Guerra en Gaza

Hamás da una "confirmación preliminar positiva" a un nuevo acuerdo de intercambio de rehenes, según Qatar

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, libra dos batallas: una bélica en el enclave palestino y una política por su supervivencia en el cargo

El 70% de los muertos en la guerra de Gaza son mujeres y niños

Directo | Última hora de la guerra de Israel y Hamás en Gaza

El campo de refugiados de Al Nuseirat de Gaza, destrozado por los bombardeos israelíes.

El campo de refugiados de Al Nuseirat de Gaza, destrozado por los bombardeos israelíes. / MOHAMMED SABER / EFE

Andrea López-Tomàs

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A las puertas de entrar en su quinto mes de bombardeos y asedio, la guerra en Gaza avanza con la misma ferocidad que en los anteriores. Pero las negociaciones de los últimos días permiten vislumbrar un destello de luz al final del túnel. Este jueves, el líder de Hamás, Ismail Haniya, ha viajado a El Cairo dónde ha continuado con las conversaciones con funcionarios egipcios sobre un posible acuerdo de alto el fuego que permita liberar a los rehenes retenidos en la Franja de Gaza. Al finalizar la jornada, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar ha anunciado que Hamás ha dado su "confirmación preliminar positiva" a un acuerdo propuesto que permitiría la liberación de rehenes y el cese de los combates en Gaza durante un período de tiempo. Mientras, en Israel, el primer ministro Binyamín Netanyahu libra dos batallas: una bélica en el enclave palestino y una política por su supervivencia en el cargo. El alto el fuego puede convertirse en la derrota definitiva para el rey Bibi.

Durante la semana pasada, representantes de inteligencia de la CIA estadounidense, el Mossad y el Shin Bet israelíes, y el servicio de inteligencia militar egipco se reunieron en París junto al primer ministro de Qatar, Mohamed bin Abderamán Al Zani, para perfilar un plan de alto el fuego que pudiera convencer a Hamás. El grupo palestino, que gobierna de facto la Franja de Gaza desde 2007, ha insistido que si Israel no retira todas sus tropas del territorio, no habrá acuerdo. Tras la presentación de la última propuesta israelí, presentada por parte de los mediadores qataríes y egipcios, se ha mostrado abierto a "estudiarla". El texto de París prevé una fase inicial de 40 días, durante la cual cesarían los combates para que Hamás liberara a las mujeres civiles y personas de mayor edad, heridas o enfermas entre los 136 rehenes que aún mantiene en su poder. Unos 29 han fallecido, de acuerdo a la inteligencia israelí, y serían liberados en futuras etapas, igual que los soldados. 

"La reunión en París logró consolidar las propuestas; esa propuesta ha sido aprobada por la parte israelí y ahora tenemos una confirmación positiva inicial por parte de Hamás", ha anunciado Majed al Ansari en referencia a las reuniones entre funcionarios de Qatar, Estados Unidos, Israel y Egipto en la capital francesa. Esta supuesta aprobación preliminar de Hamás depende, a su vez, de las decisiones que tome Tel Aviv. Este jueves por la noche, el gabinete de guerra de Israel está reunido, pero medios locales han negado que se haya aprobado algo y han señalado que Israel aún no ha recibido ninguna respuesta formal de Qatar al acuerdo propuesto. Horas antes, un funcionario palestino cercano al diálogo confirmó a Reuters que era poco probable que Hamás rechace la propuesta de pacto recibida de mediadores esta semana, pero que no la firmaría sin garantías de que Israel se ha comprometido a poner fin a la guerra.

Netanyahu, en la encrucijada

Gershon Baskin, negociador del intercambio del soldado Gilad Shalit por un millar de presos palestinos en el 2011, ha declarado en X, de acuerdo a fuentes de Hamás, los detalles aún por conocer de esta propuesta de alto el fuego. "Israel liberaría a entre 200 y 300 presos palestinos, incluidos aquellos con las manos manchadas de sangre, permitiría que entre 200 y 300 camiones con ayuda humanitaria entren a Gaza todos los días, y existe la posibilidad de que los residentes regresen al norte de la Franja", ha dicho, aclarando que "durante el alto el fuego [de 40 días], las partes discutirán los próximos pasos del acuerdo". La segunda fase incluiría la liberación de los soldados israelíes y la tercera, "el fin de la guerra, la liberación de los cuerpos de los secuestrados [...] y la rehabilitación completa de la Franja de Gaza, incluida la reactivación de los cruces fronterizos". Este escenario pondría fin al desgarro de la población de Gaza, que ha perdido a casi 27.000 de sus ciudadanos por los ataques, la hambruna y el asedio, y con la incertidumbre de las decenas de familias israelíes que esperan el retorno de sus seres queridos.

Pero, en estas negociaciones, no hay ninguna certeza. Empezando por Netanyahu, el líder israelí sólo pregona la "victoria total" para erradicar a Hamás del enclave. Este martes ha insistido que no habrá ni retirada de tropas israelíes de Gaza ni liberación de "miles de terroristas" palestinos encarcelados en prisiones israelíes. El principal socio de Bibi, el ministro de Seguridad Nacional, el radical ultraderechista Itamar Ben Gvir, le ha lanzado una clara amenaza. Si Netanyahu accede a estas demandas, si retira sus tropas y libera a los reos palestinos, caerá el Gobierno. Mientras, en las calles, crece la presión contra Bibi.

150 presos palestinos por cada soldado

Si el primer ministro pacta con Hamás para poner fin a la guerra y retornar a los cautivos, sus socios le abandonarán, aunque si continúa así, la tensión en las plazas también puede provocar su caída. A su vez, en Gaza, después de cuatro meses de guerra, no ha conseguido ninguno de sus objetivos: ni ha logrado erradicar a Hamás ni ha logrado que vuelvan todos los rehenes ni está eliminando la amenaza de seguridad al Estado de Israel. Al contrario, con sus acciones, se está ganando nuevos enemigos, como Egipto, visiblemente molesto por su insistencia en controlar la frontera sur del enclave palestino con la península del Sinaí. 

Hamás, por su parte, ha expresado su intención de que se liberen 150 presos de seguridad por cada mujer soldado. El Wall Street Journal ha declarado que el grupo palestino podría negarse a liberar a un pequeño grupo de rehenes y retenerlos como moneda de cambio futura o como escudos humanos. Las cartas están sobre la mesa. Igual que las bombas que arrasan Gaza, la maquinaria diplomática no se detiene.