Acusaciones de fraude

El terremoto por las denuncias de fraude electoral en las elecciones serbias se extiende

El partido de Vučić celebra la victoria electoral en Serbia en medio de llamamientos a protestas y acusaciones de fraude

Protesta de opositores por las supuestas irregularidades en las elecciones en Belgrado.

Protesta de opositores por las supuestas irregularidades en las elecciones en Belgrado. / DJORDJE KOJADINOVIC / REUTERS

Irene Savio

Irene Savio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El terremoto provocado por las acusaciones de fraude electoral en los comicios parlamentarios y municipales celebrados en Serbia el pasado domingo se extiende. Después de que organismos independientes serbios denunciaran diversos casos ocurridos en todo el país, también la Unión Europea (UE) y Estados Unidos han dado credibilidad a las acusaciones, lo que ha echado más gasolina al fuego tras la negativa de la oposición proeuropea a reconocer la victoria del Partido Progresista (SNS) de Aleksandr Vučić en Belgrado. Ciudad en la que se han denunciado las violaciones más graves y donde desde el lunes han vuelto las protestas callejeras diarias contra el presidente serbio.

El aviso de las autoridades europeas y estadounidenses ha llegado después de que también la misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europea (OSCE) denunciaran todo tipo de situaciones irregulares durante los comicios. Los observadores -tanto los serbios como los internacionales- comunicaron haber asistido a distintos episodios de fraude electoral y que estas violaciones fueron más graves en algunos colegios, especialmente en Belgrado

Inaceptable

En este marco, la Comisión Electoral serbia comunicó este miércoles su decisión de invalidar los comicios en unos 30 colegios situados en pequeñas y medianas ciudades del país, y repetir allí la votación el próximo 30 de diciembre. Sin embargo, la lista no incluye precisamente a la ciudad de Belgrado, donde, además, en los pasados meses se produjeron masivas protestas callejeras contra Vučić. Algo que había alimentado las esperanzas de los opositores de poder conquistar la ciudad, y resquebrajar después de años el poder de Vučić.

Los propios comisarios europeos de Asuntos Exteriores y Vecindad, Josep Borrell y Olivér Várhelhy, han enviado una clara señal de que consideran que la situación es seria. Con ello, le han pedido a Serbia que investigue "de una manera transparente" los "creíbles informes" elaborados sobre estos presuntos casos de fraude. "Esto incluye también las denuncias relacionas con las elecciones locales en Belgrado y en otros municipios", escribieron los dos políticos, en una comunicado difundido a los medios de comunicación. 

"El buen funcionamiento de las instituciones democráticas de Serbia está en el núcleo del proceso de adhesión del país a la Unión Europea", advirtieron Borrell y Várhelhy. El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán fue más tajante aún y dijo que, para "un país candidato a entrar en la Unión Europea", esta situación es "inaceptable".

Victoria robada

Una palabra, esta, que también usó el Departamento de Estado de EEUU, el cual, sin rodeos, también pidió a las autoridades serbias de investigar las denuncias. "Las denuncias de irregularidades registradas tanto por la OSCE como por otros equipos de observación electoral deben ser investigadas. La violencia contra las autoridades electorales, periodistas acreditarios y observadores, de la que hemos visto informes, es inaceptable", afirmó el portavoz Matthew Miller

"Estos factores, junto con la sistématica ventaja del partido gobernante, han creado condiciones injustas [en los comicios]. Por eso le pediremos a Serbia de trabajar con la OSCE", subrayó Miller. Stefan Schennach, miembro del Parlamento austríaco y jefe de los observadores electorales del Consejo de Europa, también fue aún más claro. "La victoria en Belgrado fue robada a la oposicíon", dijo Schennach. "No deberíamos hablar de una elección justa. Fue injusta", añadió.

La situación es potencialmente explosiva también a raíz de que Serbia contra la Violencia (SPN), la principal fuerza de la oposición, sigue pidiendo la convocatoria de nuevas elecciones en Belgrado, pero aún no ha tenido respuesta. Por ello desde el lunes la oposición ha vuelto a la calle con manifestaciones callejeras en Belgrado. Manifestaciones en las que están participando muchos ciudadanos sin afiliación política, tal y como ya aconteció este año durante meses. Además de ello, Marinika Tepić, la cabeza de lista de SPN, ha anunciado una huelga de hambre hasta que la situación sea resuelta.