Gestión de residuos peligrosos

Catalunya no tiene a día de hoy lugar donde depositar todo el amianto que quiere eliminar

El único vertedero controlado existente solo tiene capacidad para un millón de toneladas de las más de cuatro que hay por retirar

Las opciones para ejecutar la retirada total de este producto pasan por ampliar la actual planta o construir una nueva

21.03.2023 Castelloli(Can Pala) Empresa Atlas Xavier Mundet Único vertedero de residuos peligrosos de Catalunya que recibirá todo el amianto que quiere retirar la Generalitat Fotos: Marc Vila

21.03.2023 Castelloli(Can Pala) Empresa Atlas Xavier Mundet Único vertedero de residuos peligrosos de Catalunya que recibirá todo el amianto que quiere retirar la Generalitat Fotos: Marc Vila / MARC VILA

Guillem Costa

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En estos momentos, Catalunya no tiene espacio para acumular todo el amianto que se debe retirar en los próximos años. Son conscientes de ello tanto en la Agencia de Residuos de Catalunya como en la empresa que gestiona el único depósito controlado existente para este tipo de residuos peligrosos.

"Si ahora mismo se eliminara todo el amianto de Catalunya, en nuestro vertedero no cabría", advierte en conversación con EL PERIÓDICO Xavier Mundet, responsable de la compañía ATLAS, encargada del depósito controlado de Can Palà, en Castellolí (Anoia).

Este espacio es el único 'cementerio' de amianto de Catalunya actualmente. "Inmediatamente sería imposible retirarlo todo. De hecho, en estos momentos tampoco hay empresas suficientes para eliminarlo y transportarlo", considera Mundet. Es decir que el plan de erradicacióndel Govern debe planearse a unos cuantos años vista y tener en cuenta la posible ampliación de este depósito.

Empresa Atlas Xavier Mundet Único vertedero de residuos peligrosos de Catalunya que recibirá todo el amianto que quiere retirar la Generalitat

El único vertedero de residuos peligrosos de Catalunya recibirá todo el amianto que se retire en los próximos meses. / MARC VILA

Abrir nuevas instalaciones de este tipo es complicado, asegura el responsable de esta empresa, ATLAS, que pertenece a FCC y Tradebe: "Se requiere tiempo porque se necesita burocracia y trámites ambientales, urbanísticos y municipales". Por este motivo, ATLAS ya está estudiando la posibilidad de ampliar la actual planta o abrir una nueva, según avanza su responsable a EL PERIÓDICO.

Cementerio limitado

En el depósito de Castellolí, en los últimos años, han notado el aumento del amianto que reciben. "No es un crecimiento excesivo ni un cambio muy intenso, pero aproximadamente nos llega entre un 10% y un 15% más de amianto que hace tres o cuatro años", señala Mundet. Hay más movimiento, pero son números estables. La duda es hasta qué punto este incremento se acelerará, con la puesta en marcha del plan de erradicación de la Generalitat.

El vertedero ahora mismo tiene más de la mitad de su capacidad ocupada. De 2,3 millones de metros cúbicos posibles, tienen llenos 1,3 millones. Y hay que tener en cuenta que el amianto solamente supone aproximadamente una pequeña parte (un 15%) de lo que se acumula en este depósito. También tratan suelos contaminados, o postes telefónicos que contienen creosota (un elemento tóxico), además de recibir las cenizas de los residuos peligrosos que se incineran.

"Si ahora mismo se eliminara todo el amianto de Catalunya, en nuestro vertedero no cabría"

— Xavier Mundet, responsable de ATLAS

En la empresa, sin embargo, ya tienen en mente la posibilidad de que en los próximos años estos porcentajes cambien: "Puede ser que recibamos más amianto y menos cantidad de otros productos. Nosotros recibimos todos los residuos peligrosos de Catalunya que no se pueden tratar", remarca Mundet. Es decir que como mucho, si todo el espacio restante lo utilizaran para depositar amianto, se podría llegar a enterrar una tonelada, de las cuatro que hay pendientes de retirar en Catalunya. "Ya damos por hecho que nos tendremos que ir adaptando en función de las necesidad", reconoce.

El depósito tiene un margen de vida de 10 años para seguir dando servicio público. Llegado el momento, se podría ampliar, si la Administración lo considera pertinente. Lo que está claro con los datos en la mano es que para retirar todo el amianto se tendrá que ampliar este vertedero o bien construir otro, siempre y cuando el amianto se quiera almacenar en Catalunya. Esto, sin tener en cuenta la necesidad de más empresas de desamiantado y transporte de residuos peligrosos

¿Cómo se entierra?

¿Qué pasa cuando llega un camión lleno de amianto a Can Palà? "Los residuos vienen empaquetados como establece el Departament de Treball —relata Mundet—, y nosotros ya hemos preparado una celda impermeable y aislada". El protocolo es intenso: el transportista tiene que estar dado de alta en la Agencia de Residuos de Catalunya. Cuando llega, se viste con un equipo de protección integral FP3 y no interviene en la descarga, tarea de la que se encarga una máquina de la propia instalación para minimizar la exposición personal.

El trabajador tiene que pasar entonces por una unidad de descontaminación: se ducha en una 'zona sucia', con el equipo de protección puesto, y después se va a una 'sala limpia', donde se quita el equipo usado y lo mete en un contenedor específico. Además, también se desinfecta el camión, con agua mezclada con un producto específico, para que esté libre de amianto.

El amianto se coloca en una celda a 20 metros de profundidad. La zona se cubre con varios materiales: arcillas compactadas, por ejemplo, que se suman a varias láminas que hacen de filtro. Encima de todo, se añade un metro y medio de tierra vegetal para cultivar productos de secano, no para consumirlo, sino para que el vertedero se integre en el paisaje.

El problema, muchas veces, ocurre con los materiales peligrosos que lixivian, es decir que liberan agua contaminada. Por suerte, no es el caso del amianto, que permanecerá enterrado en la celda. Al cabo de 30 años, se da por finalizado el periodo posclausura. La empresa se encarga de que no haya actividad sobre estos campos, que forman parte del depósito: "Vigilamos que no haya asentamientos y que el vertedero se mantenga en buen estado". Estos campos del vertedero de Castellolí, una vez clausurados, quedarán para siempre destinados a cubrir miles de toneladas de amianto.

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