Asignatura pendiente

Catalunya incumple los objetivos europeos: recicla menos del 50% de sus residuos

La UE exige que se recicle la mitad de la basura, cuando la media catalana se queda en el 45%

Las comarcas con pocos habitantes son las que mejor gestionan sus residuos

Isaac Peraire (Agència de Residus de Catalunya): "El puerta a puerta es el método que da mejores resultados"

De la recogida de basuras puerta a puerta a devolver colillas: nuevos hábitos que Catalunya implantará con la ley de residuos

Ecoparc2, de los residuos urbanos obtiene energía, biofertilizantes y agua para regar

Ecoparc2, de los residuos urbanos obtiene energía, biofertilizantes y agua para regar / ELISENDA PONS

Guillem Costa

Guillem Costa

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Tener una relación poco sana con nuestros residuos conlleva graves consecuencias: más plásticos en el mar, más humo emitido por las incineradores o pueblos y ciudades menos limpios son algunas de ellas. Catalunya es un buen ejemplo de este vínculo tóxico entre residuos y ciudadanía. Por mucho que se haya intentado afrontar los problemas y encauzar la situación, se sigue generando más basura de la cuenta y, además, esta no se separa como se debería.

El problema se entiende mejor con un dato de 2022: cada catalán produjo de media 493 kilos de residuos al año. Si los sumamos todos, llegamos a la siguiente cifra: 3,8 millones de toneladas. Es un dato similar al del año anterior (mejora un 1%), por lo que no es una buena noticia. "La tendencia es muy estable, no estamos reduciendo la cantidad de basura que generamos", advierte Isaac Peraire, director de la Agència de Residus de Catalunya.

"Ha llegado la hora de que las ciudades se pongan las pilas"

Isaac Peraire

Pero aún hay más datos preocupantes. De estos casi cuatro millones de toneladas, más de la mitad se tiran en el contenedor gris, el de los restos. Es decir, no se reciclan. Acaban en un vertedero o incinerados. Esto significa que no se han hecho los deberes encargados por la Unión Europea, que exige más del 50% de recogida selectiva. Catalunya se queda en el 45,3%. ¿Y en este porcentaje, se ha mejorado? "Sí, pero muy tímidamente. Tenemos que acelerar", reconoce Peraire. Si el estancamiento continúa, es poco probable que durante los próximos años se cumpla con las directrices de la UE.

Expedientes sancionadores

El escenario ya es arduo ahora, pero puede ser peor, porque, dentro de un año y medio, el objetivo marcado por Europa será todavía más restrictivo. Se pretende llegar al 55% de recogida selectiva, un porcentaje que ya han logrado países del norte como Dinamarca o Alemania. España está lejos de alcanzar ese cometido. "Puede ser que Europa multe a España por no cumplir. Y no me parecería mal. Así, el Estado tendría la obligación de poner recursos disponibles para promover la separación de residuos", afirma Peraire.

¿Y Catalunya puede presionar a los ayuntamientos para que se esfuercen en gestionar mejor sus residuos? "Es difícil, preferimos apostar por los incentivos. Si multamos a un consistorio de un pueblo pequeño, no podrá pagar la sanción, seguramente. Es mejor dialogar con los alcaldes para que se den cuenta que deben poner en marcha métodos más efectivos, como el puerta a puerta, aunque en primera instancia no les guste a los habitantes", reflexiona el responsable de la agencia. "Alguna vez le he dicho a algún alcalde: al principio te dirán de todo, pero ya verás como al final te acaban llevando a hombros", cuenta.

"Una buena opción es dialogar con los alcaldes para que se den cuenta de que el puerta a puerta resolverá la situación"

— Isaac Peraire

La solución más factible, según el Govern, es precisamente esta receta: potenciar el puerta a puerta. Con esta fórmula, la relación entre los residuos y las ciudades mejoraría rápidamente, aseguran los responsables de la Conselleria d'Acció Climàtica. "Se ha demostrado que es así. Las comarcas que mejor separan son las que más han apostado por el puerta a puerta", destaca Peraire.

"Llegó la hora de las ciudades"

Actualmente, les Borges Blanques, el Lluçanès, el Berguedà y Osona son los territorios que mejor reciclan (las dos primeras superan el 70% de recogida selectiva). En cambio, la Cerdanya (solo un 23%), el Vall d'Aran, el Baix Penedès y el Área Metropolitana de Barcelona lideran el 'ranking' de peores praxis. Las dos comarcas pirenaicas señaladas lo achacan al turismo y a la estacionalidad. Pero Peraire considera que es una excusa: "Los turistas lo pueden hacer bien. Siempre se pueden encontrar soluciones si se dan las herramientas necesarias".

Lo que está claro, según la Agència de Residus de Catalunya, es que es el momento de las ciudades: "Les corresponde a los grandes municipios tomar la responsabilidad y implementar métodos de alta eficiencia". Si nos fijamos en las 23 ciudades de más de 50.000 habitantes, vemos que separan correctamente solo un 37% de lo que generan. Estos ayuntamientos, por lo tanto, son claves para mejorar los datos de Catalunya.

Peraire pone a Barcelona en el foco: "Si la capital hace las cosas bien, será ejemplar para el resto de ciudades metropolitanas. Iniciaron el puerta a puerta en Sarrià y en Sant Andreu, pero deben continuar apostando por ello". Vilanova i la Geltrú, Sant Cugat, Lleida, Girona o Tarragona son otros lugares donde ha habido pequeñas iniciativas para empezar a separar bien. Otras -como Badalona, L'Hospitalet de Llobregat o Terrassa- todavía no han propuesto ningun método como el puerta a puerta o los contenedores inteligentes.

Casos flagrantes

Los pueblos que mejor reciclan son Vilablareix (el pueblo del que fue alcalde el 'conseller' David Mascort), Albons, Corçà y Sant Quirze de Safaja. "Estas poblaciones no se pueden relajar. Tienen que seguir así. Pero necesitamos a las ciudades urgentemente", reclama Peraire. En la dirección contraria, llama la atención el caso de Fígols (Berguedà). En este pueblo se separa correctamente solo el 9% de lo generado. Cabrera d'Anoia (14%) y Maçanet de la Selva (16%) también tienen los deberes por hacer.

¿Cómo se explica que en pleno siglo XXI un municipio recicle solo una decena parte de la basura que produce? "Debemos analizar los datos detalle a detalle, pero en líneas generales, se trata de pueblos que lo hacen muy mal, con contenedores abiertos", responde Peraire.

Si en los próximos años Catalunya no se pone las pilas, pueden llegar sanciones por parte de Europa. A medio plazo, sin embargo, también puede haber expedientes para las ciudades y los pueblos que no separen correctamente los residuos. Peraire lo resume sin culpabilizar a los usuarios: "Quien se debe encargar de que hagamos las cosas bien somos la Administración, en este caso los ayuntamientos, y también las empresas, que deben crear productos que no generen tantos residuos".

Algunos ayuntamientos pretenden aplicar estos métodos pero les faltan fondos para hacerlo. "Nos acercamos a un sistema en el que los que más generen paguen más por la basura. Los que mejor lo hagan pagarán menos", dice Peraire. Al fin y al cabo, todo acaba en el mantra que no paran de repetir en la Agència de Residus de Catalunya: el mejor residuo es el que no se genera.