojo (color oficial del movimiento Rajneesh) y una librería donde solo se vendían obras de Osho.

Ver a toda esa gente rara vestida de rojo por la zona no hizo gracia a los vecinos de Antelope y el resto del condado de Wasco. Tras el estallido de una bomba en el hotel de Osho en Portland, los rajnishes se abastecieron de armas exageradamente. "Esa bomba nos hizo ser muy conscientes de lo vulnerables que éramos", dice Sheela. "Y que debíamos cuidar de nosotros mismos".

Episodios oscuros

A partir de 1984, la utopía se enrarece todavía más, si cabe. La saga incluye un intento de derrocar al gobierno del condado con los votos de sin hogar traídos de todo el país y amansados con cerveza con tranquilizantes; el primer ataque bioterrorista de EEUU, que llevó al hospital con salmonelosis a toda la ciudad de The Dalles, el intento de asesinato de un fiscal y un incendio provocado.

Sheela se acogió a una maniobra legal conocida como la declaración Alford, en la que el acusado mantiene su inocencia al tiempo que admite que el Estado cuenta con pruebas para condenarlo. "Me cayeron cuatro años y medio, pero solo estuve 39 meses. Entendí la prisión como un proceso de aprendizaje. Si estaba allí era porque la existencia me quería enseñar algo".

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