ENÉSIMA NEGOCIACIÓN ECONÓMICA

La aprobación de las ordenanzas fiscales de Colau peligra

Gerardo Pisarello y Ada Colau, en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona

Gerardo Pisarello y Ada Colau, en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona / periodico

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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La aprobación de las ordenanzas fiscales para el 2016 vuelve a estar en peligro. En este momento están en periodo de alegaciones y, este miércoles, dos de los grupos municipales de los que depende que salgan adelante, ERC y el PSC, han hecho públicos sus posicionamientos, que son contradictorios en lo que al IBI se refiere IBI.

El primero en exponer su opinión ha sido el líder socialista, Jaume Collboni. Ha corregido la oferta inicial de su partido, que proponía un impuesto de bienes inmuebles progresivo en el que se aumentaba entre un 4% y un 6% para las viviendas cuyo precio catastral sea superior a los 100.000 euros. Este miércoles lo ha elevado a 300.000 euros, con lo que, ha asegurado, solo afectaría al 2% de los pisos de Barcelona.

BÚSQUEDA DE CONSENSO

Collboni ha revelado que esta modificación trata de buscar el consenso necesario para que en el pleno del 29 de diciembre se puedan aprobar definitivamente. En un pleno extraordinario convocado expresamente para este asunto, Barcelona en Comú logró el apoyo del PSC y la CUP, la abstención de ERC y el voto negativo del resto, con lo que fue necesario el voto de calidad de la alcaldesa Ada Colau.

"Es una propuesta a la que difícilmente se puede decir que no porque congela el IBI a todos excepto al 2%, que corresponde a los que tienen pisos con valor en el mercado por encima de los 600.000 euros", ha descrito el socialista, que ha pedido un esfuerzo a todos los partidos para abstraerse de la campaña electoral que comienza este jueves y negociar para llegar a un acuerdo.

UN AYUNTAMIENTO CON SUPERÁVIT

No obstante, ERC ya ha revelado que no está de acuerdo con la oferta y que sus alegaciones van en el sentido de congelar para todo el mundo el IBI, también para los inmuebles de mayor valor catastral. "La revisión ya se llevará a cabo el año que viene, con lo que creemos que en un ayuntamiento con superácit no hace falta aumentárselo a nadie", ha revelado Alfred Bosch.

En las próximas semanas el gobierno deberá negociar con ambos, así como con la CUP para garantizarse la aprobación. El asunto en el que todavía están verdes las conversaciones, a juzgar por lo que dicen los grupos, es el presupuesto del año que viene. Obligados a retirarlo del debate de la comisión, la única altenativa para que se pudieran debatir en el pleno de este mes era convocar una comisión extraordinaria como máximo este miércoles.

Como esto no ha pasado, el gobierno ha perdido la oportunidad de tirar adelante su propuesta y el 1 de enero no habrá nuevos presupuestos, que quedarán automáticamente prorrogados a la espera de lograr los votos necesarios para autorizarlos.