FESTIVAL DE CREACIÓN

El festival Primera Persona encara su edición más feminista (y controvertida)

Virginie Despentes, Vivian Gornick o Gee Vaucher comparten cartel con Sheela, factótum de la secta de Osho

Miqui Otero y Kiko Amat, creadores del festival Primera Persona

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Elena Hevia

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Establecer los límites del Primera Persona es complejo. ¿Festival literario? Sí. Pero también de música, de teatro, de todo tipo de estrategia narrativa que tenga que ver con la confesionalidad del yo. Cuando la literatura actual va camino de convertirse en pura memoria, dos escritores como Miqui Otero y Kiko Amat tuvieron la idea hace siete años de invitar a una serie de artistas, más o menos en los márgenes de la cultura oficial. La edición del 2018, que se celebrará entre los días 11 y 12 de mayo en el CCCB, tiene como parece casi obligado en estos días un tinte claramente feminista y reivindicativo, no solo porque buena parte de sus participantes son mujeres sino porque algunas de ellas tienen mucho que aportar al actual debate.

Es el caso de la francesa Virginie Despentes. La antaño escritora cargada de ruido y furia urbana con su 'destroyer' ‘Teoría King Kong’, se ha revelado en los últimos años como una escritora atenta al dibujo de la escoria social y las miserias de la industria discográfica. Vendrá escoltada por la cantante Christina Rosenvinge, que también actuará como cierre a su participación.

Junto a ellas, la vieja periodista y activista Vivian Gornick (a sus 83 años, está en lo alto del ránking en cuanto a edad en la historia de un festival que se diría dirigido a los jóvenes), cuyas memorias, 'Apegos feroces', una ácida aproximación a las complejas relaciones madre-hija, fueron todo un fenómeno en castellano el pasado año y lo son ahora con su reciente edición en catalán.

La filósofa Marina Garcés conversará con el poeta y novelista Ishmael Reed, una figura clave en la historia de la cultura afroamericana, y no menos interesante será la charla de la también veterana Gee Vaucher, pintora y cineasta británica que formó parte de la combativa banda anarcopunk Crass, para quienes realizó la mayoría de sus portadas en una operación que ensamblaba arte y música dirigida al cambio social. 

La controvertida Sheela

Pero sin duda la figura que ha generado más expectación y más polémica del programa es Sheela, secretaria del controvertido gurú Osho (que aunaba la espiritualidad india con los placeres del capitalismo salvaje) y a quien la serie documental de Netflix 'Wild, wild country' ha puesto de actualidad. Lo cierto es que Sheela no es precisamente una figura edificante ya que pasó dos años y medio en la cárcel acusada de fraude e intento de asesinato. Ella fue el cerebro pensante de la creación de una populosa comuna en el desierto de Oregón, una historia delirante e inverosímil con toques de western, incluidas explosivas fricciones con los escasos habitantes de aquel lugar, con los que estaban condenados a no entenderse. “No pretendemos hacer un panegírico de Sheela, pero sí constatar que tiene un gran talento narrativo para contar historias como se desprende de su participación en la serie. Al fin y al cabo, también invitamos en el pasado a Dani el Rojo, atracador de bancos, y nadie nos lo reprochó”, se defiende Otero. 

MÁS PARTICIPANTES

Carles Porta ('Tor. Tretze cases i tres morts') y Joan Manuel Oleaque ('Des de la tenebra: un descens al cas Alcàsser') son dos ejemplos de la tímida crónica negra en catalán. (Día 11, 19 h.)