Evolución de los últimos 30 años

Suben las temperaturas y bajan las precipitaciones: así avanza la crisis climática en Catalunya

La temperatura de Barcelona sube 1,8 grados en un siglo

"Registros desérticos": Catalunya cierra un año pluviométrico seco y de récord

Nubes bajas y rayos crepusculares

Nubes bajas y rayos crepusculares / Alfons Puertas

Valentina Raffio

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La crisis climática avanza a pasos agigantados en Catalunya. En los últimos treinta años, sin ir más lejos, se ha observado un aumento de al menos un grado centígrado en la temperatura media registrada a lo largo del territorio y un descenso notable de las precipitaciones. "Catalunya es ahora más cálida y árida que en los años sesenta", constata el último Atlas climático elaborado por el Servei Metereològic de Catalunya (SMC) y presentado este jueves en la 'conselleria' d'Acció Climàtica.

El análisis de los registros climáticos de las últimas décadas corrobora, una vez más, el acelerado aumento de las temperaturas a lo largo y ancho del territorio. En los últimos treinta años prácticamente todos los municipios catalanes han visto un aumento significativo de sus termómetros. Las zonas más afectadas por este fenómeno han sido Barcelona y su entorno metropolitano, así como el núcleo urbano de Tarragona debido al efecto de isla de calor.

La temperatura que se registra ahora en el Tibidabo es tan alta como la que hace medio siglo se veía en el centro de Barcelona

Según explican los meteorólogos que han liderado este análisis, más allá de las cifras, hay un ejemplo muy ilustrativo para entender cómo las temperaturas han cambiado en los últimos años. Y es que en estos momentos la temperatura que se registra a la altura del Tibidabo (a más de 500 metros del nivel del mar) es tan alta como la que hace medio siglo se veía en el centro de Barcelona. Zonas como el Raval, a su vez, también están expuestas a temperaturas cada vez más elevadas, veranos más extremos e inviernos muy por encima de los valores hasta ahora habituales para la estación. 

Más superficie árida

El otro gran factor que preocupa es la lluvia. Y no solo porque ahora mismo Catalunya sigue inmersa en una sequía extrema sino porque, tal y como constatan los registros, la crisis climática está alterando el régimen de precipitaciones. En los últimos treinta años se ha observado un descenso de las precipitaciones en todo el territorio que se refleja, sobre todo, en los meses de verano. También se ha registrado un aumento de la superficie semiárida. Es decir, aquella donde las precipitaciones están por debajo de los 400 mm. 

Estas cifras resultan especialmente preocupantes después de un año donde apenas ha llovido en Catalunya. Los registros de los últimos doce meses indican que en algunos puntos del litoral y el prelitoral ha llovido tan poco como en un clima típicamente desértico. "Casi la mitad de la superficie de Catalunya no ha llegado a recibir 400 mm de lluvia en los últimos 12 meses", advirtió hace unas semanas el Servei Meteorològic de Catalunya, quien también recordó que muchas de estas zonas llevan años arrastrando un importante déficit de precipitaciones y que, al menos por ahora, no está claro cuándo vaya a mejorar la situación.

Los registros indican un descenso de las precipitaciones y un aumento de las zonas áridas

La situación actual, lejos de ser una anomalía, ilustra el escenario sobre el que llevan alertando desde hace años los científicos. Los estudios más exhaustivos hasta la fecha apuntan a que en las próximas décadas, con el avance de la crisis climática se espera un descenso de las precipitaciones y un aumento de las temperaturas que, en su conjunto, pondrán aún más en riesgo los recursos hídricos en la región y crearán el escenario perfecto para un futuro de sequía crónica en todo el arco mediterráneo.